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El dinero se destina a partidas inexistentes; no entrega informes a agremiados: disidencia

Romero Deschamps recibe de Pemex miles de millones de pesos sin rendir cuentas
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Análisis de muestras en la plataforma Gail, de Venoco Inc, en la costa de California cerca de Santa BarbaraFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de diciembre de 2009, p. 22

La dureza con que el gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa actuó para tratar de reducir al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se vuelve tersura cuando del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y su dirigente Carlos Romero Deschamps se trata. Así lo sostuvo Mario Rubisel Ross García, quien desde hace varios años dirige una coalición de petroleros que demanda democratizar los procesos internos en la organización gremial y transparentar el manejo de los recursos de que dispone.

Cada año, Romero Deschamps recibe miles de millones de pesos destinados a partidas que en la práctica son inexistentes, como una central de abasto, tiendas de consumo para trabajadores, construcción de vivienda, y la lista es enorme, aseguró Ross García, dirigente de la Coalición Petrolera Independiente. Las cifras totales son difíciles de determinar, asegura, pero aporta documentos, en una entrevista con La Jornada, que muestran las sumas que Petróleos Mexicanos (Pemex) transfiere al STPRM en medio de lo que llama total opacidad.

Como telón de fondo, dice Mario Ross García, está el hecho de que la toma de nota –una facultad de la autoridad federal del Trabajo para reconocer o no a las dirigencias de los sindicatos– de Romero Deschamps es, a su juicio, ilegal. “Con mucho menos del escrúpulo que la autoridad federal puso en la ‘toma de nota’ del SME, la actual dirigencia sindical de los petroleros no debería ser reconocida, porque es ilegal”, afirmó.

Romero Deschamps se religió para su actual periodo al frente del STPRM en una convención de delegados a finales de 2005. Sólo que el periodo comenzaba en enero de 2007 y los estatutos del gremio indican que la convocatoria debe ser emitida 90 días antes de la fecha de elección, explicó Ross, quien asegura que de esta forma Romero trató de blindarse ante un posible cambio de partido en el gobierno en los comicios de 2006.

Sostuvo que Romero Deschamps modificó los estatutos para que el periodo del secretario general se extendiera de tres a seis años, con posibilidad de una relección. Romero cumplió 12 años al frente del sindicato en 2005, así que hay una violación más. Pero aun así el actual secretario del Trabajo, Javier Lozano, emitió la toma de nota a la actual dirigencia, abundó.

Ross García, ex dirigente de la sección 44 del STPRM, en Tabasco, y con más de tres décadas de experiencia en la industria, aseguró que existe un juego de complicidades entre las diferentes administraciones de Pemex y el sindicato, que tiene origen en cambios en el consejo de administración de Pemex en el gobierno del ex presidente Carlos Salinas (1988-994).

Con Salinas en la presidencia, los representantes del sindicato en el consejo de administración de Pemex pasaron de tres a cinco, número que se mantiene, con voto de calidad para el secretario general. La dirección necesita de los votos de los consejeros del sindicato para que sus proyectos avancen; y el sindicato recibe fondos, que son aprobados en el consejo de administración, aun cuando no haya forma de que se escrute públicamente su uso, y se trata de recursos de los contribuyentes, explicó.

Con documentos en la mano, aseguró que el STPRM recibe de Pemex mil millones de pesos para mantenimiento de la central de abasto de la organización gremial, que desapareció en 1989. Adicionalmente, la organización sindical tuvo en un año una aportación de 800 millones de pesos para la operación de tiendas cooperativas, que tampoco existen, afirmó.

Tenemos pruebas de que el sindicato y Romero Deschamps recibieron, en agosto de 2005, dos mil 324 millones de pesos para un fondo de vivienda sindical; sin embargo, el sindicato no construye viviendas, sino que ahora los trabajadores las obtienen con financiamiento a través del sistema financiero, como cualquier persona que contrata un crédito hipotecario.

Ross García –quien estuvo preso un año entre 1996 y 1997 acusado de abuso de confianza en el manejo de una sección sindical en Tabasco, cargo del que quedó totalmente absuelto–, mostró que además de los recursos para el fondo de vivienda, el sindicato de trabajadores petroleros recibió mil 65 millones de pesos bajo la partida entrega directa al sindicato para vivienda de trabajadores, recursos que no están considerados en el contrato colectivo de trabajo.

Además, indicó, Luis Ramírez Corzo, director de Pemex en el sexenio pasado, y Romero Deschamps negociaron que se pagara a los trabajadores, el 26 de agosto de 2005, cuatro mil 760 millones de pesos que nunca fueron entregados a los trabajadores petroleros, que no se sabe dónde están.

El STPRM recibe préstamos de la paraestatal que, aseguró Ross García, luego son condonados en el seno del consejo de administración. Los recursos, afirmó, no son reportados a los agremiados ni tampoco se hace público un informe del destino de los recursos. Como muestra, mencionó el Convenio GCP-349/00, por el que se autorizó un préstamo al STPRM por 640 millones de pesos.

Los documentos entregados a este diario por Ross García muestran que en el periodo de 2001 a 2005, el consejo de administración de Pemex autorizó donativos y donaciones por 4 mil 466 millones 733 mil 75 pesos; de esa suma, mil 959 millones 793 mil 152 pesos, 44.9 por ciento del total, correspondió a donativos en efectivos y el resto, 2 mil 406 millones 939 mil 923 pesos, en especie.

La transferencia multimillonaria de recursos permite desviar recursos a campañas políticas, como los casos de aportaciones ilegales al Partido Revolucionario Institucional; o aprobar la participación, incluso al margen de la ley, de empresas extranjeras.