Diversas organizaciones estudiantiles del Instituto Politécnico Nacional (IPN) rechazaron las opiniones de la nueva directora, Yoloxóchitl Bustamante Díez, respecto de la salida y la práctica desaparición de las agrupaciones porriles en esa casa de estudios.

Aun cuando reconocieron que estos grupos han relajado su activismo, sobre todo si se compara con décadas pasadas, los porros todavía están presentes en el IPN.

Es frecuente, dijeron, que maestros, estudiantes, comerciantes y camioneros que distribuyen productos alrededor de estas escuelas sean víctimas de robo y extorsión.

Grupos identificados

En particular, los quejosos citaron a la Organización Democrática de Estudiantes Técnicos, la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos, la Federación de Estudiantes Politécnicos y el Frente de Organizaciones Politécnicas, como algunos grupos surgidos en el siglo anterior, las cuales son de las más grandes y conocidas dentro del Instituto Politécnico Nacional.

Estas organizaciones se han extendido a escuelas de educación media superior dependientes de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional Exclusión, Intolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Educación Media Superior, se estima que 13 por ciento de los 3 millones de alumnos de ese nivel educativo forman parte de alguna pandilla.

La Coordinadora Estudiantil Politécnica señaló que una de sus demandas más antiguas es la desaparición de los grupos porriles, los cuales generan incertidumbre y trastocan el ambiente académico del Instituto Politécnico Nacional.

Junto con la coordinadora, el Comité de Lucha de la Escuela Superior de Economía y diversos colectivos estudiantiles politécnicos más, expresaron extrañeza por las declaraciones de la nueva directora respecto de que casi han desaparecido los porros de las centros educativos de esa casa de estudios.

En la víspera, Bustamante Díez dijo que aunque se sigue hablando de dichas organizaciones, éstas “ya no están en las escuelas; los porros están fuera de ellas, tratando de volver a entrar en algunas. Son movimientos que de alguna forma no han logrado tener fuerza ni permitiremos que ingresen a las escuelas”.

Así, en su primera conferencia de prensa desde que asumió el cargo –el pasado 12 de diciembre–, Bustamante subrayó que en los años recientes las escuelas politécnicas han disfrutado de la tranquilidad que da haber expulsado a estos grupos que propiciaban violencia entre la comunidad.

Desde la perspectiva de la funcionaria, las propias comunidades del Politécnico han aprendido que es mejor esta situación, de manera que en tanto no haya demandas internas insatisfechas o no atendidas, no habrá pretextos para que los porros sientan la posibilidad de entrar, y que los jóvenes y las escuelas lo permitan.

Lo intentan, por supuesto, pero creo que hemos podido enfrentar esta amenaza y creo que esto va decreciendo, afirmó Bustamante Díez.