Economía
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La tasa de desocupación disminuyó en noviembre pero aumentó respecto de hace un año

Se ha duplicado el número de desempleados en este sexenio

Personas que buscan trabajo dejaron de intentarlo porque no ven posibilidad de colocación

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Entrega de tarjetas del seguro de desempleo que otorga el Gobierno del Distrito FederalFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Jueves 24 de diciembre de 2009, p. 15

La tasa de desocupación en noviembre de este año afectó a 5.67 por ciento de la población económicamente activa en todo el país, ligeramente menor a la registrada en octubre, pero 17.7 por ciento mayor a la observada hace un año, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Al dar a conocer los indicadores oportunos de ocupación y empleo, un día después de la fecha establecida en su propio calendario oficial, el organismo informó que la tasa de desocupación nacional promedio entre enero y noviembre de 2009 fue de 5.52 por ciento, con lo cual, el incremento en la proporción de personas en cesantía durante esta administración gubernamental ha sido de 53.3 por ciento.

Sin embargo, en términos absolutos el universo de habitantes mayores de 14 años de edad, quienes realizan acciones infructuosas para encontrar una ocupación, parece haber disminuido, principalmente porque dejaron de buscar empleo, o de intentarlo porque consideran que no tienen posibilidades de encontrar alguno. En forma extraoficial, esto implicó una disminución de la población económicamente activa y en consecuencia, la desocupación habría descendido de un máximo de casi 3 millones personas en septiembre de este año a 2.45 millones en noviembre pasado.

Dos mediciones

El Inegi utiliza dos secuencias estadísticas para registrar el comportamiento de la desocupación. Una desestacionalizada que permite la comparación mes con mes del desempleo, y otra, tradicional, que evalúa la evolución del fenómeno en términos anuales. Según ésta última, en noviembre pasado 5.26 por ciento de la población económicamente activa del país –aquella que tiene trabajo o realiza acciones para encontrarlo– estaba desocupada, cuando en el mismo mes de 2008 esa proporción era de 4.47 por ciento.

En los grandes centros urbanos es donde este fenómeno se ha mostrado con mayor agudeza. Según las cifras oportunas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del organismo, la tasa de desocupación de noviembre fue de 6.17 por ciento en 32 ciudades; en términos desestacionalizados la proporción fue de 6.77 por ciento de la población económicamente activa de esas urbes.

Las principales características de la desocupación a nivel nacional en noviembre, indicó el Inegi, fueron las siguientes: 94 de cada 100 personas en desempleo tienen experiencia laboral, lo que implica que tuvieron un trabajo y fueron separados de su actividad, mientras los seis restantes carecen de ella y corresponde propiamente a jóvenes que ingresan a la población económicamente activa. Además, 33.60 por ciento de las personas que buscan infructuosamente una ocupación cuentan con estudios de secundaria; 31.66 por ciento tienen una formación académica que abarca los niveles medio superior y superior; 22.50 por ciento tienen el ciclo de primaria concluido y 12.16 por ciento no.

El comportamiento de la desocupación en México durante la primera mitad de esta administración gubernamental ha sido el siguiente. Entre enero y noviembre de 2006, previo al inicio de su gestión la tasa de desempleo nacional fue de 3.60 por ciento en promedio; en el mismo periodo de 2007 se elevó a 3.74; en un lapso similar de 2008 llegó a 3.93 por ciento, y en 2009 se disparó a 5.52 por ciento.

Por su parte, la población subocupada, entendida como aquella que manifestó “tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, representó 8.7 por ciento de la población ocupada. Pero en este subsector, los niveles de educación escolar no tuvieron grandes diferencias frente a la necesidad de multiplicar sus chambas: 21.62 por ciento de la población subocupada no terminó su primaria; 24.74 por ciento sí; 33.84 por ciento concluyó la secundaria, mientras 20.12 por ciento cuenta con bachillerato y educación superior.

En cuanto a la población ocupada, el Inegi indicó que en noviembre 65.8 por ciento se desempeñaba como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo; 22.8 por ciento trabaja de manera independiente sin contratar empleados; 6.8 por ciento opera en los negocios o en las parcelas familiares y 4.5 por ciento son patrones o empleadores.

Por sector de actividad, 41.6 por ciento de la población ocupada labora en los servicios, 20.2 por ciento en el comercio, 15.3 en la industria manufacturera, 13.9 por ciento en las actividades agropecuarias, 7.4 en la industria de la construcción y 0.8 por ciento en electricidad, agua y suministro de gas. El resto no especificó su actividad.