Mundo
Ver día anteriorLunes 22 de febrero de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Fuerzas filipinas matan a dirigente rebelde vinculado a Al Qaeda
 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de febrero de 2010, p. 24

Manila, 21 de febrero. Las tropas filipinas mataron este domingo al líder Albader Parad, del pequeño grupo rebelde Abu Sayaf, vinculado a Al Qaeda y acusado de secuestros de filipinos y extranjeros y de ataques con bomba en la isla, informó el comandante militar Ben Dolorfino.

Albader Parad y cinco militantes más fueron abatidos en un tiroteo con tropas del ejército filipino en el pueblo de Maimbung, enclavado en una zona selvática de la remota isla de Jolo, uno de su bastiones.

El choque se originó tras de que soldados atacaron el campamento donde se encontraba el líder rebelde tras obtener informes de inteligencia sobre la presencia de los milicianos en la zona, explicó Dolorfino, quien afirmó que esto desmoralizará a los demás miembros y demuestra que no podrán ocultarse para siempre del alcance de la ley.

Durante el enfrentamiento también perdió la vida un soldado y otros dos resultaron heridos, así como un número indeterminado de rebeldes, además de que los militares incautaron varias armas de los extremistas.

El portavoz de la marina de Filipinas, Edgar Arévalo, consideró la muerte del líder rebelde como un duro revés para la causa de los combatientes islámicos en el sur del país, y una victoria para la población local, que ha cooperado con la armada con valiosa información.

Parad, que estaba en la lista de terroristas del Departamento de Estado y por cuya captura Estados Unidos ofrecía una recompensa de un millón de dólares, era el líder de un grupo rebelde islámico que secuestró a tres miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja en enero de 2009.

Abu Sayaf es el grupo musulmán más pequeño, pero el más violento en el sur de Filipinas. Fue fundado en 1991 por un puñado de ex combatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética y, de 3 mil miembros que llegó a contar en 2000, se ha visto reducido a unos cientos, dedicados a secuestros y otros actos de extorsión en el sur de de Filipinas para financiar sus actividades.