Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 15 de noviembre de 2009 Num: 767

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

La porfiada memoria de Dedé Mirabal
JOCHY HERRERA

Juan Manuel Roca: la poesía en cuadros imaginativos
MARCO ANTONIO CAMPOS

Un ojo de la cara
EDITH VILLANUEVA SILES

Galería Uffizi: metamorfosis
ALEJANDRA ORTIZ

Dubravka Ugresic: escribir desde el exilio
ADRIANA CORTÉS KOLOFFON

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Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH


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Galería Uffizi: metamorfosis

Alejandra Ortiz

La Galería Uffizi (Galleria degli Uffizi, en italiano; Galería de los Oficios) en la ciudad de Florencia –uno de los museos más importantes del mundo y el más importante de Italia, con una colección que va del siglo XIII al XIX– ha sido, a partir de 2006, objeto de una metamorfosis estructural radical, que una vez finalizada será tan determinante que le valdrá el cambio de nombre, a Nuevos Uffizi, cuando, según el programa, en 2011 el espacio expositivo se vea multiplicado de 5 mil 400 a 12 mil metros, y con ello lo sean también las obras de arte expuestas. La gestación de tal proyecto ha sido enormemente problemática: duró casi dos decenios en concretarse y hasta ahora no ha estado exento de dificultades.

La entrevista con el doctor Antonio Natali, director de los Uffizi desde 2006, revelará al lector algunos datos importantes sobre este proyecto. Natali, quien era director del Departamento de Estudios sobre el Renacimiento y Manierismo del mismo museo, es historiador de arte experto en los siglos XV y XVI, curador de notables exposiciones, así como autor de libros y monografías.

Intervenir en el museo más antiguo de Europa, con sus cuatrocientos años de historia, no es poca cosa, empezando por la enorme suma de 49 millones de euros que el Ministerio para los Bienes y las Actividades Culturales (MIBAC) ha destinado para tal fin complementada con patrocinios privados.

Muy lejano parece el momento cuando Cosme I de Medici (1519-1574) le solicita al gran arquitecto de la corte Giorgio Vasari (1511-1574), en 1560, la construcción de las oficinas de la burocracia ciudadana (de ahí el nombre Oficios), antes dispersas en la ciudad. El nuevo duque confiscó terrenos y propiedades en una zona entonces degradada, como parte de un programa de renovación urbana y monumental que simbolizaría el final del período republicano y el inicio del principado.

La estructura, auténtica joya del manierismo europeo, prácticamente no ha sido modificada en su parte externa; sin embargo, en su interior ha sufrido a lo largo de los siglos transformaciones profundas que han respondido a los gustos de la época. El edificio en forma de U, con dos pisos, alberga únicamente en el segundo –tal como desde su origen– la pinacoteca. Fue el hijo de Cosme I, Francisco I, quien la usara por primera vez como galería. De aquella época, la única sala original que subsiste es la famosa tribuna octagonal, admirada desde entonces en toda Europa por contener las mejores obras de la colección (inaccesible desde septiembre por restauración).

Cada reinante Medici hizo su aportación a la colección, siendo el siglo XVII el momento de mayor auge, cuando la Galería Uffizi se presentaba como un gigantesco Wunderkammer, donde elementos naturales se flanqueaban con cuadros, estatuas antiguas, joyas, objetos naturales y de artes aplicadas, entre otros. El actual aspecto de la Galería Uffizi, exclusivamente como pinacoteca, es producto de la necesidad enciclopédica del período iluminista de ordenar y catalogar; de ahí se formaron la mayor parte de los museos existentes en Florencia.

Explica el doctor Natali: “La tribuna nos da muy bien la idea del criterio coleccionista de los Medici en su concepción original; no existían límites, se privilegiaban aquellos objetos que tuvieran un alcance poético, histórico, raro, pero sobre todo curioso. Francisco I quiso imprimir en su colección el eclecticismo, la estratificación, el anticonvencionalismo, ingredientes propios de los mejores coleccionistas.”

“Hasta ahora –continúa– se accedía a la tribuna siguiendo el circuito de la sala; sin embargo, la tarima negra, puesta para evitar maltratar el piso, la descontextualizaba. Por eso una vez terminada la restauración, el visitante podrá asomarse sólo a través de las tres puertas que la rodean (una de ellas, antes cerrada, ha sido ahora recuperada) para admirar la sala en su totalidad. Así las obras de Bronzino, Pontormo, Daniele da Volterra, entre otros, ahí expuestas, serán colocadas en su sección correspondiente, en el primer piso. En su lugar se pondrán obras que han estado en la misma tribuna pero que no es necesario contemplar de cerca.”

El proyecto de reestructuración de la Galería Uffizi cubrirá básicamente los siguientes objetivos : el mayor aprovechamiento del espacio (gracias a la recuperación de todo el primer piso, de la planta baja y del Corredor Vasariano), la mejoría de las comodidades para el visitante (gracias a la creación de servicios y de estructuras verticales con escaleras y ascensores que facilitarán el recorrido) y la modernización de las instalaciones (eléctrica, sistema de alarma, iluminación, salidas de seguridad, etcétera).

Sobre la museografía, Natali comenta que el objetivo de la nueva disposición, más que centrarse en un consistente aumento de las obras, privilegiará la calidad de la visión. Así “en lugar de tener a la gente encimada, como pasa hoy por la cercanía que hay entre las obras, se podrá gozar de las pinturas sin empujones”.

“La primerísima parte de la museografía quedará igual; será a partir del Perugino que todo empezará a recorrerse, quedando en el segundo piso la pintura de los siglos XIII al XV. De Miguel Ángel en adelante, es decir a partir del XVI y hasta el XVIII se reubicará en el primer piso.”

¿Son falsas entonces las noticias de que en el primer piso estarán concentradas las obras del depósito? “Sí, en los depósitos hay tres mil obras; sin embargo, poquísimas de ellas son obras maestras. Las obras que ocuparán la parte restante del primer piso son las que hoy se encuentran en el primer tramo del Corredor Vasariano (son de los siglos XVII y XVIII). Aquí quisiera colocar sólo los famosos autorretratos que suman un total de mil 600, de los cuales se podrán exponer ochocientos, que es lo doble de lo que hoy se muestra.”

El Corredor Vasariano, mandado construir también por Cosme I en 1565, es un cómodo pasaje de un kilómetro que permitía caminar a la corte desde Palazzo Vecchio hasta la nueva residencia privada de la familia Medici, el Palazzo Pitti, pasando por el Palacio de los Uffizi sin exponerse a la calle.

La recuperación de este espacio que concluirá en 2013 –cerrado por un largo período después del atentado mafioso de 1993 que lo dañó con la explosión de una bomba– es inmensamente atractiva, ya que la unión Pitti-Uffizi, según dicen los periódicos en las últimas semanas, conformaría el polo museístico más grande de Europa, superando al Louvre. Al respecto Natali contesta: “Creo que el Corredor Vasariano no podrá convertirse jamás en un cordón umbilical que una a ambos edificios, porque la vigilancia en ese tramo, que es estrecho y larguísimo no sería adecuada; considero que un flujo continuo sería inadmisible. En lo referente a los números, creo que no cambiaría nada: los números tienen un valor relativo, jamás absoluto, por lo que hay que confrontarlos con la realidad del museo. La Galería Uffizi mide apenas la doceava parte del Louvre y tiene anualmente un millón y medio de visitantes; si el número de visitantes se multiplicara por doce, el museo francés debería entonces tener mayor número de visitantes, que por ahora es de ocho millones anuales.”

Los Nuevos Uffizi, como serán llamados, tendrán que responder al reto de la “democratización” del arte y evitar asimismo su comercialización y el consumismo, como parece ser la tendencia europea que está en favor de exposiciones estilo Blockbuster y ve con buenos ojos la política adoptada por ciertos museos relevantes, como el Louvre. El museo francés se encuentra por ahora presa de constantes polémicas; tal es el caso del reciente acuerdo con McDonald's para la apertura de una nueva sucursal en el museo que ha despertado la indignación de críticos como Jean Clair, para quien el Louvre se ha “transformado en una feria”.


Fotos tomadas de: http://www.nuoviuffizi.it

En Italia las mismas tendencias dividen la política y la cultura, y el país se duele de la escasa inversión estatal en la cultura (mil 668 millones respecto a los 2 mil 900 de Francia) además debido a la inclinación del actual gobierno por imponer un modelo cultural similar al de la TV comercial, que concibe a la cultura como máquina para hacer dinero. La nómina de Mario Resca como director general para la valorización del Ministerio para los Bienes Culturales es uno de los ejemplos más palpables. Este puesto –antes inexistente– fue concedido por Sandro Bondi (ministro de Cultura) al ex director de McDonald's Italia, sin concurso, y a un hombre sin ninguna experiencia en el área cultural, es un super manager que sabe bien como aumentar las ventas de sus productos, la operación no es difícil: el éxito de venta de hamburguesas tendrá que cuadrar para la cultura.

Antonio Natali considera que “no pueden ignorarse del todo las razones económicas, pero el museo debe conservar su función educativa y formativa que se ha ido perdiendo. Desgraciadamente, la obra de arte se está convirtiendo en una marca, en un fetiche. No hay que olvidar que una pintura es como un texto de poesía, pero hecho de imágenes, no de palabras. Es fundamental recuperar la estética, la ética del museo, su sentido moral.”

Natali, por lo mismo, es contrario a hacer préstamos de obras simbólicas como la Anunciación, de Leonardo: “Aunque triplicarían los ingresos económicos del museo, matarían mi conciencia porque no es justo que un visitante, que paga un boleto, no la encuentre en el museo. Se puede trabajar con el concepto democrático del arte de modo responsable. No hay que confundir divulgación con exhibicionismo del mito.”