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Falsa memoria de la nieve
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Cuando los recuerdos pesan demasiado
MARCO ANTONIO CAMPOS

La Cincuentena
PIEDAD BONNETT

Nadie sabe de amor si no ha perdido
ÁNGEL GONZÁLEZ

Confesiones de un Quijote
JUAN MANUEL ROCA

Dos poemas inéditos
LUIS GARCÍA MONTERO

Vista cansada o por sus versos
JOAQUÍN SABINA

Luis García Montero
JUAN GELMAN

Entre lo maravilloso y lo cotidiano
OCTAVIO PAZ

Un poeta que habla en medio de la plaza
RAFAEL ALBERTI

El teatro es vocación y convicción
RICARDO YÁÑEZ entrevista con
ZAIDE SILVIA GUTIERRÉZ

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Escena de El norte

El teatro es vocación
y convicción

Ricardo Yáñez
entrevista con Zaide Silvia Gutiérrez

Zaide Silvia Gutiérrez estudió teatro en la UNAM y ha participado como actriz en más de cuarenta películas, treinta obras de teatro y no pocas telenovelas y radionovelas. En México y fuera del país se ha hecho acreedora a más de veinte reconocimientos, entre ellos dos Diosas de Plata y cinco nominaciones al Ariel. Como directora la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro la ha distinguido en 1998 y 2006.

La vocación de enseñar

La vocación docente, resultado de mi formación académica y el trabajo de actuación, es la más reciente y cada vez me gusta más. Di clases en la escuela de Patricia Reyes Spíndola, en la de Alberto Estrella y la Escuela Nacional de Arte Teatral, del INBA. Había rozado la docencia tiempo después de haberme graduado, pero era muy temprano para mí. Tenía una sed muy grande de estar en el escenario. Hace alrededor de seis años doy clases continuamente. He dado entre na miento a actores para películas y eventualmen te doy consultorías. Imparto actuación para segundo año en el Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa, y Taller de Actuación para Tele visión y Cine en la unam a alumnos del último año de Literatura Dramática y Teatro. En la Universi dad hay objetivos distintos a los del cea , que tiene propósitos muy concretos: formar un cuadro de actores que sea parte de su industria, y los alumnos están en la práctica ocho horas diarias. Eso no sucede en la unam , donde el traba jo es mucho más intelectual, con una guía más conceptual. Para mí es importante estar en los dos ambientes: en uno hay el rigor de un cierto nivel de eficiencia, en el otro, una necesidad concep tual de crear. Eso me hace crecer, me ayuda a ordenar mi técnica y mi pensamiento.

La actriz

En la industria cinematográfica o televisiva me vuelvo una actriz eficiente que disfruta mucho su trabajo, se siente muy honrada de poder participar y a veces se cuestiona si la ideología que está representando es la que quiere reproducir o no, pero también parto de que los actores somos trabajadores y necesitamos un nivel de eficiencia muy alto. Creo mucho en la preparación académica y espiritual del actor, que tiene que ser una persona neutra y flexible para poder interpretar varios personajes. Cuando el actor empieza a crear un personaje para la vida real y se vuelve una cele bridad, de alguna manera el público que asiste a verlo no va en busca del personaje que la obra necesita. Satisface la necesidad de ver a esa cele bridad en diversas situaciones, pero siem pre ve, busca a esa celebridad. Y yo creo que el actor, sien do un ente flexible y neutro, puede asumir otras personalidades, otros puntos de vista de la realidad, y ahí uno puede crear un personaje.

Canto y danza

Ahora mi canto y mi danza se realizan a través de la actuación, la dirección y la docencia. El canto ahora lo entiendo como encontrar la voz propia. Bailaba muy bien tap y jazz. Y mi danza también se ha ido a la partitura física del actor, porque yo hago una partitura cada vez que interpreto un personaje, y me importa mucho transmitir que la vida en general es ritmo y armonía.

La dirección

El aula me ha dado pie para descubrirme como directora, aunque hace bastantes años estuve en Columbia University en un postgrado de dirección, pero entonces creí que no era mi vocación. Dirijo proyectos que he tenido en el tintero y en los sueños recurrentes durante un año, año y medio, y que no puedo expiar hasta que no los llevo a escena. He encontrado algunos apoyos, económicamente escuetos, pero lo suficientemente importantes para lanzar la producción.

Obras dirigidas

La más reciente, El continente negro , de Marco Antonio de la Parra. Antes, una de Daniel Rodrí guez Barrón, La luna vista por los muertos , y otra de Emilio Carballido, Conversación entre las ruinas . Codirigí con Richard McDowell un monólogo que actué, ¡Sola!, de Denise Clarke, sobre una mujer que utiliza todos los aparatos tecnológicos de la comunicación pero no se comunica con nadie. Antes de eso, Viaje a las sombras verdes, de Finn Methling. Y bueno, otras…

Enganche con los personajes

Yo creo que me engancho siempre. Cuando piso el escenario y entro al mundo de la ficción lo vivo tan intensamente que es lo que más me gusta en el univer so. Cada vez que me llaman al cine entre que me sorpren do y me siento bendecida, porque la producción cinematográfica es muy estrecha en cuanto a número de películas y variedad de reparto. Los productores quieren ir con los actores con los que tienen asegurada de alguna manera la taquilla, y ¿quiénes son? Pues los más conocidos, los más vistos, los más representativos. Apuestan a un tipo de ser mexicano que finalmente es una ficción, pero ellos creen que eso es con los que el público se quiere identificar. Cada que tengo oportunidad de trabajar en una película, lo agradezco mucho y de verdad me preparo como si estuviera haciendo una obra de teatro, aunque en su ejecución y preparación tienen ciertas particularidades. Viene una película, Actores s. a ., donde interpreto a una actriz, y decidí que iba a ser una actriz que era muy mala actriz, pero que está en su grupo porque ama el teatro. Para ser actor lo primero que se necesita es amor al teatro. Que uno tenga talento, que uno tenga aceptación por parte del público, no es el primer motor. Es actor quien hace teatro, y quien lo hace constantemente, y quien lo hace por vocación, primero, y en su etapa madura, por convicción. Yo ahora hago teatro por convicción. Mi vocación se volvió una convicción.

El teatro independiente

El teatro apoyado por la institución es un teatro independiente, genera sus propias salidas, y está brutalmente amenazado: cada vez somos más y los apoyos decrecen. El artista de teatro independiente, que genera su propia fuerza de trabajo, invierte desproporcionadamente. Desproporcionado es lo que invierte para lo que llega a recuperar, si recupera. Cuenta con algunos apoyos, pero es un teatro subsidiado no sólo por las institucio nes. El teatro independiente está básicamente subsidiado por los artistas.