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La residencia es en sí una deliberada maquinaria para procesar la luz, considera

Francisco Ugarte interviene la casa de Luis Barragán y la transforma en reflejos

Su interés, llevar los espacios y sus elementos a su estado más puro, para resignificarlos

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Francisco Ugarte, en la imagen, señala en entrevista que para intervenir espacios parte de la intuiciónFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de febrero de 2010, p. a13

Luz y reflejos. Esa es la materia prima de la que se valió el joven artista jalisciense Francisco Ugarte para realizar una intervención plástica en la Casa Museo Luis Barragán, uno de los iconos de la arquitectura mexicana contemporánea, catalogada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2004.

Exhibida al público desde el sábado pasado, la intervención a dicho inmueble –construido en 1948, y que fue domicilio y taller del connotado arquitecto mexicano Luis Barragán (1902-1988)– consistió en recubrir con papel estaño el mobiliario, los objetos de uso doméstico y ornamentales, y parte de la obra de arte que yace en esa residencia, así como ciertos pasillos y escaleras.

El propósito de tal ejercicio, explica Francisco Ugarte en entrevista, consiste en sustraer los objetos de su entorno cotidiano para hacer visible a los demás aquello que pasa generalmente desapercibido.

Al respecto, agrega la curadora de esta singular e inédita experiencia artística, Viviana Kuri, que el resultado es la transformación de cada objeto de esa casa en un espejo que recibe y emite luz, como en las esferas que obsesivamente el propio Barragán instalaba en su arquitectura.

Destaca: La casa es en sí misma una deliberada maquinaria para procesar la luz, para acentuar ciertas cualidades y efectos del espacio, del silencio. La lectura que ahora propone Ugarte modifica temporalmente esa maquinaria o la potencia, convirtiéndola en otra cosa.

También arquitecto de formación, Francisco Ugarte explica que éste como gran parte de su quehacer dentro de la intervención de espacios, tiene como punto de partida la intuición. Es decir, no tiene preconcebido aspecto alguno hasta que se sitúa en el lugar donde desarrollará la experiencia.

Son los propios sitios o espacios a intervenir los que me dan los lineamientos a trabajar. No me gusta forzar la obra con ideas o elementos que no le corresponden o que no tienen nada nuevo que aportar al sitio, agrega.

Su interés en este tipo de propuesta es llevar a los espacios físicos y sus elementos a su significado primigenio, sustraerlos de la carga de contenidos que poseen y presentarlos en su estado o forma casi pura, con el propósito de resignificarlos y compartir su lectura personal sobre los mismos.

Pone como ejemplo el caso de una puerta que, al intervenirla, busca despojarla de su función y dejarla a la vista de los demás como un rectángulo hecho en determinado material, sea madera o metal.

La intervención de espacios ocupa gran porcentaje de la atención de este joven creador jalisciense. Su interés por ella debe mucho a su formación profesional como arquitecto. Explica que a partir de sus estudios en esa disciplina aprendió a generar algo nuevo donde antes no existía nada o a modificar lo que hay en un entorno.

Para ello, sostiene, es necesario el análisis detallado y la descomposición de los elementos que tiene cada sitio.

Ugarte es también videoasta, e incluso la exhibición en el Museo Casa Luis Barragán incluye la proyección de tres de sus videos, en los cuales refrenda su interés por el espacio, el transcurso del tiempo, pero, sobre todo, la luz y sus efectos.

Dos semanas se mantendrá dicha instalación en el citado inmueble, que está ubicado en Francisco Ramírez 14, colonia Ampliación Daniel Garza (muy cerca del Papalote Museo del Niño y de la delegación Miguel Hidalgo).