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En respuesta, se negaron a participar en la entrega de los premios Las Lunas

El Auditorio censuró a Los Tigres del Norte; les pidió no tocar La granja

Los temas habían sido aprobados... y anoche, a las seis cuarenta y cinco, dicen que no, comenta Jorge Hernández

Es la primera vez que alguien les condiciona una presentación

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La banda y la disquera dijeron que en ese hecho estuvo involucrada la directora del recinto. En la imagen, estos seguidores del grupo sí pudieron disfrutar de todo su repertorio, durante un concierto maratónico efectuado en Monterrey hace dos semanasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de octubre de 2009, p. 9

El Auditorio Nacional intentó censurar a Los Tigres del Norte. Y no lo logró. Ante el pedido de que no cantaran el corrido La granja durante la entrega de Las Lunas del Auditorio 2009, de la cual los Tigres serían el grupo estelar, éstos optaron por no participar.

Este martes, un día antes de que se llevara a cabo la entrega de los premios Las Lunas, altos ejecutivos del Auditorio Nacional solicitaron a Universal Music que la banda quitara de su repertorio la canción mencionada, sin explicar el motivo. Tras un sinfín de correos electrónicos y luego de que Los Tigres decidieron no asistir al acto, el miércoles, a unas horas del espectáculo, el Auditorio se retractó y les pidió que no cancelaran y que no les pondrían condiciones. Demasiado tarde. La decisión estaba tomada y no había vuelta atrás.

La banda y Víctor González, presidente de Universal Music México, dieron a conocer lo anterior en conferencia de prensa, en un hotel en Polanco. Dijeron que la directora del Auditorio Nacional, María Cristina García, estuvo involucrada directamente en lo que, a juicio de los músicos, fue un intento de censura.

Es la primera vez que alguien intenta condicionarles una presentación.

Según la banda, el repertorio ya había sido aprobado antes. ¿Alguien se tomó el tiempo de hacer la revisión de las canciones que iba a cantar? Porque ellos dijeron que sí. Si ya dijeron que sí, y anoche a las seis cuarenta y cinco de la tarde dicen que no, entonces algo no está bien, dijo Jorge Hernández.

Nos invitaron, no pedimos ir

Hernán Hernández añadió: Los Tigres del Norte no podríamos censurarnos a nosotros mismos. Ellos nos invitaron, nosotros no pedimos ir.

La enormemente popular banda no sólo iba a ser el número estelar, sino además estaba nominada en la categoría de música grupera.

Luego de la conferencia de prensa de los intérpretes de El jefe de jefes, los organizadores de Las Lunas emitieron un boletín de prensa en el que explicaban que por requerimientos de producción, y en función del ritmo y atmósfera de la ceremonia, se les hizo (a Los Tigres del Norte) una propuesta de temas que ellos rechazaron.

La canción que no funcionaba para el ritmo y atmósfera de la ceremonia fue compuesta por Teodoro Bello Jaimes y describe una granja en la cual una perra muy brava anda suelta y un gavilán cae del cielo... Para muchos, hay claras referencias al narcotráfico y la situación política actual.

Respecto a la letra, el tigre Jorge Hernández dijo: La fábula que hizo Teodoro y que nosotros interpretamos habla de todo: de cómo somos oprimidos, del muro que tenemos en la frontera; habla de los problemas que hemos tenido en los dos, tres años pasados.

Relato de lo que México vive

Y siguió: Quisimos cantar en tres minutos y 46 segundos la historia que ha vivido México en esos dos años. Se hace un relato de lo que México vive, ese relato es algo que ya vivimos, que lo estamos viviendo. No es nada que yo descubrí. Ustedes lo han escrito. Lo vivimos en carne propia. ¿Cómo podría decir que no existe?

La canción es el primer sencillo del disco homónimo que apenas salió.

Por otro lado, respecto a la censura a la misma canción en algunas estaciones de radio en el país, mediante boletín de prensa, la Secretaría de Gobernación, por medio de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), comunicó este miércoles que “niega rotundamente que haya enviado oficio alguno a los radiodifusores prohibiendo expresamente la difusión del tema musical (La granja)”.

Finalmente, sólo hay un jefe, según Jorge Hernández: El público es el que tiene la última palabra. Ellos son los que van a verte, son los que pagan, son los que te ordenan. Son los que me dan para venir a dormir a este hotel. Ellos son los que mandan. Ellos son mis jefes, y yo hago lo que ellos me dicen.