Opinión
Ver día anteriorLunes 7 de diciembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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El Payo pobló silencios
A

nte la negra modelo llena de espuma en la tarde invernal, cantos, esperanzas y dolores. Honda ternura, profunda pena, que gime y suena en desgarrado lamento al compás del pase del torero queretano Octavio García El Payo. Sólo queja, placer y llanto en suave aliento que perfumaba el alma de los aficionados. Melancolía ante la pérdida de la casta de los toros que llevan a los chavales a ponerle emoción que no tienen los bureles y llevarse arropones de órdago.

Este Payo que es un pavo tiene en su toreo un dulce encanto, misterioso y arcaico que embrujó ayer a la afición de la México. Polvo de tradición y de campo bravo del Bajío palpitan en su ser. Los pases naturales ligados hasta las raquíticas fuerzas de los de San Isidro los remataba con torería dejando huellas de leyenda. Dígalo si no, la fuerza y las ganas con las que se tiró a matar en riñonudas estocadas que le valieron salir triunfador del coso en hombros.

El Payo enriquecido en sus campañas españolas, más maduro, llegó cual torrente de fuerza natural que se deslizaba como ola de fondo o el desbordarse de un río, llama de fuego que acabó con sus toritos al desenvolver el filo de su espada que conforme entraba lentamente en las carnes del burel se tornaba diáfana hechicería en mallas de embrujo tejido.

En la misma forma que Cayetano Ordoñez salió a por todas. Es de Ronda, nieto de Antonio e hijo de Paquirri y se traía en su torear una solera desordenada ante los débiles toritos. Desorden que superará en las corridas en que participará su campaña invernal mexicana.

Planta de torero en capote y muleta llenos de gracia. Su quehacer invita al jaleo y su porte condiciona que el mujerío en los tendidos se acayetane.

La temporada, pese a los novillones, se va para arriba: Mauricio, El Cejas, El Payo y Cayetano independiente de las figuras. La afición se ha entusiasmado con los jóvenes valores. A la salida, en el recuerdo del que escribe, la vieja copla rondeña: ¡Ay de Ronda / sin toreros / y sin fama / cuando fue la emperadora!. Será Cayetano el heredero de Antonio el abuelo o de Pedro Romero el inventor del toreo.