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Con aval del gobierno yucateco, empresarios de cuatro países iniciarán obras en 2010, dicen

Denuncian artesanos megaproyecto turístico en la zona de Chichén Itzá

Podría dañar el patrimonio cultural del sitio arqueológico, así como modificar usos y costumbres de indígenas mayas y dejar sin empleo a 800 comerciantes; líderes piden información a dependencias

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Dirigentes demandaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública detalles completos sobre el megaproyecto turístico en Chichén Itzá. En la gráfica, un artesano de la zona arqueológicaFoto Luis A. Boffil
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 28 de noviembre de 2009, p. 23

Mérida, Yuc., 27 de noviembre. El colectivo de artesanos y comerciantes Nueva Kukulcán, que labora en la zona arqueológica de Chichén Itzá, denunció que firmas empresariales extranjeras pretenden desarrollar en los alrededores de ese sitio prehispánico un complejo turístico que afectaría el entorno y modificaría los usos y costumbres de los indígenas mayas.

Villevaldo Moo Pech y Silvia Cimé Mex, dirigentes de los artesanos, manifestaron que empresarios de México, China, Francia y Canadá, apoyados por el gobierno de Yucatán, empezarán en 2010 la construcción de 12 hoteles de cinco estrellas, campos de golf, lagos artificiales, casas de artesanías, parques acuáticos y un centro de convenciones, con una inversión calculada en 2 mil millones de pesos.

Aseveraron que se enteraron de este proyecto mediante informes filtrados desde altas esferas del Poder Ejecutivo y todavía desconocen los nombres de los consorcios extranjeros, aunque saben que son de naciones con gran poder económico.

Pech Moo dijo que el aval del gobierno estatal, que preside la priísta Ivonne Ortega Pacheco, incluye coordinar la logística y la operatividad mediante el Sistema para el Financiamiento del Estado de Yucatán (Sifidey).

Sin embargo, este apartado oficial –todavía en el papel– aún tiene que ser aprobado por el Congreso del estado, controlado por el tricolor, pero requiere a su vez de las tres cuartas partes del voto de los 25 legisladores.

El Sifidey se basa en que el Ejecutivo concesiona obras a la iniciativa privada sin aportar recursos del erario. Al cabo de unos años, el gobierno recibe un porcentaje de dinero, siempre y cuando el proyecto demuestre su rentabilidad.

Los dirigentes destacaron que ya solicitaron informes por escrito al gobierno estatal, a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública. Solicitamos información porque los nativos mayas de Chichén Itzá, al parecer, están excluidos de tan importante megaproyecto turístico que se mantiene en el hermetismo, agregó Silvia Cimé.

Ambos dirigentes demandaron información completa del lugar o del área donde se desarrollará el complejo turístico, fecha de inicio y conclusión.

Villevaldo Moo subrayó que un proyecto de tales dimensiones, de no estar debidamente preparado y con permiso otorgados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, podría afectar el entorno de la zona de Chichén Itzá, modificar los usos y costumbres de los mayas, dejar sin empleo a más de 800 artesanos y comerciantes y dañar el patrimonio cultural del sitio prehispánico.

Hostigamiento de empresario

Recordaron que en años recientes, los artesanos y comerciantes de Chichén Itzá han sido hostigados y agredidos por el empresario Hans Thies Juergen Barbachano, propietario de unas 300 hectáreas de la zona arqueológica, el que ha intentado expulsarlos de ese territorio.

La corresponsalía intentó consultar a las autoridades estatales acerca de este proyecto, pero dijeron no tener conocimiento de este asunto y quedaron en dar informes más precisos en breve.