Sociedad y Justicia
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México es un país trasnacionalizado, asegura Alberto Gómez, de UNORCA

Represión policiaca roba cámara durante la cumbre climática en Copenhague

Ayer se registraron unas 200 detenciones en dos marchas que cruzaron la capital danesa

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Un activista es detenido por policías daneses durante una manifestación que se realizó ayer en Copenhague, en el contexto de la Conferencia de las Partes sobre Cambio ClimáticoFoto Ap
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Lunes 14 de diciembre de 2009, p. 36

Copenhague, 13 de diciembre. Este domingo fue día de pausa en los trabajos de la 15 Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP15) en Copenhague. No fue así para los miles de asistentes y miembros de la sociedad civil que se reúnen en estos días en la capital danesa. Las actividades del KlimaForum09 (KF09) retomaron el ritmo habitual después de la parcial suspensión del sábado para la participación en la exitosa marcha internacional.

Al mismo tiempo, hubo dos iniciativas paralelas pero coordinadas: una en el centro de la ciudad, frente al Ministerio de la Agricultura, organizada por Vía Campesina; la otra, en la extensa área del puerto de Copenhague, bajo el lema Golpea a la producción. En ambas, la policía intervino, en momentos de manera extrañamente abusiva y nerviosa, causando un impreciso número de detenidos.

Así, el tema de la represión policíaca se impuso otra vez en discusiones y debates entre los participantes en las acciones de protesta. Tras tres días de intensas intervenciones de las fuerzas del orden, los manifestantes no sólo se ocupan de liberar a los cientos de presos, sino reflexionan acerca del real respeto al derecho al libre tránsito y manifestación en la ciudad.

Alrededor del mediodía, cientos de integrantes de Vía Campesina se reunieron frente a las instalaciones del Ministerio de la Agricultura danés, mismo que se encuentra a pocas calles de la céntrica plaza municipal. Rodeados por otros cientos de manifestantes solidarios y por mucha gente que ahí se encontraba, los militantes realizaron un llamativo performance de la relación entre campesinos y tierra, y entre los dos y la industria agroalimentaria multinacional, señalada como culpable de la actual situación de los agricultores y como corresponsable del calentamiento global.

Agricultura sustentable, la alternativa: UNORCA

Alberto Gómez, de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), grupo perteneciente a Vía Campesina, comentó: El gobierno de México justifica lo que ocasiona la producción industrial de cerdo, como por ejemplo Granjas Carroll, es decir, los daños ambientales que provoca. El gobierno actúa en contra de los intereses de los campesinos, pero también de la sociedad en su conjunto, pues esto favorece el hecho de que México sea un país trasnacionalizado.

Gómez agregó que por parte de la organización hubo contactos y pláticas con representantes de otros gobiernos, sobre todo los pertenecientes al G-77. Sin embargo, explica el militante campesino originario de Michoacán, lo que sucede adentro (en la COP15) es que hay un bloque de países que quiere borrar todo lo de Kyoto y replantear las negociaciones. Nosotros vamos más allá, pues no son una solución la agricultura industrial, los transgénicos, los agrocombustibles; ésas son falsas soluciones, como lo es también la labranza cero, pues ese sistema prevé un uso intensivo de químicos que agreden a la tierra, la empobrecen.

Por el contrario, sostiene Gómez, nuestra propuesta de agricultura sustentable es la alternativa y contribuye a frenar el calentamiento global, inclusive lo podría enfriar. La propuesta de Vía Campesina, entonces, es contraria al actual sistema agroindustrial: cultivos y producción agrícola para las comunidades, con comercio local nada más. Los habitantes consumen cerca de donde se produce, evitar los largos traslados.

Concluye resumiendo la situación en México: En el actual contexto de crisis, un país que no es capaz de producir los alimentos que necesita es un país débil, sujeto a presiones, un país dependiente.

La democracia de la obediencia

Terminada la movilización de Vía Campesina, una marcha improvisada cruzó las pocas calles que separan la sede del Ministerio de la Agricultura de la del KF09. Alegre y ruidosa, la pequeña marcha avanzaba cuando, en un operativo evidentemente improvisado, la policía detuvo, frente a las miradas incrédulas de los asistentes, a 10 manifestantes.

Ese episodio indignó a los presentes, pero no provocó mayor sorpresa, pues en estos días las detenciones de manifestantes son constantes y arbitrarias en prácticamente toda la ciudad. Es suficiente andar con apariencia sospechosa en la calle y tener la suerte de cruzar uno de los numerosos bloqueos policiacos para ser arrestado y llevado a la mal afamada cárcel-granja. El sábado se concluyó con mil detenciones, pues a las 400 de la marcha se fueron sumando otras más, realizadas tanto después de la magna manifestación internacional como en la protesta organizada esa misma noche en solidaridad con los presos anteriores.

Este domingo también se realizaron otras 200 detenciones con lujo de violencia durante la protesta Golpea la Producción, en la que unos 500 manifestantes caminaron hacia el puerto de Copenhague. Marcharon medio kilómetro antes de que la policía se cansara y se nos lanzara encima, narra uno de los manifestantes. Nos hicieron sentar y tras media hora de tenernos ahí, nos preguntaron quiénes querían manifestarse más. Y todavía sin creerlo él mismo, cuenta: Los que levantaron las manos fueron llevados directamente a la cárcel; los demás fuimos revisados con cierta rudeza.

La noche del sábado, el jefe de la policía de Copenhague, Per Larsen, interrogado por los periodistas con respecto al elevado número de detenciones, ofreció disculpas por los casos de los muchos inocentes, primero arrestados y luego de seis horas liberados sin cargos. Al momento del arresto no podemos saber quién es culpable, explicó.