Mundo
Ver día anteriorSábado 7 de noviembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Musulmán e hijo de palestinos, el autor de la matanza

Visita Obama a los soldados heridos en la balacera de la base Fort Hood
Foto
Imagen liberada por el Pentágono que muestra a dos detectives durante el tiroteo en la base de Fort HoodFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 7 de noviembre de 2009, p. 23

Nueva York, 6 de noviembre. Luego de un día en que un oficial mató a 13 e hirió a otras 30 personas en lo que se considera el peor caso de violencia armada en una base militar estadunidense, sólo se sabe que el responsable es un mayor siquiatra especializado en tratamiento de condiciones mentales por el estrés originado en conflictos armados, y, para complicar todo, musulmán e hijo de inmigrantes palestinos.

Y justo cuando se estaban digeriendo las noticias sangrientas, esta tarde hubo otra balacera, esta vez en Florida. El país, de repente, se siente menos seguro que hace 24 horas y la amenaza no proviene del exterior sino de su propia población, incluso entre militares.

En Washington, el presidente Barack Obama, quien hoy visitó a soldados heridos en el hospital militar Walter Reed de la capital, ordenó que las banderas nacionales ondearan a media asta, mientras la FBI y oficiales militares judiciales siguen tratando de resolver lo sucedido y cuál fue el motivo.

Eso podría no ser resuelto hasta que despierte el acusado, gravemente herido con cuatro balas, inconsciente y conectado a un ventilador en el hospital de esa entidad.

Aun no tenemos todas las respuestas, declaró Obama, y dijo que debería haber cautela en saltar conclusiones hasta que contemos con todos los hechos. Pero la especulación continuó todo el día.

Horas después de la balacera en el centro de procesamiento médico y administrativo de Fort Hood en Texas, la base militar más grande del país, donde los soldados son evaluados antes de ser desplegados o tras regresar de Irak y Afganistán, se divulgó el nombre del sospechoso (otros tres soldados fueron detenidos, y luego liberados): el mayor Nidal Malik Hasan.

Con ello detonó la especulación sobre el origen de Hasan, si actuaba solo o era parte de una conspiración y, sobre todo, si su nombre árabe implicaba un motivo político. Hasan, se sabe ahora, nació y fue criado en Virginia, hijo de inmigrantes palestinos de un pueblo cercano a Jerusalén, convertidos en ciudadanos estadunidenses que prosperaron con negocios. Aunque en formularios oficiales Hasan indicaba que no tenía preferencia religiosa, por lo menos en los últimos 10 años ha sido musulmán ferviente, dijo un primo.

El motivo por el cual el mayor de 39 años de edad, especializado en el tratamiento de soldados que regresan de zonas de conflicto con problemas mentales, sobre todo el desorden de estrés postraumático, es un misterio 24 horas después de los hechos. Según sus familiares en Virginia, Hasan había expresado dudas sobre su carrera militar desde hace unos años, quejándose de que otros soldados lo hostigaban por ser musulmán.

También le preocupaba ser enviado a Irak o Afganistán, y estaba enterado de las consecuencias de esas guerras por decenas de soldados que regresaban de ahí. Estaba mortificado por la idea de ser desplegado. Tenía gente que le contaba de los horrores que habían visto allá, dijo su primo Nader Hasan a The New York Times.

Además, circulan versiones de que había expresado una creciente oposición a estas guerras, y señalar que la llamada guerra contra el terrorismo era contra Islam.

El mayor Hasan trabajó primero en el Centro Médico del Ejército Walter Reed en Washington, y desde el verano en el centro médico de Fort Hood. Se sumó a las fuerzas armadas después de egresar de una universidad en Virginia, y su educación en medicina fue en su servicio militar. Pero empezó a dudar de su decisión de ingresar a las fuerzas armadas, según familiares, e intentó cancelar su contrato. Junto con versiones de que padecía hostigamiento por parte de algunos militares por su fe musulmana, otros creen que empezó a crecer un conflicto entre su sentido de deber militar y su religión.

Pero en este país, el hecho de que el acusado sea musulmán generó lo esperado en algunos circuitos, donde se sospecha que podría haber sido acto de venganza motivado por su religión. No ayudó que sitios de Internet de extremistas musulmanes empezaron a elogiar lo que había hecho. Tampoco que versiones desde el sitio del incidente referían que algunos soldados habrían escuchado que Hasan gritó “Ala akbar”, o Dios es grande en árabe antes de disparar.

Sin embargo, hasta el momento no hay evidencia de que fue algo más que un hombre que estalló al enfrentar las consecuencias de la guerra. Según informes médicos del Pentágono, investigaciones de expertos en salud mental indican que 37 por ciento de los veteranos que regresan de Irak y Afganistán padecen esos problemas, y uno de cada tres requiere tratamiento.

Además, se han incrementado los suicidios (en 2007 lo hizo un total de 117, el más alto en 26 años; para 2008 aumentó a 128, y en enero de 2009 más soldados se suicidaron que los que murieron en combate en Irak y Afganistán).

Hasan utilizó dos pistolas automáticas en el ataque y una de ellas fue comprada en Texas, indicó Ap. El mayor ingresó ayer por la tarde a Fort Hood y comenzó a disparar, lo que provocó la huida de soldados y civiles; mató a 12 militares, un civil e hirió a otras 30 personas.

La policía civil llegó a lugar y enfrentó a Hasan; la oficial Kimberly Munley intercambió fuego y puso fin al ataque. Testigos indican que Hasan actuó con tranquilidad durante la balacera.

En Orlando, Florida, un ingeniero cesado de su empleo hace dos años regresó a las oficinas de su ex empresa, empezó a disparar, mató a un empleado e hirió a cinco. El hombre de 40 años, Jason Rodríguez, fue despedido en 2007 después de trabajar durante un año en una empresa de asesoramiento sobre transporte. A las 11 de la mañana ingresó a sus antiguas oficinas en un edificio de 18 pisos, el Gateway Center, y empezó a disparar. Minutos después huyó sólo para ser detenido unas tres horas después en la casa de su madre a unos 12 kilómetros de distancia.