Oaxaca, Oax., 7 de diciembre. La Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos (CDDH) de Oaxaca emitió una recomendación al Instituto Estatal de Ecología (IEEO), luego que el Comité 30 de Abril por la Salud de Nuestros Hijos lo acusó de permitir que sigan contaminando los hornos de ladrillo ubicados en los municipios de Santa Lucía del Camino, San Sebastián Tutla, Santa Cruz Amilpas y San Agustín Yatareni, conurbados a esta capital.

Araceli Mancilla Zayas, representante de la CDDH, informó que desde hace más de 10 años un grupo de habitantes de esas localidades ha solicitado la intervención del IEEO para frenar la contaminación producida por los hornos de ladrillo, que daña la salud de quienes trabajan en esa industria y de quienes viven en los alrededores.

Aseguraron que estos establecimientos están entre los prinipales emisores de sulfatos, óxidos de nitrógeno, partículas suspendidas, monóxido de carbono e hidrocarburos en la ciudad de Oaxaca y zona conurbada, según datos del propio IEEO.

Sin embargo, subrayó, el IEEO violó la Ley de Equilibrio Ecológico de Oaxaca, pues admitió el problema pero no ha hecho algo para prevenir, reducir o controlar la contaminación.

Tampoco realizó acciones de coordinación institucional con autoridades federales y municipales, adoptó medidas de seguridad ni impuso sanciones administrativas. Sólo giró recomendaciones a las autoridades municipales que son ignoradas y organizó reuniones intrascendentes que mantienen el problema intacto, señaló.

La CCDH recomendó al IEEO elaborar con peritos normas sobre la instalación, horarios y condiciones de operación de los hornos, conforme a la Ley de Equilibrio Ecológico del Estado.

También recomendó investigar y, en su caso, sancionar a los servidores públicos que omitieron atender las quejas de la comunidad afectada.

Mancilla Zayas recordó que el comité solicitó en 2007 al IEEO, a la Secretaría del Medio Ambiente y a dependencias del sector salud, así como la Secretaría de Desarrollo Social, otorgar apoyos a los productores de ladrillo para sustituir sus hornos contaminantes por equipo avalado por el Instituto Politécnico Nacional.

Dicho comité pidió además realizar estudios de riesgo sanitario entre las personas que producen ladrillo y la población que respira las sustancias que emanan de los hornos, para evaluar el daño causado.