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El realizador Francisco Laresgoiti ofreció una plática en CU junto con Jhavier Loeza

Un estudiante de la UNAM creó las maquetas de la cinta 2033

Al conocer sus diseños y el potencial de su imaginación me di cuenta de que coincidíamos en muchos sentidos y lo invité a participar en la trilogía que se hará del filme, relató el cineasta

Foto
Una de las maquetas realizadas por el estudiante de arquitectura, que aparecen en la película
 
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de febrero de 2010, p. 7

Aunque el calendario dice que es 2010, en los últimos meses Jhavier Loeza ha vivido en 2033, fecha en la que los edificios desafían tanto a la gravedad como a la imaginación, y que deben adaptarse al tren de vida de una ciudad de México con mucha más gente, violencia y contaminación.

Jhavier tiene 21 años, estudia el octavo semestre de la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y es gran aficionado a la ciencia ficción. Sus ideas se plasmaron en las maquetas utilizadas para recrear la urbe que se observa en la cinta mexicana 2033, de Francisco Laresgoiti, Chisco.

Los trabajos que Jhavier realizó para esa cinta se exhiben en la Facultad de Arquitectura y en la estación Copilco del Metro. Se pueden apreciar carteles, fotos y vestuario usado en la filmación y, por supuesto, la maqueta de la gran urbe.

El lunes pasado el cineasta y el joven ofrecieron una plática en esa facultad. Para Chisco conocer el trabajo de Jhavier fue una verdadera sorpresa. Fue él quien nos contactó y nos contagió de su entusiasmo por la arquitectura futurista, pero cuando me mostró sus diseños y el potencial de su imaginación me di cuenta de que coincidíamos en muchos sentidos; de ahí vino la invitación para que participara en la trilogía que se hará de este filme.

Javier afirmó: “Mi inspiración viene de lo que he visto en películas como Final Fantasy, Gattaca, El quinto elemento y, sobre todo, Blade Runner, el clásico de Ridley Scott, en las que las personas viven en edificios-ciudades y conviven con clones humanos, llamados replicantes”.

Dijo que al enterarse de que estaba por realizarse la cinta, él quiso formar parte del proyecto. Tiene una página en Facebook, por medio de la cual me contacté con el director, Francisco Laresgoiti, quien me respondió a los tres días; me invitó a platicar con él y al ver mi trabajo, me propuso hacer unas maquetas de los edificios que se ven en el filme, además de trabajar con él en las dos cintas que va a filmar, porque se trata de una trilogía.

En la cinta hay tres inmuebles icónicos: el Arco-Centro y las torres Reg Pec y Prex II. Cada uno representó un reto a la hora de diseñarlos y construirlos en computadora, para ser insertados luego en las escenas que retratan a la ciudad de México de 2033. sin embargo, el reto fue aun mayor al momento de recrearlos en la maqueta.

“El problema es que no podía trabajar con materiales tradicionales porque esos edificios son todo, menos típicos. Por ejemplo, uno tiene forma de arco, pasa por encima de la Torre Latinoamericana y en medio de éste corre el Eje Central.

En esa labor le ayudaron los diseñadores industriales Maribel Aguilar y Armando Rojas, así como el artista visual Antonio Mendoza, quienes sugirieron materiales y técnicas para que las reproducciones a escala se vieran lo más reales posible.

¿Esto lo hizo un estudiante de la UNAM ?, preguntó Carlos González, un comerciante que a diario usa la línea 3 del Metro para llegar a casa. Sí se ve muy de ciencia ficción. Se nota que este chavo tiene mucho futuro, expresó.

Nuevas propuestas

La próxima cinta de la saga estará ubicada en 2012, en un Distrito Federal muy parecido al actual, y la última entrega en 2050, en una capital mexicana muy diferente a la que conocemos, pero que conserva sus iconos, para la cual Jhavier reserva la mayoría de sus propuestas.

Una de las cosas que ya tengo diseñadas es un inmenso mirador que se sitúa por encima del Monumento a la Revolución, a manera de un árbol gigantesco, y muchas otras cosas, como un acuario en Xochimilco con estructuras onduladas que emulan la delicadeza de los lirios acuáticos, adelantó.

Jhavier Loeza dijo que está muy satisfecho con el trabajo, porque demuestra que los arquitectos también tenemos cabida en la industria de los efectos especiales, y que podemos hacer mucho.