Este viernes podrán abandonar el penal de Barrientos –ubicado en el estado de México– los electricistas Manuel Santos Crisóstomo e Israel Espinoza, una vez que garanticen una fianza para enfrentar sendos procesos penales en libertad condicional. Ayer, el juzgado tercero de distrito de procesos penales con sede en el estado de México reclasificó la acusación de tentativa de homicidio y la cambió por lesiones que tardan menos de 15 días en sanar. Los procesados fueron detenidos el pasado 11 de noviembre, cuando se dirigían a la ciudad de México a la manifestación convocada por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), luego de que atropellaron a efectivos de la Policía Federal en la autopista México-Querétaro. La Procuraduría General de la República les imputó originalmente tres acusaciones, entre ellas tentativa de homicidio, con el propósito de agravar los delitos y evitar que tuvieran el beneficio de la libertad provisional bajo fianza. En su fallo de ayer, el juzgado federal determinó también que no existen elementos suficientes para acusarlos de ataques a las vías de comunicación, por lo que les dictó auto de libertad por ese delito. Sólo se les inició proceso por delitos contra servidores públicos –cargo no grave– y lesiones. Los procesados podrán abandonar la prisión una vez que el juzgado les fije un monto de garantía, lo que ocurrirá en el transcurso de hoy. Santos Crisóstomo e Israel Espinoza, miembros del SME, pertenecen a la división de Juandhó, Hidalgo, y fueron detenidos el 11 de noviembre tras un incidente con policías federales en la autopista mencionada, a la altura de la caseta de Tepotzotlán, junto a otros nueve electricistas que fueron liberados por el Ministerio Público federal al día siguiente.

María Esther Aguilar Cansimbe, reportera de la fuente policiaca de El Diario de Zamora y corresponsal del periódico Cambio de Michoacán en esa ciudad, está desaparecida desde el pasado 11 de noviembre, denunciaron los rotativos y la organización francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Margarita Zavala declaró que la crisis financiera mundial obliga a una mayor efectividad de los programas en favor de los niños, a quienes, aclaró, no se les debe ver como una estadística.