Sociedad y Justicia
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La Iglesia ocultó de 1975 a 2004 los abusos infantiles en la arquidiócesis de Dublín

Benedicto XVI analizará con 24 obispos irlandeses el escándalo de pedofilia

Las compensaciones económicas para las víctimas podrían llevar a una crisis financiera

 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de febrero de 2010, p. 45

Ciudad del Vaticano, 14 de febrero. Benedicto XVI se reunirá el lunes y el martes con obispos irlandeses en Roma para abordar las medidas que adoptarán ante el escándalo de pedofilia que ha erosionado la autoridad de la Iglesia en la muy devota Irlanda.

Las reuniones, primeras de ese estilo en el Vaticano en ocho años, podrían llevar a más prelados a abandonar sus puestos en una reorganización de la jerarquía de la Iglesia irlandesa. De momento, cuatro ya han sido cesados.

Se espera que el pontífice, 24 obispos irlandeses y altos cargos del Vaticano celebren tres reuniones en respuesta al escándalo en Irlanda a causa del informe de la Comisión de Murphy, documento con terribles acusaciones de abusos sexuales a niños cometidas por sacerdotes en ese país.

El Vaticano dijo en diciembre que Benedicto XVI escribirá al pueblo irlandés sobre este asunto; sería la primera vez que un Papa dedique un documento exclusivamente al abuso de niños por parte del clero.

Vamos a pedir al papa Benedicto que restaure el honor de Irlanda, que fue tan gravemente dañado por los escándalos, dijo John Kelly, fundador de los Supervivientes Irlandeses de los Abusos Infantiles.

Irlanda se ha sumido en un estado de conmoción desde la publicación del informe en noviembre, en el cual se decía que la Iglesia había ocultado obsesivamente los abusos infantiles en la arquidiócesis de Dublín de 1975 hasta 2004, y practicado una política de no preguntes, no digas.

Señaló que todos los obispos de Dublín que ejercieron durante el periodo investigado tuvieron constancia de algunas quejas, pero la arquidiócesis se preocupó más por proteger la reputación de la Iglesia que la de los niños.

Cuatro obispos han ofrecido su dimisión y hasta ahora el Papa ha aceptado una. El grupo de víctimas One in Four pidió a “otros obispos de toda Irlanda implicados en esta ‘cultura de encubrimiento’ que se marchen”.

One in Four también se quejó de que el Vaticano y su embajador en Irlanda dieran por bueno esconderse detrás de protocolos diplomáticos para evitar cooperar con la Comisión Murphy.

El Vaticano indicó que la comisión no había ido por los canales diplomáticos adecuados.

Una diócesis en bancarrota

Grupos de víctimas advirtieron que buscarán compensaciones económicas, lo que podría llevar a la Iglesia irlandesa a una crisis financiera.

En Estados Unidos, tras un escándalo de pedofilia de sacerdotes en 2002, siete diócesis se declararon en bancarrota a causa de miles de protestas por abusos sexuales.

Muchas personas que sufrieron en la infancia abuso sexual de sacerdotes ahora se dan cuenta (...) de que su dolor y sufrimiento podrían haberse evitado si los altos cargos de la Iglesia y las autoridades civiles hubieran actuado correctamente en respuesta a las quejas recibidas por las primeras víctimas, se decía en una carta abierta al Papa.

Benedicto XVI ha condenado estos abusos en sus viajes a Estados Unidos y Australia, países duramente afectados por múltiples escándalos, y en diciembre expresó su indignación y repulsa por el escándalo irlandés, pero los críticos estiman que el Vaticano y la Iglesia no han ido lo suficientemente lejos para poner a los sospechosos ante la justicia.

El actual arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, quien llegó al cargo después del periodo cubierto por el informe, ha dicho que esperaba una reorganización muy significativa de la Iglesia en Irlanda como resultado del escándalo.

El papel prominente de la Iglesia en la vida irlandesa era una razón por la que el abuso de una minoría de curas se permitió sin que fuera investigado, se lee en el informe.