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Urge alinear la política monetaria, fiscal y financiera, asegura el ex titular de Hacienda

El Senado aprueba en comisiones la designación de Carstens en el BdeM

El nuevo funcionario no puede actuar bajo el arbitrio del gobierno en turno, advierte el PRI

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Agustín Carstens durante su comparecencia ante comisiones del Senado. Le acompañan los legisladores Fernando Castro y José Isabel TrejoFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Martes 15 de diciembre de 2009, p. 5

En comisiones, el Senado de la República ratificó anoche el nombramiento de Agustín Carstens como integrante de la junta de gobierno del Banco de México, después de que el ex secretario de Hacienda sostuvo ante los legisladores que se requiere profundizar la comunicación entre el banco central y el gobierno federal, para alinear la política monetaria, fiscal y financiera por el bien del país.

Oír no compromete, dijo, y aclaró que en ningún momento el Presidente de la República le ha pedido o insinuado que abuse o vulnere la autonomía del Banco de México para lograr algún efecto efímero en la economía.

Lo que el Ejecutivo federal busca, agregó, es más bien hacer eficiente la colaboración entre el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, respondió Carstens ante los cuestionamientos que le formularon senadores de PRI, PRD y Convergencia.

Desde su intervención inicial, Carstens sostuvo que se requiere una estrecha colaboración entre el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, y mayor diálogo con el gobierno federal.

Añadió que sin que fuera una crítica a la gestión de Guillermo Ortiz, ha habido celo excesivo en hacer valer la autonomía de ese instituto y el concepto se ha malinterpretado, al situarlo como un aislamiento del gobierno.

Lo anterior fue el tema recurrente durante la comparecencia ante comisiones del ex secretario de Hacienda. El senador priísta Carlos Lozano le advirtió que su bancada espera que el nuevo gobernador del Banco de México respete y haga respetar la autonomía de ese organismo, y le recordó que el nuevo funcionario no es ni puede ser asesor del gobierno en turno, y mucho menos actuar bajo el arbitrio de éste.

Igualmente el senador Dante Delgado, de Convergencia, pidió precisar si el Banco de México se verá obligado a bajar su cifra sobre deuda pública, para estar acorde con la de la Secretaría de Hacienda, la que difiere en más de un billón de pesos.

También le preguntó: ¿a quién va a rendir cuentas el nuevo gobernador del Banco de México?

Carstens respondió que rendirá cuentas al Legislativo, ya que hay un mandato constitucional en ese sentido, pero defendió su visión particular del concepto de autonomía, y aprovechó para abundar en ello a partir de la intervención del senador panista Alejandro Zapata Perogordo, quien expresó que no se puede concebir autonomía como independencia total, pues no puede jalar por un lado el banco central y por otro el gobierno federal.

El ex titular de Hacienda resaltó, de manera abierta, con toda responsabilidad, que el Banco de México puede aportar más a través de buscar una mayor coordinación en la instrumentación de la política monetaria y financiera, y también contribuir mediante el capital humano para el diseño de otras políticas.

Ello, reiteró, no vulnera la autonomía del Banco de México, que tiene que sumarse de manera muy decidida al desarrollo e impulso del sistema financiero nacional, que es como un avión de cuatro motores; uno de ellos está apagado o no está plenamente carburando.

Aseguró que no es necesario cambiar la Ley del Banco de México, sino explotar los grados de libertad que esa legislación da. Detalló que hay instancias de coordinación que se pueden explotar para que ese organismo pueda opinar en algunas decisiones del gobierno y también el banco central escuchar la opinión del gobierno federal y se pueda tener una mejor lectura de cuál es la situación económica del día.

Oír no compromete, pero lo que tiene que hacer el Banco de México es tomar sus decisiones de manera autónoma, insistió.

La senadora priísta María de los Ángeles Moreno hizo notar que a su grupo parlamentario le quedan dudas sobre la autonomía del Banco de México y la colaboración con el Ejecutivo, y exhibió frente a Carstens uno de los nuevos billetes de 200 pesos, que en una de sus caras tiene un estandarte de la Virgen de Guadalupe. Ello, agregó, va en contra del Estado laico y no sé a quién decírselo, al Ejecutivo o al Banco de México.

Me compromete a tomar nota sobre los billetes, contestó Carstens al final.

Después de de la comparecencia, en la que todos –incluida la perredista Minerva Hernández– le reconocieron preparación y capacidad, se elaboró el dictamen en el que se ratifica su nombramiento como integrante de la junta de gobierno del Banco de México, para que después los miembros de ese órgano lo designen gobernador.

El dictamen se votará hoy ante el pleno, en la última sesión de este periodo ordinario del órgano legislativo.