Los grupos parlamentarios de PRI, PRD, PT, PVEM, Nueva Alianza y Convergencia anunciaron que no aprobarán las iniciativas políticas de Felipe Calderón, sino una reforma que fortalezca los controles del Congreso de la Unión al Ejecutivo. El tricolor sostuvo que el Presidente se ha convertido en simple vocero partidista, abandonando la representación de jefe del Estado mexicano y le pidió alejarse de quienes le recomiendan la confrontación como ejercicio del poder.

Todos los grupos parlamentarios reprocharon las críticas que Calderón les hizo la semana pasada, cuando dijo que buscan estafar a los ciudadanos, y sólo Acción Nacional sostuvo que mantendrá la defensa de la iniciativa de reforma política del Ejecutivo, porque con ella se trata de romper autoritarismos.

En tribuna, en nombre del PAN, el diputado Alberto Pérez Cuevas argumentó que el proyecto del presidente Calderón se debe a que no se ha podido terminar con los referentes de la política que, con sus reglas formales e informales, abonan al desacuerdo y a la confrontación.

Sin embargo, al presentar la postura de su bancada en el arranque del periodo ordinario, el priísta Rubén Moreira Valdés sostuvo que Calderón Hinojosa no puede olvidarse de las formas. El mandatario, dijo, no ha sabido conducirse frente al Legislativo con una actitud respetuosa, ni como estadista, sino con resabios personales, partidistas o intereses particulares.

Entre los gritos de panistas y la aclamación de la bancada del PRI, convocó a las otras fracciones parlamentarias a restaurar la obligación presidencial de entregar y leer su Informe ante el Congreso de la Unión.

Exhortó a Calderón a utilizar las palabras “para construir, no para confundir… El jefe del Ejecutivo debe saber que estafar es sabotear deliberadamente los acuerdos; estafar es la preminencia de la intolerancia”.

Anticipó que el tricolor no aprobará la reducción de las atribuciones del Congreso, ni las de los estados, o restringir su capacidad de operación. La división de poderes no significa debilitar al otro, sino fortalecer y hacer eficiente nuestra vida institucional, aseguró.

Al fijar la postura del PRD, el vicepresidente de la mesa directiva, Jesús Zambrano Grijalva, aseguró que la propuesta de Felipe Calderón se reduce a una serie de parches que ya no sirven, mucho menos en un retorno al pasado autoritario que hasta los mismos priístas cuestionaron en el Senado en los foros para analizar el proyecto. “Tampoco –resaltó– nos ayudan los chantajes producto de sectarismos partidistas.”

Zambrano rechazó también una reforma fiscal que se limite a generalizar el IVA y cambiar la tasa a 12 por ciento, como pretende el PAN. Lo que se requiere, dijo, es una modificación a los regímenes especiales. Que paguen los que no pagan. El IVA a alimentos y medicinas sería un atentado a las grandes mayorías y un golpe a los sectores productivos, expresó.

Jaime Vázquez Aguilar (Nueva Alianza) dijo que su bancada presentará  su propio proyecto de reforma política, que se centre en nuevas reglas de representación, fortalecimiento de los partidos y endurecimiento de las medidas de fiscalización al gasto público en campañas. Es hora, dijo, de dejar a un lado las disputas que sólo polarizan.

Amadeo Espinosa, del PT, dijo que su bancada está en contra de ser cómplices en la aprobación de una reforma deshilvanada, parcial y perversa como la de Calderón.

Apostamos por hacer realidad un amplio catálogo de instrumentos de democracia participativa, no sólo el plebiscito, el referendo y la iniciativa ciudadana, sino también la revocación de mandato, el presupuesto participativo, consulta ciudadana y la auditoría social como control del ejercicio de los recursos públicos, declaró.

El coordinador de Convergencia, Pedro Jiménez, cuestionó la respuesta colérica e intolerante de Felipe Calderón al rechazo a su proyecto, en el que sólo se empecina en mantener privilegios y prebendas para una minoría.

Finalmente, el coordinador del Partido Verde Ecologista, Juan José Guerra, evaluó que permitir la relección de diputados y alcaldes abriría la puerta a la relección presidencial, y anticipó el voto contra la reducción de legisladores, porque es una propuesta de quienes, a costa de lo que sea, quieren demeritar el trabajo legislativo.