Asamblea de Afectados Ambientales
“Rechazamos la autorización
de siembras de maíz transgénico
y denunciamos que es
un crimen ambiental y cultural”

Con más de mil delegados de organizaciones y comunidades de 15 estados, la quinta Asamblea Nacional de Afectados Ambientales reunida el 7 y 8 de noviembre, en Chichicuautla, Puebla, muy cerca de Granjas Carroll (cuyos criaderos industriales fueron el caldo de cultivo para la influenza H1N1 de principios de año), se pronunció contra la siembra de maíz transgénico en cualquier zona de México: “Re­chazamos la autorización de siembras experimentales de maíz transgénico y denunciamos que es un crimen ambiental, cultural y contra la soberanía alimentaria del país. Llamamos a todas las organizaciones, pueblos y comunidades a resistir y rechazar esta entrega de nuestro maíz nativo a las transnacionales y a no plantar ni consumir maíces que no sean campesinos”.
En este espacio que conjunta muy diversas luchas y que intenta un entendimiento colectivo de la devastación mutua de campo-ciudad, se intercambiaron experiencias de desastre que se repiten por todas las regiones del país: escasez, robo y contaminación del agua; envenenamiento del aire, destrucción de bosques, proyectos carreteros; despojo, erosión y contaminación de tierras; mega proyectos de minería a cielo abierto, basureros gigantes, urbanización salvaje, infectos criaderos industriales de animales, y la criminal imposición de la siembra de maíz transgénico.
“Asumimos la tarea de consolidar un movimiento en defensa del medio ambiente que satisfaga las necesidades de los pueblos. La Asamblea es un espacio donde se intercambian experiencias y se unifican luchas. Nos organizamos de forma plural, horizontal y con respeto hacia todas las formas de organización en lo local, regional, estatal y nacional. No pretendemos sustituir ni suplantar las luchas locales y su autonomía,  sino madurar respuestas a la gestión ambiental y el manejo de nuestros recursos naturales en todo el país y que sean las comunidades las que construyan y de­sarrollen las soluciones”, afirman en la declaración final del evento.
La Asamblea lucha por colocar la devastación ambiental de México en primer plano en la agenda de los grandes problemas nacionales. En esta quinta sesión, profundizó en la gestión colectiva de las soluciones discutiendo en detalle las secuelas sociales de los desastres provocados por los malos manejos de empresas y proyectos gubernamentales. Profundizó también en conjuntar un panorama amplio y desglosado de crímenes ambientales y sus consecuencias, que las autoridades, las empresas y los medios de comunicación ocultan sistemáticamente.
La comunidad de Chichicuautla en Puebla, sede de la reunión, invocó la Ley General del Equilibrio Ecológico y las constituciones y leyes en materia de ecología de los estados de Puebla y Veracruz, para exigir que el gobierno federal y los gobiernos de los estados obliguen a los dueños de Granjas Carroll  a respetar los diversos instrumentos internacionales suscritos por México para prohibir el envenenamiento del agua y de la atmósfera. Exigieron definir los límites de aprovechamiento de los mantos freáticos para evitar conflicto con otras actividades productivas concurrentes en la región que además comprometan la conservación de los recursos hídricos de ese territorio, y demandaron el retiro de cargos y absolución para José Luis Martínez Crisóstomo, Margarita Hernández Burgos, Bertha Cri­sóstomo Lara, María Verónica Hernández Argüello y el señor Guadalupe Serrano Gaspar, ciudadanos de La Gloria, defensores de los recursos naturales, quienes siendo inocentes sufren el hostigamiento y persecución judicial promovido en su contra por Granjas Carroll.
Además de respaldar la lucha que del Sindicato Mexicano de Electicistas, la Asamblea propuso la creación de un Consejo Nacional que se realizará a mediados de febrero de 2010, formado por delegados de organizaciones con representatividad sólida dentro de sus comunidades, y que deberán elegirse en los próximos meses. También se consolidó como un espacio libre de reflexión y un órgano de representación, por lo que nadie podrá hablar a nombre de la Asamblea y todos los acuerdos serán tomados por consenso entre comunidades, barrios, organizaciones y ong que juntos van intentando equilibrar luchas en apariencia disímiles pero cuya razón de ser es la misma: oponerse a la devastación de los lugares donde la gente vive y planea un futuro viable y compartido.

Verónica Villa