Opinión
Ver día anteriorMartes 17 de noviembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

El reloj legislativo, a contrapelo

Aprobado, el dictamen del PEF

Descontada la nómina burocrática a cada mexicano le quedan $20

C

on un reloj legislativo que los diputados manipulan que da gusto y que funciona a contrapelo del tic tac de los mortales, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de San Lázaro aprobó, ayer en la madrugada y por unanimidad, el dictamen del decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2010. Tres billones 176 mil 332 millones de pesos esperan ansiosos el arranque formal del año nuevo para ser gastados y satisfacer a plenitud las urgencias de los mexicanos y las del país por ellos habitado.

¡Oh, maravilla virtual! El reloj de los mexicanos indica que los diputados descaradamente violaron la ley, al no aprobar en tiempo y forma el citado presupuesto (límite: media noche del 15 de noviembre), pero la creatividad de la clase política mexicana es inagotable: de la manga se sacó (en 2002, y con la decidida participación de Beatriz Paredes Rangel, actual dirigente priísta, según dicen) el citado reloj legislativo para manejar el tiempo (detenerlo o reiniciarlo) de acuerdo con sus necesidades, algo que ni en sueños pueden hacer los mortales.

Habría que imaginar lo que pasaría si los contribuyentes cautivos adujeran razones de reloj fiscal para no pagar, en tiempo y forma, el alud de impuestos que sobre sus espaldas dejaron caer los legisladores, tras la aprobación de la Ley de Ingresos 2010. Cuando los muchachos de la Secretaría de Hacienda tiraran la puerta del contribuyente moroso para exigir el cumplimiento de la ley, el pagador de impuestos tendría todo el derecho –en cumplimiento de lo dispuesto por los representantes populares– de mandarlos a paseo, porque su reloj (fiscal, salarial, sexual, biológico o el que se le ocurra en ese momento) está detenido, así que favor de no estar molestando. Y los enviados de Carstens cortésmente aceptarían la invitación de retirarse.

Pues bien, 20 horas después de que venció el plazo constitucional para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2010 (es decir, las 19 horas del lunes 16 de noviembre, cuando se teclean estas líneas y el tecleador carece de reloj alguno para detener el tiempo en espera de la votación en el pleno), los inquilinos de San Lázaro ni siquiera se habían tomado la molestia de reanudar la sesión por ellos mismos pospuesta el pasado viernes 13, no obstante que la nueva cita consensuada se marcó para las 17 horas de ayer. A lo más que llegaron los heraldos de los gobernadores, disfrazados de legisladores, fue a palomear el dictamen del PEF en la citada comisión, porque el reloj legislativo se mantenía no detenido, sino en la congeladora.

Cuando menos ya hay dictamen, dirían los más optimistas, y con billonario monto. En efecto, 3 billones 176 mil 332 millones de pesos parece un mundo de dinero, y los mexicanos, gozosos, deben celebrar, porque a cada uno de ellos de ese monto le tocaría la fabulosa cantidad de 81 pesos con 33 centavos cotidianamente. Ni el Melate. Pero el problema comienza cuando se desmenuza el presupuesto, se conoce adónde va el grueso de los dineros, se reacomodan las cifras y se resta lo conducente. Así, una vez descontada la nómina burocrática (servicios personales), otros gastos corrientes, el pago de la deuda y otras menudencias, a cada hijo de esta gloriosa patria le quedan, en el mejor de los casos, poco más de 20 pesos por día, con los que gobierno y legisladores (que sin duda son excelentes administradores) aseguran garantizar el futuro venturoso (léase para vivir mejor) por ellos prometido en campaña.

Por los no muy lejanos días del debate parlamentario que llevó a la aprobación de la Ley de Ingresos 2010 (en esa ocasión para asaltar a los mexicanos no se vieron en la penosa necesidad de utilizar el reloj legislativo), algunos diputados sacaron a relucir su refinado castellano, y a los opositores del paquetazo económico advirtieron: ahora sí van a comer mierda ustedes, ¡cabrones!.

En ese entonces se comentó en este espacio que algunos puritanos pusieron el grito en el cielo por tan elevadas palabras, aunque en los hechos los autores de tal frase sólo pronosticaban (con mucho tino) el futuro inmediato, porque tras la aprobación del alud de impuestos, el incremento de precios y tarifas del sector público y el Presupuesto de Egresos de la Federación la única alternativa que dejaron a los mexicanos es, precisamente, seguir comiendo mierda, porque no dejaron para más, con o sin reloj parlamentario.

Lo anterior, desde luego, se aplica al grueso de mexicanos, pero no a quienes reparten y gozan del pastel de los dineros públicos. Todo indica que el nene de Toluca (mejor conocido como el góber engominado marca fábrica de los sueños) tuvo más fichas y, por ende, se llevó la mayor parte de la cobija presupuestal, pero que no se hagan ilusiones los habitantes del estado de México, puesto que esos recursos no serán destinados precisamente al bienestar y desarrollo de los mexiquenses. Recuérdese que las campañas políticas cuestan mucho, y más los promocionales en el canal de las estrellas, donde gratis ni las galletas.

Con una herramienta tan práctica como el reloj legislativo, no cabe duda de que tarde que temprano habrá Presupuesto de Egresos de la Federación 2010; no importa si se aprueba a mediados del próximo año, o más allá. Total, para efectos del tic-tac de San Lázaro siempre serán las 23:59 del domingo 15 de noviembre de 2009. Y cada uno de los mexicanos, en el mejor de los casos, tendrá sus 20 pesotes para vivir mejor en este golpeado y ofendido país en el que nunca pasa nada, aunque pase todo.

Aprobado el PEF 2010, comenzará el incumplimiento gubernamental. A un año de distancia se constata el avance de lo comprometido en el paquete económico 2009. En ese entonces, el inquilino de Los Pinos ofreció: crecimiento del PIB de 3 por ciento; inflación de aproximadamente 3.8 por ciento; tasa de interés promedio de los Cetes a 28 días de 8 por ciento; precio promedio de referencia para la mezcla mexicana de petróleo crudo de 80.3 dólares por barril y plataformas de producción y exportación de crudo de 2 millones 750 mil y un millón 336 mil barriles diarios, respectivamente; los ingresos totales aumenten a 5.7 por ciento real (del PIB) con respecto a lo aprobado en 2008; dentro de éstos, los ingresos petroleros serán superiores en 12.4 por ciento a lo aprobado para 2008 como resultado del mayor precio del petróleo.

Las rebanadas del pastel

¡Auch!, se mordió la lengua: resulta lamentable que quien fuera secretario general del sindicato (de Electricistas) recurra a la distorsión informativa para tratar de generar simpatía; el gobierno está actuando con absoluta seriedad, informando puntual y explícitamente lo que está ocurriendo en todos los órdenes (Javier Lozano Alarcón, cuentacuentos de la Secretaría del Trabajo).