Sociedad y Justicia
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Se trata de una nueva fachada para un viejo sistema, afirman

La ACE obedece a pactos políticos, no a necesidades educativas: académicos
 
Periódico La Jornada
Martes 27 de octubre de 2009, p. 36

Sin fundamento teórico ni claridad en sus objetivos, la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) sólo puede ser comprendida por la existencia de evidentes claves políticas en la relación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). A pesar de que toca algunos rezagos del sistema educativo, en los hechos sólo se traduce en la construcción de una nueva fachada para un viejo sistema en el que no cambia nada, afirmaron especialistas en educación de las principales universidades del país.

En el foro La política educativa en México: balance de medio término, que reunió a más de 200 expertos en la materia, señalaron que ante los retos que enfrenta el sistema educativo nacional, la ACE es una propuesta desarticulada y con una enorme pobreza argumentativa, pues subrayaron que esta iniciativa revela los pactos políticos que están obstaculizando verdaderas transformaciones educativas.

La alianza, indicaron, no sólo es confusa para los docentes, también tiene un ejercicio altamente centralista en la toma de decisiones y reduce la evaluación a un proceso administrativo que elimina todo sentido social.

Justa Ezpeleta, experta en reforma educativa y catedrática del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, afirmó que las bases teóricas enunciadas en la ACE, como el programa sectorial en educación y el Plan Nacional de Desarrollo, carecen de claridad y precisión en sus objetivos.

A esto se suma, agregó, la inclusión, como parte de su fundamentación, de las conclusiones del llamado nuevo modelo educativo para el México del siglo XXI, que reúne las propuestas del cuarto congreso nacional y segundo encuentro de padres de familia y maestros del SNTE, que erigido en referencia oficial, ofrece pistas sustantivas para entender el origen de la ACE, así como los esfuerzos por acelerar su puesta en marcha.

No podemos dejar de mencionar el pacto político entre el gobierno y el SNTE, que toma el nombre de ACE, pues es en la naturaleza de este acuerdo donde residen las claves para entenderla, pues en México podemos aplicar la máxima de que tenemos mucho sindicato y poca educación.

El documento, subrayó, no logra ocultar el propósito del SNTE de ganar posiciones en sectores del sistema que actualmente no controla. Tampoco esconde sus propósitos de abrir las puertas a las empresas privada para seguir impulsando el mercado de la educación pública mediante equipamiento, construcciones, material didáctico y evaluaciones”.