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La agrupación llegó a Puebla en su gira La granja; ahí refrendó su compromiso social

Hay que cantar lo que vive la sociedad sin temor a la censura: los Tigres del Norte

Seguiremos con la misma temática, porque el pueblo lo exige, señalaron en entrevista

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Los hermanos Hernández en plena actuación ante 30 mil personas, en PueblaFoto Notimex
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Martes 17 de noviembre de 2009, p. a11

Puebla, Pue., 16 de noviembre. Con un concierto que reunió a más de 30 mil personas en el estadio de beisbol Hermanos Serdán de esta ciudad, los Tigres del Norte clausuraron la décimo primera edición del Festival Internacional de Puebla (FIP) la noche del domingo, para continuar con su gira La granja, nombre de su más reciente producción discográfica y de la polémica canción por la que han sido vetados en algunas radioemisoras del país.

Estamos con ustedes, agradecemos la invitación de las autoridades de Puebla, y sépanlo: seguiremos siendo portavoces de sus historias, expresó Jorge Hernández, líder de la agrupación norteña al comenzar el recital, en concordancia con lo que antes señaló a La Jornada: Siempre hay que decir la verdad y las realidades que vive nuestra sociedad; a eso hay que cantarle, hay que expresarlas sin temor a nada, mucho menos a la censura.

Cómodos, como en casa, y sin temor a los actos que reprueban nuestro quehacer, los hermanos Hernández (Jorge, Hernán, Eduardo, Luis y el primo Óscar Lara) permanecieron en la tarima por alrededor de tres horas desgranando uno a uno los temas de un amplio repertorio que la gente entonó en gigantesco coro, porque son suyos, como les reiteró el tigre mayor.

Mojado acaudalado, Mesa del rincón, Ayúdame a creer, Ni parientes somos, Prisión de amor, Tú, yo y la Luna, Golpes en el corazón y La manzanita fueron algunas de las canciones con que iniciaron la fría noche poblana que no tardó en calentarse, sobre todo al llegar los llamados corridos prohibidos: Camelia la texana, Contrabando y traición, Jefe de jefes, La reina del sur, El rengo del gallo giro, Pacas de a kilo y desde luego, La granja.

“Nosotros –dijo Hernán– seguiremos con la misma temática en nuestras canciones, porque es el pueblo el que lo exige. Somos una agrupación con más de 40 años en el ambiente de la música, y lo único que deseamos es ser la voz de la gente que grita sus verdades y no es escuchada.

No se crea, algunos han dicho que lo único que queremos es hacer una canción para que se haga popular y exitosa y así obtener beneficios económicos. Nuestro compromiso social es real. Desde nuestra tribuna hacemos lo posible para representar a esa gente, que de repente está oprimida y hay que darle un aliciente. Por eso hay que rugir fuerte.

–¿En qué sentido les afecta el veto radiofónico?

–El público sabe lo que los Tigres cantan y siempre nos piden este tipo de temas, de ahí que sea innecesaria la acción del veto. Prográmense o no nuestras canciones en la radio, el público finalmente las escucha, ya sea en los conciertos o con la palomilla, en sus caseteras y tocadiscos. Así se van por el camino, rolando.

–No es la primera vez que se les veta por tocar canciones de este tipo, incluso compilaron en un álbum estos corridos prohibidos, disco que también fue censurado.

–Es cierto. Esto sucede desde el principio, porque desde nuestros inicios hemos tratado de contar nuestra realidad, lo que en verdad está pasando. Situaciones como la del Gato Félix, periodista del periódico Z, de Tijuana, al que le hicimos un corrido que intentaron prohibir porque no era conveniente, nos dijeron.

“Entonces, si prohíben lo que hacemos es porque estamos tocando puntos sensibles, y eso molesta. La censura es cosa terrible, contraria al desarrollo del pensamiento de una sociedad moderna, pero que en nuestro país se da y hasta contra los periódicos serios, como La Jornada, que dice lo que está pasando, lo que le sucede al pueblo, y por decir esas realidades incomoda a la gente del poder.”

Existe temor, mas no angustia

–¿Se corre riesgo en su oficio, como en el oficio de reportero, al tratar estos temas?

–Siempre existe riesgo de que si a alguien o a un grupo determinado no le agrada lo que decimos en una canción manifiesten su descontento de manera agresiva.

–Hemos notado que traen consigo un fuerte dispositivo de seguridad. ¿Temen sufrir un atentado?

–La gente de seguridad opera más en el sentido de resguardo en nuestros conciertos, porque acude mucha gente y por la emoción se salen un poquito del orden. Fuera de eso mantenemos una vida normal.

–Pero, ¿temen que les suceda algo por ventilar situaciones del narco en sus canciones?

–Aunque el temor existe no vivimos en la angustia, sería penoso vivir así, ¿no? Claro que estamos preocupados, pero más por lo que le pasa a nuestra gente. Por eso cantamos este tipo de canciones, porque de alguna manera puede ayudar a generar conciencia de esa realidad, a ayudar a que cambie aunque sea un poquito el estado de las cosas y tener un horizonte más claro.

Para concluir y con referencia a lo sucedido con las autoridades del Auditorio Nacional y el supuesto veto impuesto en la entrega de Las Lunas, Hernán Hernández señaló que la relación con las autoridades encargadas del recinto está bien; muestra de ello es que el próximo año se presentarán ahí.

Ellos hicieron un documento en el que dicen que no tienen nada en contra de nosotros y esperamos que eso se cumpla, porque deseamos expresarnos, explicó el segundo de abordó en la agrupación felina, quien añadió que la Secretaría de Gobernación también se deslindó de toda censura.

Respecto de los planes de fin de año, indicó que continuarán con una gira de presentaciones en Estados Unidos, la cual terminará el 21 de diciembre y que para marzo empezarán a escoger el material del nuevo disco que saldrá en el mes de julio de 2010.