DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   2 DE FEBRERO DE 2010 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Presentación

México ante la Comisión Ballenera Internacional
Paloma Ladrón de Guevara Porras

Puntos clave de la historia de la Comisión Ballenera Internacional
Lorenzo Rojas y Horacio de la Cueva

La observación de ballenas
Refugio Chávez y Horacio de la Cueva

El Santuario Ballenero Mexicano

La ballena gris, afectada por el calentamiento global

La Antártica se calienta
Elsa Cabrera


Correo electrónico:

[email protected]

  

Ballena jorobada. Eduardo Lugo

Puntos clave de la historia de la Comisión Ballenera Internacional

Lorenzo Rojas y Horacio de la Cueva,
con el apoyo de Wikipedia

1925 La Liga de las Naciones reconoce el problema de la caza indiscriminada de ballenas. El abogado argentino José León Suárez entregó un memorando a la Liga de las Naciones acerca de la propiedad común y ciertos preceptos incluidos en el Acta Noruega sobre Ballenería. Con este memorando se elaboró la primera Convención Internacional para la Regulación de la Ballenería firmada por ocho países. No pudo ser implementada porque las naciones balleneras de la época, Japón, Unión Soviética y Alemania, no aceptaron las regulaciones y restricciones, especialmente las que interferían con la libertad en los mares.

1935 La Liga de las Naciones adopta una resolución en la cual se nombran las primeras especies de ballenas protegidas internacionalmente: la ballena franca del norte y la ballena franca austral.

1937 Se busca regular las operaciones balleneras a través del Acuerdo de Londres. Delegados de Argentina, Australia, Irlanda, Alemania, Reino Unido, Noruega, Sudáfrica y Estados Unidos, se reunieron en Londres para participar en una conferencia global sobre ballenería donde se genera el Acuerdo de Londres, firmado el 8 de junio de 1937. El acuerdo no protegía ninguna especie de ballena, pero las naciones balleneras acordaron agregar 11 mil 519 ballenas más a la cuota de caza establecida para la temporada anterior.

La ballena gris es protegida por la Liga de las Naciones. En 1946, recibirá protección de la Comisión Ballenera Internacional, CBI.

1943 El Comité Noruego-Británico se reunió con el fin de reestructurar la industria ballenera . El biólogo estadounidense Remington Kellogg sugirió que las naciones balleneras deberían reunirse para establecer regulaciones a la ballenería comercial.

1945 Remington Kellogg presidió la primera reunión de la Conferencia Ballenera Internacional en Washington.

1946 Se establece la Convención Internacional para la Regulación de la Ballenería , cuyo propósito era “la conservación de las poblaciones de ballenas para el adecuado desarrollo de la industria ballenera”. Estaba basada en el Acuerdo de Londres de 1937 y los protocolos de dicho acuerdo firmados en 1938 y 1945.

1949 La Convención citada establece oficialmente la Comisión Ballenera Internacional o CBI, conformada por 15 países entre los cuales figuraron Argentina, Brasil, Chile y Perú.

Las ballenas grises de Groenlandia y francas son consideradas comercialmente extintas y la CBI declara su protección.

1963 La ballena jorobada es internacionalmente protegida en el Hemisferio Sur por la CBI.

1967 La ballena azul es internacionalmente protegida en el Hemisferio Sur por la CBI.

1972 En la Conferencia sobre Medio Ambiente de Estocolmo se afirma la urgencia de establecer una moratoria sobre la caza comercial de ballenas. La CBI rechaza la propuesta de las Naciones Unidas para establecer una moratoria sobre la caza comercial de ballenas durante 10 años, pero intenta mejorar su gestión estableciendo cuotas regionales sobre determinadas especies.

1976 La CBI establece un nuevo sistema de gestión, concediendo cuotas de caza para áreas de menor tamaño y protegiendo algunas especies en determinadas zonas. Al carecer de la información necesaria para llevar este sistema a cabo, resulta un fracaso.

1979 Se establece por 10 años el Santuario Ballenero del Océano Índico. Allí se prohíbe la cacería comercial. Su duración ha sido extendida en dos ocasiones más.

La CBI prohíbe la utilización de buques factoría y la caza pelágica para todas las especies, excepto la ballena minke.

1982 El 23 de julio (probablemente el día más importante en la historia de la caza de ballenas), la CBI votó en favor de establecer por cinco años la moratoria o pausa a la caza comercial de todas las especies de ballenas. La decisión entra en vigor en 1986; la moratoria sigue vigente.

1986 Entra en vigor la moratoria, pero Japón, Noruega y Rusia presentan objeciones y continúan cazando.

Islandia y Corea del Sur cazan ballenas utilizando un “agujero legal” en el Artículo VIII de la Convención que permite la caza de cetáceos con fines científicos y la denominan “caza científica”. La comisión permite a sus estados miembros conceder licencias para investigación, las cuales son aprovechadas por Japón para cazar ballenas.

1987 Japón inicia su programa de “caza científica” en la Antártica , conocido como JARPA (Japan Research Programme in Antarctica).


Ballena de esperma

1991 La CBI decide prorrogar la moratoria un año más.

1992 La CBI prorroga nuevamente la moratoria con carácter indefinido. En un intento de minar la autoridad de la CBI , Noruega crea la Comisión del Atlántico Norte para los Mamíferos Marinos (NAMMCO) para gestionar las poblaciones regionales de ballenas y focas.

1993 Islandia abandona la CBI y Noruega reanuda la caza comercial.

1994 Creación del Santuario Ballenero Austral.

La CBI aprueba el RMP (Procedimiento de Manejo Revisado), conjunto de normas cautelares para fijar cuotas de captura. Sin embargo, no fueron incorporadas formalmente en el “programa” de la CBI. El RMP hace parte de un Programa de Gestión Revisado (RMS, por sus siglas en inglés) que también incluiría reglamentación para el estudio demográfico de las poblaciones de ballenas y para inspeccionar y supervisar las explotaciones balleneras. Pero la prolongada controversia sobre la necesidad de establecer mecanismos de protección adicionales que impidan la repetición de los abusos cometidos en el pasado ha hecho imposible la adopción del RMS.

1995 El Comité Científico de la CBI detecta errores en el programa utilizado por Noruega para estimar la población de ballenas minke en el Atlántico Nordeste. No acepta como válida la estimación noruega de 86 mil 700 ejemplares de 1992.

1996 El Comité Científico de la CBI crea el Subcomité de Avistamiento de Cetáceos. La CBI considera que el avistamiento representa un uso sustentable de los recursos balleneros. Los gobiernos contratantes reconocen el valor científico y económico de las actividades de avistamiento.

1997 Japón extiende sus actividades de caza en la Antártida y viola el Santuario Ballenero Antártico. Propone la introducción de votaciones secretas en la CBI.

1998 Noruega se auto-otorga una cuota de caza de 671 ballenas minke.

Japón intenta impulsar la creación de una nueva organización en el Pacífico que gestione la caza de ballenas y así minar la autoridad de la CBI , como ya hizo Noruega con la NAMMCO.

Islandia anuncia que tiene intención de reiniciar la caza de ballenas.

1999 Australia y Nueva Zelanda proponen la creación de un Santuario Ballenero en el Pacífico Sur.

2000 La propuesta para crear el Santuario Ballenero del Pacífico Sur no alcanza los votos para ser aprobada. Dieciocho países votan a favor (entre ellos España), cuatro se abstienen y once, encabezados por Japón, votan en contra. Australia anuncia que presentará esta propuesta nuevamente en 2001.

Japón extiende su “cacería científica” incluyendo nuevas especies: la ballena o rorcual de Bryde y el cachalote.

2001 Islandia no consigue entrar en la CBI debido a su objeción a la moratoria. Japón consigue que no se aprueben dos nuevos santuarios, uno en el Pacífico Sur y otro en el Atlántico Sur. La estrategia nipona de compra de votos va dando sus frutos. Este año, la lista de países “en nómina” de Japón llega a 10.

Noruega anuncia la reanudación del comercio internacional de carne y grasa de ballena, pero no lo lleva acabo.

2002 Islandia consigue la reincorporación como estado miembro de la CBI , con una reserva a la moratoria que entrará en vigencia en 2006 y le permitirá cazar ballenas. Esta opción le abría la posibilidad del comercio con Japón, que sólo puede importar productos de ballena de otros países miembros de la CBI.

Japón confirma su intención de expandir su programa de “caza científica” en el Pacífico Norte a una nueva especie: la amenazada ballena Sei.

2003 Creación del Comité de Conservación en la reunión de la CBI celebrada en Berlín, se aprueba la Iniciativa de Berlín, que se basa en el Fortalecimiento de la Agenda de Conservación de la CBI. En todo esto juega un papel fundamental el bloque conservacionista latinoamericano.

Islandia comienza la “cacería científica” y se asigna una cuota de 38 minke, de las cuales caza 36. La intención es atrapar 200 minke, 200 rorcuales comunes (ballena fin) y 100 ballenas Sei durante un periodo de dos años.

2004 Islandia captura 25 ballenas minke. El mercado local está bajando, no hay exportaciones a la vista y la oposición a esta actividad es cada vez más grande.

2005 Japón anuncia que durante 2005-2006 duplicará su cuota de caza a 850 ballenas minke y 10 ballenas Sei. Y que a partir de 2007 cazará 50 ballenas fin y 50 jorobadas, como parte de su programa de “cacería científica”.

Propuestas japonesas que fracasan: implementación del voto secreto, eliminación de temas de conservación de la agenda de la CBI , elaboración de un nuevo Sistema Revisado de Manejo de la cacería, el cual aboliría los santuarios existentes y acabaría con la moratoria a la caza comercial poniendo en práctica un sistema global de caza sin supervisión y control internacional.

No se logra la mayoría necesaria para establecer el Santuario del Atlántico Sur, propuesto por de Argentina, Brasil y Chile. Este bloque conservacionista junto a Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, trabajó fuertemente en la CBI para que el tema del uso no letal de las ballenas, a través del ecoturismo, la investigación y la valorización socio-cultural, figure en la agenda de negociación de la comisión.

Preocupados por la escalada ballenera japonesa en la Antártica , trece países de Latinoamérica y del Hemisferio Sur se reunieron en noviembre en Buenos Aires, Argentina. Fortalecieron una posición regional muy comprometida con la conservación y el uso no letal de estos mamíferos marinos. Conformaron el denominado Grupo Buenos Aires y acordaron la Declaración de Buenos Aires que reafirma el derecho soberano de los Estados a utilizar las especies de cetáceos mediante metodologías no letales, en particular, el turismo de avistamiento de cetáceos y la investigación no letal.


Rorcual común. Claudia Díaz

2006 Aprobación de la Declaración de Saint Kitts (sólo por diferencia de un voto) a favor del bloque ballenero. La declaración pide la eliminación de la moratoria y el uso sustentable de las ballenas alegando la importancia de esta actividad para la seguridad alimentaria y el desarrollo de comunidades costeras.

Se continúa consolidando el bloque latinoamericano de países conservacionistas. A fin de apoyar la continuidad de la moratoria a la caza comercial de ballenas y reafirmar el derecho al uso no letal de los cetáceos, 12 países de Latinoamérica se reunieron en diciembre en Buenos Aires. Como resultado de este encuentro los representantes de los gobiernos se comprometieron a impulsar la firma de un acuerdo regional para el uso no letal y la conservación de cetáceos.

2007 Japón convoca a una reunión para avanzar en el proceso de normalización de la CBI , la cual es boicoteada por los países conservacionistas. El gobierno nipón convoca una conferencia sobre normalización de la CBI en Tokio, la cual no corresponde a una reunión oficial de la CBI. Asistieron representantes de 36 gobiernos y 20 organizaciones en carácter de observadores. Muchos de los países pro conservación no participaron.

En la 59 reunión de la CBI de Anchorage, Alaska, la CBI convalidó la prohibición a la cacería comercial, revertida efectivamente en el 2006 por una declaración emanada de una mayoría temporal de naciones pro balleneras en la cual se afirmaba que la moratoria “no era más necesaria”.

En la misma reunión se acuerda avanzar en forma conjunta entre los bloques conservacionista y pro cacería para definir el futuro de la CBI.

Consolidación y crecimiento del bloque latinoamericano por el reingreso de Costa Rica y Ecuador y el voto de Panamá y Guatemala a favor de la conservación.

Se aprueba la Resolución N º 2007-3 sobre el Uso No Letal de Ballenas, que reconoce sus beneficios en términos de desarrollo socio-económico y científico; identifica a este uso como una estrategia legítima de manejo; alienta a los estados miembros a trabajar constructivamente en la incorporación del uso no letal de los recursos balleneros en las decisiones y acuerdos futuros.

Se logra la mayor votación histórica hasta el momento para establecer el Santuario Ballenero del Atlántico.

Se aprueba la Resolución N º 2007-4 sobre la Convención Internacional para el Comercio de Especies Amenazadas (CITES) y la CBI , en la cual CITES reconoce al Comité Científico de la CBI como la organización mundial para revisar y evaluar los stocks de ballenas. Además, reafirma la importancia de que CITES apoye las decisiones de manejo arribadas por la CBI con respecto a la conservación de los stocks de ballenas. Solicita a los gobiernos contratantes respetar la relación entre ambas convenciones y no buscar la transferencia de las especies de cetáceos que figuran en el Apéndice I de CITES.

Uruguay reingresa a la CBI y Colombia anuncia oficialmente su intención de hacerlo.

En diciembre, el gobierno de Japón comunica a la CBI la suspensión de la captura de ballenas jorobadas a fin de reducir las tensiones entre los países miembros de la CBI. El gobierno de Australia tuvo un papel muy importante en esta decisión al vigilar con barcos y aviones a los balleneros japoneses. Una operación dirigida desde la nave Oceanic Viking demostró que no hay fines científicos en la caza ballenera nipona.

2008 Uno de los temas centrales de la agenda desarrollada en Santiago, Chile, versó sobre el futuro de la CBI. El ambiente que prevalecía en las reuniones de la CBI era de una marcada confrontación entre países balleneros y no balleneros. En reconocimiento a la situación anterior, se conformó un grupo de trabajo integrado por 31 países, que en su mayoría apoyan la conservación de las ballenas, y que se reunirán en forma intersesional a puerta cerrada a fin de avanzar en 33 temas relacionados con el futuro de la CBI. Dentro de estos países se encuentran Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y México representando los intereses conservacionistas de Latinoamérica.

Otro tema fue la intención de Japón de levantar la moratoria, quien planteó la demanda de que se le autorice la “caza costera”, un intento de superar la moratoria e iniciar la caza comercial. Japón ha dicho que no cederá a la presión del bloque contrario a la matanza de ballenas y tampoco descarta la posibilidad de dejar la CBI , aunque se mantiene partidario de dar una oportunidad al diálogo.

Noruega e Islandia continúan cazando ballenas en desafío a la moratoria.

Ante un acuerdo para que la reunión no tuviera un carácter de confrontación, los países de los distintos bloques declinaron votar propuestas en temas difíciles como las actividades de caza de Japón o la creación de un Santuario en el Atlántico Sur.

Los países de América Latina, con la sola excepción de Surinam, están en contra de cualquier tipo de caza y uso letal de las ballenas y a favor de una política regional conservacionista. Incluye el turismo de observación y la creación del Santuario Ballenero del Atlántico Sur.

Colombia participó como observador mientras Honduras, República Dominicana y Venezuela expresaron su intención de ingresar al bloque latinoamericano.


Carne de ballena

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) se expresaron en el plenario y se permitió a seis de ellas (tres representando a organizaciones conservacionistas y tres los intereses de los países balleneros) efectuar una presentación de cinco minutos. Asimismo, se solicitó a los gobiernos que aseguren la transparencia en el manejo de la temática, los procedimientos y la participación activa del ONGs en las decisiones de la CBI.

2009 Reunión de la CBI en la isla de Madeira, Portugal. De lo ocurrido allí, informamos a continuación.

La más reciente reunión de la Comisión Ballenera Internacional

Los 85 países que conforman la Comisión Ballenera Internacional (CBI), tuvieron en junio pasado su reunión anual en Madeira, Portugal. No se llegó a un acuerdo sobre la posible reanudación de la caza de cetáceos. El chileno Cristián Maquieira fue designado nuevo presidente de la CBI. Maquieira es el embajador de Chile en Paraguay. En la reunión, partidarios y defensores de la caza del mamífero marino (que continua siendo víctima de los arpones pese a la moratoria aprobada por la CBI en 1986), aprobaron prolongar un año más las discusiones sobre las condiciones para volver a autorizar su captura comercial.

También pospusieron para la reunión que se celebrará este año en Agadir, Marruecos, la posible creación de un nuevo santuario de ballenas en el Atlántico Sur, defendida por los países latinoamericanos.

El nuevo presidente del organismo permanecerá tres años en el cargo y sustituye al estadounidense, Bill Hogarth. Dijo que confía en que este año se logren consensos para avanzar en los temas que tiene planteados la CBI.

Entre los avances significativos alcanzados en la isla de Madeira figura la creación de un grupo de trabajo para definir las bases y objetivos futuros del organismo, al igual que no modificar las cuotas de caza de ballenas destinadas a poblaciones aborígenes. De igual forma, no prosperó el intento de Japón de lograr que se le autorice la caza de unas mil ballenas anuales para “fines científicos”, permitidos por la moratoria de la CBI , un asunto muy criticados por los grupos ecologistas y los defensores de la naturaleza.

También se pospuso por falta de consenso otra propuesta muy criticada: la de autorizar a Dinamarca a que aumente hasta diez la cuota anual de ballenas jorobadas, a cargo de los nativos de su territorio autónomo de Groenlandia. Pero se ha comprobado que la carne producto de estas supuestas “capturas de subsistencia” terminaron por ser procesadas en una fábrica en Maniitsoq, y finalmente vendidas en 100 supermercados locales. Dinamarca también busca un acuerdo para que la ballena deje de ser considerada una especie protegida de la caza comercial, clasificación que guarda desde 1966, algo que ha sido rechazado por la Unión Europea.

Esta reunión de la Comisión Ballenera fue escenario de un nuevo enfrentamiento entre los países partidarios de la caza, como Noruega, Rusia, Dinamarca, Islandia y Japón, y los que se oponen a dicha práctica, liderados por Latinoamérica y Australia. Precisamente en Madeira se divulgó un informe elaborado por este último país en el que se demuestran los beneficios económicos de mantener vivos a las grandes mamíferos marinos. También el ministro del medio ambiente australiano ofreció datos precisos que muestran cómo el turismo relacionado con la observación de cetáceos generó más de dos mil millones de dólares en 2008 y atrajo 13 millones de personas de 119 países. En igual sentido va la información recabada por el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales y su Hábitat (IFAW).

Y sigue la caza de ballenas

La flota ballenera japonesa inició el pasado noviembre otra temporada de la denominada “caza científica” de ballenas en aguas del Santuario Ballenero Austral. Por su parte, Islandia planea efectuar la mayor exportación de carne de ballena de aleta, luego de haber capturado 125 ejemplares de esta especie de cetáceo que se encuentra en peligro de extinción. En contraste, en octubre se realizaba en Santiago de Chile la reunión (“a puerta cerrada”) de doce miembros de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), conocidos como Grupo de Apoyo (compuesto por Antigua y Barbuda, Alemania, Australia, Brasil, Camerún, Islandia, Japón, México, Nueva Zelandia, San Kitts y Nevis, Suecia y los Estados Unidos). Este grupo fue creado en junio del 2009 durante reunión anual de la CBI en Portugal. Y tiene como objetivo desarrollar propuestas de negociación para definir el futuro de la comisión.

En septiembre pasado, además, la compañía islandesa Hvalur informó que exportará cerca de mil 500 toneladas de carne de ballena de aleta, principalmente hacia el mercado japonés. Esa carne proviene de la mayor captura de ballenas de aleta realizada desde la entrada en vigencia de la moratoria sobre la caza comercial en 1986. La matanza se realizó a pesar que esta especie se encuentra actualmente clasificada en peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), y al hecho que su población se ha reducido más de 70 por ciento a nivel mundial en los recientes 80 años.

Los últimos años Islandia ha buscado debilitar las medidas de conservación adoptadas por la CBI , utilizando diversas estrategias. Por ejemplo, con programas de “caza científica”; cuestionando la creación del Comité de Conservación, única instancia de la CBI que aborda específicamente los temas de uso y gestión no letal de cetáceos; aumentando el número de especies y las cuotas anuales de captura de ballenas; y las exportaciones de la carne de las ballena, pese a que está prohibido internacionalmente.

Por su parte, Japón ha cazado los últimos 30 años más de 25 mil ballenas con supuestos fines de “investigación científica”. Entre ellas ejemplares de especies clasificadas en peligro por la IUCN. La caza la efectúa en el Pacífico Norte y en el Océano Austral. Para ello, Japón utiliza un resquicio legal que le permite auto-otorgarse cuotas de captura para cualquier especie de ballena, sin que tenga que realizar ningún tipo de consulta, ni emplear mecanismos de regulación.

Para los países ribereños del hemisferio sur, este irregular proceder es una afrenta pues el mayor número de animales cazados por Japón provienen de poblaciones que se desplazan por las aguas del Santuario Ballenero Austral, área donde, por acuerdos establecidos y por la voluntad soberana de esos países, no debería efectuarse ningún tipo de caza de cetáceos.

Junto con Islandia y Dinamarca, Japón también busca imponer sus intereses comerciales en la CBI mediante la compra de votos de países en desarrollo, los cuales votan en bloque con los balleneros a cambio de programas de cooperación y de financiamiento pesquero. El significativo número de países que han sido incorporados a la comisión de la mano de Japón amenaza convertir a la CBI en el primer foro internacional sometido a los intereses de una sola nación, Japón, sentando de esta manera un peligroso precedente para otros acuerdos internacionales.

Los intereses que se enfrentan en la CBI

En esta esquina, los países que consideran que ha pasado un tiempo suficiente para la reconstitución de las existencias de ballenas y que por lo tanto debe permitirse la reanudación de la caza comercial. Forman el bando pro caza, encabezado por Islandia, Japón y Dinamarca, a los que se añaden países que votan a su favor a cambio de apoyos financieros provenientes especialmente de Japón.

En la otra, los países protectores, entre los que se cuentan Francia, Reino Unido, Alemania, Sudáfrica, Australia, Brasil, Estados Unidos, Nueva Zelandia, México, Argentina y Chile. Sostienen, entre otras cosas, que en el estado actual de la ciencia, hay todavía demasiada incertidumbre en cuanto a las estimaciones de población de los cetáceos y que, además de la caza, muchos otros riesgos amenazan la restauración de las poblaciones de las diversas especies. Por ejemplo, la contaminación, el tráfico marítimo, las capturas accidentales y el cambio climático. Las posturas radicalmente opuestas han ido degradando la imagen de la CBI , percibida por algunos analistas como una organización paralizada e ineficaz.

Las ballenas, atractivo turístico

La observación de las ballenas por parte de cientos de miles de turistas amantes de la naturaleza permite una gestión sostenible y respetuosa del medio ambiente y destacadamente de las poblaciones de ballenas. Y en paralelo, genera un beneficio mucho mayor que el de la caza. Según fuentes especializadas en el tema, la observación de ballenas es uno de los sectores turísticos más dinámicos del mundo: registra un crecimiento anual de alrededor del 12 por ciento y genera un volumen de negocios superior a los dos mil millones de dólares, contribuyendo además a aumentar el nivel de ingresos de las poblaciones locales. En comparación, los negocios vinculados con la caza ballenera ascienden apenas a unos 50 millones de dólares. En pocas palabras, las ballenas valen más vivas que muertas.

El cambio climático y la existencia de las ballenas

Hace casi un año, en febrero, se efectuó en Heredia, Costa Rica, un taller para analizar la vulnerabilidad y las opciones de adaptación al cambio climático de los cetáceos y la biodiversidad marina en general en el Pacífico Oriental. Asistieron 72 expertos internacionales en biología de cetáceos, oceanografía, biodiversidad, conservación y clima. Con rigor científico, analizaron los principales temas relacionados con este asunto, como: 1) los cetáceos 2) otras especies amenazadas (aves marinas, tortugas marinas, tiburones) 3) peces y plancton, 4) ecosistemas marinos y costeros (arrecifes, manglares, estuarios, playas, zonas entre mareas, fondos marinos) y 5) variables fisicoquímicas oceanográficas.

Los resultados de los grupos de trabajo fueron discutidos durante una sesión plenaria final y se consideraron medidas potenciales de adaptación. El grupo que trabajó en cetáceos también valoró el estado de conocimiento y conservación para las 38 especies o subespecies que existen en el Pacífico Oriental.

Este taller fue una oportunidad poco común para que los científicos de América Latina y otros lugares se reunieran y discutieran acerca de cómo los escenarios de cambio climático podrían afectar a los cetáceos y sus ambientes marinos en la región.

Algunos de los resultados del taller fueron presentados posteriormente en el “Segundo Taller de IWC sobre Cetáceos y Cambio Climático”, realizado en Siena, Italia, a fines de ese mismo mes. Un informe del taller puede encontrarse en www.panda.org . El taller fue posible gracias al esfuerzo conjunto del Ministerio del Ambiente, Energía y Telecomunicaciones de Costa Rica; Conservation International; EcoAdapt; Fundación PROMAR; el Fondo Internacional para la Protección de los Animales, el Instituto Interamericano para Investigación de Cambio Climático; The Nature Conservancy; la Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines, y el WWF.

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