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Podría haber sobrevivientes en al menos seis viviendas sepultadas por los aludes: vecinos

Deslaves han causado 22 muertes en Michoacán; 83 desaparecidos

Calculan que unas 100 casas fueron destruidas por las corrientes

Prevén desgajamientos aún más peligrosos

El gobernador y el titular de la Sedeso anuncian reubicación de pobladores

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Rescatistas, pobladores y militares buscan entre los escombros cadáveres de pobladores de Angangueo, uno de los municipios michoacanos más afectados por los recientes desgajamientos causados por las lluviasFoto Alan Ortega / La Jornada Michoacán
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 8 de febrero de 2010, p. 31

Angangueo, Mich., 7 de febrero. El gobernador Leonel Godoy y el secretario de Desarrollo Social del gobierno federal, Heriberto Félix Guerra, recorrieron durante más de cuatro horas esta cabecera municipal, donde se han rescatado 11 cadáveres tras los desgajamientos de los cerros Guadalupe y San Pedro, causados por las lluvias de la semana pasada.

Angangueo no es el único municipio michoacano devastado. En Ocampo se han hallado 10 cadáveres debajo del lodo que dejó el deslave de otro cerro, más dos encontrados en Zitácuaro, lo que suma 22 decesos por las tormentas.

Vecinos pidieron ayuda al gobernador y al funcionario federal porque al menos seis viviendas siguen sepultadas bajo el alud del cerro de Guadalupe, y no se descarta que haya al menos un superviviente. Según pobladores, el sábado escucharon a un varón vivo atrapado entre el lodo.

El día 4, a pesar de las órdenes de desalojo por la crecida de dos ríos que confluyen en el centro de este poblado, muchas personas se negaron a dejar sus casas.

Más de 30 autos se encuentran en lugares insospechados, como la azotea de una casa, dentro de una habitación, o apilados uno sobre otro, después de que la corriente que bajó de la sierra arrastró troncos y piedras, además de que destruyó la carretera que va a Llano de las Papas, estado de México.

Pero la zona urbana de Angangueo no fue la más afectada, sino las colonias El Sauz y el Catingón, ubicadas rumbo a la antigua mina. Decenas de casas desaparecieron, otras están bajo árboles, piedras y escombros que arrasaron las aguas. Podría haber más de 100 casas arrasadas y otras tantas prácticamente partidas por la corriente.

En el barrio San Pedro, a las faldas del cerro del mismo nombre, y en la parte baja donde pasaba otro río con una corriente menor, decenas de casas fueron derribadas y otras quedaron sepultadas. Ochenta y tres personas siguen desaparecidas.

Al recorrer la zona siniestrada, Godoy Rangel y Félix Guerrero observaron grietas hasta de 70 centímetros de ancho en el cerro de San Pedro, por lo que será necesario, dijeron, reubicar no sólo a quienes viven a las orillas del río, sino el centenar de casas que están sobre la colina, pues no se descartan más desgajamientos.

El titular de la Sedeso comentó que al sobrevolar parte de la sierra observó amplias áreas taladas, lo que habría agravado los efectos de la tormenta. Por ello, anunció que una vez que pase la emergencia se emprenderá un programa de reforestación.

El secretario de Gobierno, Fidel Calderón Torreblanca, informó que los municipios de Tuxpan, Angangueo, Tuzantla, Tiquicheo y Ocampo fueron declarados zona de desastre, y se solicitó al gobierno federal incluir a Hidalgo, Jungapeo y Zitácuaro.

Los pobladores estaban molestos por la tardanza de la ayuda; sin embargo, Heriberto Félix dijo que el Ejército Mexicano actuó de inmediato y que hay más de 3 mil 500 damnificados en los albergues de Angangueo, Aporo y Zitácuaro.

Lo primero es no desesperarnos, limpiar y poner orden, y la segunda fase es hacer un censo para apoyar la construcción y rehabilitación de viviendas y financiar a pequeños negocios, entre otros programas, dijo.

Félix Guerra sostuvo que 2 mil 500 soldados hacen labores de limpieza y rescate en los municipios de Tuxpan, Tuzantla, Tiquicheo y Ocampo, y 800 en Angangueo. Anunció que a partir de este domingo se pagarán dos salarios mínimos a las personas afectadas que participen.

Anunció que, ante la proximidad de otro frente frío, podría desalojarse a las familias que se encuentren en zona de riesgo.

En tanto, el gobernador reiteró ante autoridades municipales que lo primero que deben hacer es organizarse, ya que hay alimentos, medicinas, cobijas y albergues suficientes para superar la primera etapa.

Los afectados insistieron en que la policía municipal y los militares les permitan ir a la zona alta a vigilar sus propiedades, y sostuvieron que Angangueo es el municipio más afectado.