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A más de 10 años de su publicación en España, ahora lo presentan en México

Almadía recupera Escenas sagradas del Oriente, del poeta José Eugenio Sánchez

Me hace feliz que mis poemas sean inaccesibles para ciertos lectores ñoños, dice en entrevista

 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de enero de 2010, p. 3

En el poeta José Eugenio Sánchez (Guadalajara, 1965) se cumple el refrán: Nadie es profeta en su tierra. Escenas sagradas del Oriente, su primer libro, se publicó hace más de 10 años en España, y acaba de aparecer en México, donde el autor todavía no alcanza el reconocimiento que ya tiene en el país ibérico.

Aquí nadie quiso publicar su poesía hace una década: “Nací en Guadalajara y vivo en Monterrey; era el típico chico de provincia que se lanza a la capital a triunfar, pero todos los editores a quienes les llevé mis poemas los rechazaron.

“Un día vi en la revista Vuelta una convocatoria para un premio de poesía en España, cuyo jurado lo integraban Octavio Paz y Gonzalo Rojas; pensé que si ya otros habían rechazado mis poemas, cualquiera lo podía volver a hacer. Envié Escenas sagradas del Oriente seguro de que no ganaría, porque a ellos les gustaba otro tipo de poesía. Pero gané.”

El libro se publicó en España y en México sería lanzado por Vuelta y presentado por Octavio Paz, pero éste murió poco antes: Su equipo no estaba convencido de que lo mío fuera poesía.

Por eso el resto de sus libros hasta ahora sólo se han publicado en España: El mar es un espejismo del cielo, 1990; Tentativa de un sax a medianoche, 1992, y El azar es un padrote, 1998; en inglés publicó Physical graffiti, en Iowa.

Ahora, la editorial oaxaqueña Almadía, fundada en 2005 para recuperar libros y publicar autores jóvenes, lanza por primera vez en México Escenas sagradas de oriente, y hará lo mismo con otros libros del poeta.

Este título, anotan los editores, es “un disparo letal a las mitologías más desgastadas de la poesía solemne; sabotea la cultura pop. El autor demuele y renueva elementos archiconocidos del cine, la televisión, la música, los cowboys, las películas policiacas, las actrices porno, la proverbial tristeza de los artistas, los cobres de melodías que todos tarareamos”.

Escenas sagradas del Oriente es un poema mutante: empezó como poema escrito, después se convirtió en nombre de banda de rock electrónico, luego en título de coreografía y en más tarde en video animado. La versión final publicada por Almadía está entre el cómic y el storyboard.

Dice el autor: “Me dan güeva esos poetas que se creen dechados de virtud porque escriben versos; me da güeva toda es actitud intelectual. El poeta es totalmente irrelevante, lo que me interesa es el poema, y si éste es solemne, aburrido, pretencioso, me da más güeva; me interesa que entre en contacto directo con el lector, de manera inmediata, y me hace muy feliz que mis poemas resulten inaccesibles a ciertos lectores conservadores y ñoños. Intento desligarme de los patrones convencionales de la poesía, que el poema sea lírico, lúdico, trágico, subversivo y rebelde; que sea peligroso.

Me costó trabajo convencer a los editores, hasta que verdaderos poetas, me dijeron que sí; después fue más sencillo.

–¿Hay verdaderos y falsos poetas?

–Me refiero a que me tocó ganar un premio en el que el jurado fueron Paz y Rojas, quienes a pesar de toda su ideología política y sentimental, a la hora de escribir se arriesgaron a hacer un producto lingüístico verbal nada parecido a lo que se hacía en ese momento; no buscaban los aplausos de la frívola sociedad literaria, sino nuevas vertientes y caminos.