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Jóvenes demandan cambiar la estrategia de combate al narco

Exige la CNDH evaluar las políticas públicas de prevención del delito
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de febrero de 2010, p. 8

El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, afirmó que ante la escalada de la violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua, el gobierno federal tiene que evaluar si su política en materia de seguridad pública ha prevenido el delito.

El ombudsman nacional advirtió que la ciudad fronteriza requiere una política en materia de seguridad pública muy orientada hacia los reclamos y las necesidades de la sociedad.

La violencia e inseguridad en Ciudad Juárez se ha agudizado, agregó el ombudsman, por lo cual es necesario que las autoridades informen de manera clara y objetiva a la sociedad qué se ha hecho y qué se hará.

En entrevista durante el acto conmemorativo del 17 aniversario de la Comisión de Derechos Humanos del estado de México, Plascencia Villanueva afirmó que la visita de Felipe Calderón a Ciudad Juárez debe aprovecharse para evaluar las políticas públicas de prevención del delito.

Mientras, el ex dirigente panista Manuel Espino celebró la presencia del titular del Ejecutivo en el municipio fronterizo y que éste haya reconocido que no basta la acción militar y policiaca para solucionar el problema de inseguridad, y que hay que profundizar en materia social.

Propuso 10 líneas de acción para generar una estrategia eficaz, entre las que se encuentra replantear el Operativo Chihuahua con la participación de los tres órdenes de gobierno, disminuir su perfil castrense y policiaco y orientarlo a restaurar el tejido social, así como reactivar la actividad productiva de la entidad.

Por la noche, en una vigilia silenciosa por la masacre de 15 estudiantes en el municipio fronterizo, efectuada frente a la representación del estado de Chihuahua en el Distrito Federal, un grupo de jóvenes exigió al gobierno de Felipe Calderón que cambie su estrategia de combate al narcotráfico.

Demandaron que se deje de criminalizar a la población joven, que representa más de la mitad de las muertes que han ocurrido en la guerra emprendida contra el crimen organizado.