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Es absurdo equiparar la lucha contra la delincuencia con la situación en Irak, asevera

Ordena Calderón a embajadores y cónsules hablar bien del país

Señala que fallaron muy prestigiados empresarios en sus pronósticos sobre desempleo

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El presidente Felipe Calderón durante la reunión con diplomáticos, realizada en Los PinosFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de enero de 2010, p. 3

El presidente Felipe Calderón reconoció que en la percepción internacional México es un caos, por lo que señaló a la diplomacia nacional que se vale disentir y criticar –e incluso hay quien se regocija con ello–, pero también hablar bien del país, muchísimo más en el caso de los servidores públicos en el exterior.

Ante un centenar de embajadores y cónsules acreditados en el extranjero, destacó que la tasa de homicidios en Brasil es el doble de la de México y, sin embargo, es visto como una especie de paraíso. Es más, se lleva los Juegos Olímpicos y el Mundial.

Resaltó que jamás ha escuchado a un brasileño hablar mal de su país, a diferencia de muchos mexicanos que sí lo hacen.

En la cuarta comida que tiene con los integrantes del cuerpo diplomático mexicano durante su gestión, ordenó difundir la realidad de México también en materia de derechos humanos, porque declaró que los mayores atentados a la vida, el patrimonio y la libertad contra periodistas y otros ciudadanos no provienen del gobierno sino del crimen organizado.

Al pronunciar su discurso –durante el cual en varias veces golpeó el atril con la mano–, también reprochó que algunas entidades “solicitan la intervención de las fuerzas federales y después dicen: ‘no, aquí hay violencia porque intervino el gobierno’”.

No es así, acotó, ya que la intervención del gobierno federal se da porque hay violencia y crimen, no al revés.

Lejos de las profecías que ubicaban a México como un Estado fallido, Calderón comenzó por señalar que hoy es un país firme, fuerte, capaz de tomar sus propias decisiones en democracia, por lo cual resulta fundamental difundir lo que es y lo que verdaderamente está ocurriendo en materia de seguridad pública y derechos humanos.

Se quejó de que los mexicanos a menudo juzgan al país con mucha severidad y magnifican sus defectos y limitaciones, en lugar de resaltar sus avances.

Se vale disentir, se vale criticar, pero permítanme esta expresión, amigas y amigos embajadores: también se vale hablar bien de México (...) Se debe, estando fuera del país, sobre todo, hablar bien de México. Y si se es un servidor público, más. Y si es del Servicio Exterior, muchísimo más, insistió.

Acompañado por integrantes de su gabinete y por el guanajuatense Juan Manuel Oliva –su correligionario y único gobernador invitado–, se quejó de que hay quien vive y se regocija de hablar mal del país.

En el caso de la seguridad pública, consideró que se han generado percepciones distorsionadas o equivocadas.

Por ejemplo, se valió de las cifras enunciadas antes por Joaquín Villalobos, ex guerrillero salvadoreño y actual asesor del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, para señalar que en ese país se comete el triple de homicidios por cada 100 mil habitantes que en México, y en Brasil el doble.

Ante las críticas a su estrategia contra la delincuencia, aprovechó para insistir en que es inadmisible suponer que cerrando los ojos, volteando la vista, cruzándose de brazos, como algunos pretenden, ese problema se va a resolver.

La basura de la delincuencia no se puede ocultar bajo la alfombra. Tampoco se trata, como se ha pretendido, de equiparar esto a una lucha en Irak u otras comparaciones totalmente absurdas, agregó.

Un año después de que Carlos Slim pronosticó que por la crisis económica se darían niveles históricos de desempleo, el Presidente se enorgulleció de que no se cumplieron los vaticinios en este sentido de muy prestigiados empresarios, muy conocedores.

A tono con el llamado hecho un día antes por la canciller Patricia Espinosa, Calderón dijo que a los embajadores y consules les corresponde traer toda la inversión que necesitamos para generar empleos en México.

También les pidió que se conviertan en incansables promotores de la historia y la cultura nacionales, que promuevan con orgullo el año del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución. Añadió que si algo aprecia y agradece a la vida es que le tocó ser Presidente en una conmemoración bicentenaria en plena pluralidad.

Espinosa garantiza lealtad

Primera oradora en la ceremonia, la canciller Espinosa aseguró que los diplomáticos mexicanos le reiteran su lealtad y firme compromiso con México.

Fue elogiosa con Calderón. Usted es el principal artífice y, al mismo tiempo, el actor más importante en la construcción de las relaciones internacionales de México, aseguró.