Caótico resultó el cierre de Félix Cuevas para los automovilistas que circularon por Río Churubusco y Río Mixcoac, pues el operativo policiaco desplegado con 55 elementos y 32 becarios de la academia se concentró en Eje 7 Sur; en las calles de Parroquia, San Lorenzo, Miguel Laurent y Pilares, así como avenida Universidad, el tránsito se paralizó por momentos, ante la falta de información y colocación de señalamientos que desviara la circulación anticipadamente de la zona de obras.

Las prisas para llevar a los niños a la escuela, dirigirse al centro de trabajo o acudir a una cita médica derivaron en claxonazos, así como en palabras y señas obscenas por parte de algunos conductores, que trataron de incorporarse a los dos carriles abiertos en el extremo izquierdo de Félix Cuevas, donde sólo se permitió el paso de tránsito local, transporte concesionado y RTP que mantiene sus cuatro rutas: Zapata-San Mateo Tlaltenango, Santa Martha-Zapata, Santa Martha-Mixcoac y Mixcoac-Sur 73.

La colocación de trafitambos, triblocks, láminas y malla de plástico para delimitar la zona de trabajo, donde se encuentran grúas y una máquina almeja, con la cual se construirán los muros de las nuevas estaciones, confundió a ríos de gente que salían de la estación Zapata, quienes desconocían la nueva parada de los autobuses hacia Insurgentes.

Las largas filas que se generaron por la mañana obligaron a algunos a caminar entre los escombros que quedaron de los dos puentes peatonales ubicados en Eje 7 Sur con Universidad y avenida Coyoacán, y los puestos ambulantes que se apostaron del lado izquierdo del eje, para ofrecer alimentos, bisutería, ropa y discos compactos; mientras Guadalupe Vargas y Guillermina Martínez, instaladas en dichos cruces, agilizaban el paso de los peatones, orientaban a la gente sobre dónde abordar las unidades y colaboraban en el retiro de los trafitambos y mallas para permitir el ingreso o salida de vehículos pesados.

Desorden y desconcierto entre los conductores que intentaban circular sobre avenida Río Mixcoac, debido a las obras de construcción de la línea 12 del Metro sobre el Eje 7 Sur Félix CuevasFoto Carlos Ramos Mamahua

Es una tarea difícil, porque muchas veces la gente no la valora y somos objeto de actitudes groseras, pero trabajar en una obra tan importante, como es la construcción de la línea 12 del Metro, es un orgullo, porque vamos a pasar a la historia, aunque sea de manera anónima, dicen estas mujeres que laboran 12 horas diariamente, bajo el rayo del sol o el frío de la noche, por un salario promedio de mil 200 pesos semanales, y a quienes sus compañeros las llaman La Güera y La Guille.

Dicho orgullo no es compartido por comerciantes, que ya sufren una baja en sus ventas y clientela. Nadie quiere comer o comprar cosas llenas de polvo. Y menos brincar una zona minada para acceder a los negocios, dijeron, en tanto, vecinos, como Rebeca Cuéllar, habitante del edificio A del Centro Urbano Presidente Miguel Alemán, expresaron temor de que los inmuebles que habitan resulten dañados estructuralmente por las excavaciones para la construcción de cuatro estaciones subterráneas.

Pese a que las autoridades capitalinas anunciaron que el cierre del Eje 7 Sur sería de Cuauhtémoc a Insurgentes, éste se amplió hasta Vizcaya, donde fueron desplegados elementos policiacos. Alfredo Hernández García, subsecretario de Control de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública, informó que las calles transversales a esta vialidad, como Universidad, Coyoacán, Insurgentes y Patriotismo, permanecerán abiertas.