Espectáculos
Ver día anteriorDomingo 17 de enero de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Agradezco su gentileza, sus muestras de afecto y los diferentes galardones que recibí, dijo

Homenajean al cineasta Alberto Mariscal, creador del chili western

La actuación la disfruté enormemente, pero la dirección se convirtió en mi medio de expresión y de vida, señaló

Dirigió a los hermanos Almada y llevó al héroe Kalimán a la pantalla grande

Foto
El realizador (al centro), quien en marzo próximo cumplirá 84 años, describió el reconocimiento como maravilloso y emotivoFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de enero de 2010, p. 6

Llevó al popular héroe Kalimán a la pantalla grande. Fue reconocido como precursor del llamado chili western. Dirigió a los hermanos Almada en El tunco Maclovio (1969) y Todo por nada (1968). También actuó en cintas de Alejandro Galindo y Chano Urueta. El director, guionista y actor Alberto Mariscal, quien en marzo próximo cumplirá 84 años, recibió un reconocimiento por su trayectoria, organizado por la Sociedad Mexicana de Directores–Realizadores de Obras Audiovisuales, SGC de IP.

Actualmente, Mariscal vive en Los Ángeles. La Jornada lo entrevistó por medio de su hijo Sergio, quien le hizo las preguntas del diario y envió las respuestas.

El homenaje fue descrito por Mariscal como maravilloso, un reconocimiento muy emotivo; ver la cantidad de compañeros de todas las ramas del cine reunidos ahí, me llenó de alegría. Agradezco su gentileza, sus muestras de afecto y los diferentes galardones que recibí. Los conservo conmigo y este homenaje permanecerá en mi corazón.

Explicó que a lo largo de las más de 50 películas que ha filmado, ha querido dejar huella de lo que significa la vida y hacer vibrar la realidad de lo que somos.

Mariscal nació en Chicago y fue registrado con el nombre de Adalberto Ramírez Álvarez Mariscal. Cuando tenía siete años, su familia llegó a la ciudad de México. Abandonó la carrera de Derecho y se enfocó en la actuación. Participó en Confidencias de un ruletero (Alejandro Galindo, 1949) y Ventarrón (Chano Urueta, 1949), entre otras. Durante un tiempo estuvo en Hollywood, sin mayor resonancia. Regresó a México, actuó en María del mar (Fernando Soler, 1952) y fue asistente de dirección de Federico Curiel.

Vuelvo a ser espectador

En los años 60 comenzó a dirigir cintas. Sus primeras fueron División narcóticos y El mundo de las drogas. En 1964 filmó el western Los hijos del condenado, con Fernando Almada. Le siguieron: Todo por nada, El tunco Maclovio, El sabor de la venganza (1969) y Los marcados (1970).

También actuó en Flor de sangre (Zacarías Gómez Urquiza) y Tivoli (Alberto Isaac, 1974).

La actuación la disfruté enormemente al tener la posibilidad de trabajar y aprender de grandes actores del cine mexicano, pero la dirección se convirtió en mi medio de expresión y de vida, contó el realizador de Kalimán, el hombre increíble (1970) y Kalimán en el siniestro mundo de Humanón (1974).

Respecto a si sigue involucrado en el mundo del cine en Los Ángeles: No del todo. Me encuentro con gente, veo cine, me conmuevo con él, pero ahora, a mis años, vuelvo a ser espectador.

Por otra parte, durante la 18 entrega de La Medalla al Mérito del Director, en los Estudios Churubusco, el pasado 26 de noviembre, Víctor Ugalde, presidente de la Sociedad Mexicana de Directores, denunció que en el presupuesto federal asignado para 2010, no se incluyó la partida financiera que haga posible la puesta en marcha del Fideicomiso de Fomento al Cine Mexicano de la Ciudad de México. Se trata de la ley que obliga a las autoridades capitalinas a posibilitar el acceso a la expresión audiovisual para sus ciudadanos (promulgada en 2008).

Exhortó: Es hora que los directores de cine mexicano exijan a la asamblea de representantes que se cumpla la ley y se dote con recursos suficientes al fideicomiso de cine de la ciudad de México.

Ugalde dijo que el cine mexicano vive y es plural gracias a los avances de la tecnología y al incremento de los recursos públicos que el Honorable Congreso de la Unión, a través de las legislaturas LIX, LX y LVI, ha otorgado a nuestro arte. Recursos muy importantes, pero sobre todo, lo más importante ha sido la democratización del acceso a estos recursos.

Esta democratización se logró gracias a que en el terreno cinematográfico, que no es territorio telcel, no permeó la designación de funcionarios sin conocimiento. El cine unido exigió y logró que quienes administraran las instituciones fílmicas fueran cineastas con experiencia administrativa.

Convocó: No permitamos que se quieran repetir las viejas prácticas de favorecer a algunos sobre otros sin bases claras, sin concursos. No dejemos que se pierda lo ya conseguido.

Un buen año para el cine

Ugalde también exhortó a que no vuelva a suceder que se devuelva una partida por subejercicio, como ocurrió en 2009 con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público quería castigarnos quitándonos 46 por ciento del presupuesto al cine. Afortunadamente la movilización de la comunidad logró el apoyo del poder legislativo y se detuvo el atentado, siguió.

Consideró que el pasado fue un buen año para nuestro cine, ya que se resolvió el asunto que frenaba el artículo 226 y la Cámara de Diputados dotó “de recursos a la industria fílmica. Por tanto, nos permite ilusionarnos con otro año de producción regular con grandes problemas de distribución y exhibición.

Durante la ceremonia, también recibieron reconocimientos Patricia Riggen (La misma luna) y Juan Antonio de la Riva (Elisa antes del fin del mundo, Érase una vez en Durango). Riggen fue descrita como nuestra joven promesa y a De la Riva le fue entregado el reconocimientopor sus 25 años de trayectoria ejerciendo su oficio y engrandeciendo la cultura mexicana.