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El arqueólogo celebra 70 años de vida y medio siglo de quehacer en el INAH

Lo único que ya no hago es excavar: Matos Moctezuma

Coordina la exposición Moctezuma II, que se montará en el Museo del Templo Mayor

A mediados de este 2010, el público podrá ver el monolito de la diosa Tlaltecuhtli, adelanta

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Eduardo Matos Moctezuma, en su casa, durante la entrevista con La JornadaFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Jueves 25 de febrero de 2010, p. 3

Con un cúmulo de actividades en este 2010, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma festejará sus 70 años de edad y medio siglo de trayectoria profesional en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Investigador, docente, escritor y conferencista, Matos Moctezuma, en entrevista con La Jornada, habla sobre las satisfacciones que le ha dejado su labor en el INAH y las exposiciones que coordina en un año en el cual se conmemora el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución.

Artífice del proyecto Templo Mayor y conocedor de las civilizaciones prehispánicas del centro del país, el galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007 se congratula de que a mediados de este año el público podrá ver el monolito de Tlaltecuhtli, el cual se ubicó en octubre de 2006, al pie del centro de ceremonial de la antigua Tenochtitlán.

“En el contexto de la exposición Moctezuma II que se montará en el Museo del Templo Mayor, también será ocasión de colocar a la colosal piedra en el vestíbulo de ese recinto”, adelanta.

La diosa bisexual de la tierra ocupará el lugar de la emblemática maqueta que ha caracterizado a ese museo desde su fundación en la década de los 80 del siglo pasado.

Muestra con acervo disminuido

“La muestra de Moctezuma –prosigue Matos Moctezuma– será idónea para montarla en este museo, debido a que en su época el tlatoani mexica tenía sus palacios muy cerca de este lugar”, dijo el investigador quien recordó el gran éxito de esa exposición que concluyó hace unas semanas su escala en Londres.

La emblemática maqueta que por más de 25 años ha dado la bienvenida a los visitantes en el Museo del Templo Mayor será reparada, mientras a Tlaltecuhtli se le construye el lugar donde será colocada de manera permanente, que será en el mismo donde fue descubierta.

Para conferir mayor realce al acontecimiento, también serán colocados algunos hallazgos que han sido efectuados durante las excavaciones en el predio Las Ajaracas.

Diversos elementos de las ofrendas descubiertas, además de piezas de oro y restos de animales, entre otros objetos prehispánicos, servirán para conformar la exposición Moctezuma II.

Después de que termine esta muestra, Tlaltecuhtli deberá esperar en el vestíbulo del museo a que esté terminado el espacio donde será colocada de manera permanente.

Es importante señalar, abunda el investigador, que la muestra sobre Moctezuma vendrá disminuida en su acervo, porque muchas de las piezas prestadas regresaron a las colecciones a las cuales pertenecen.

Entre junio o julio el público podrá conocer finalmente el gran monolito mexica de Tlaltecuhtli, que ha causado revuelo después del hallazgo de Coyolxauhqui, en 1978.

Otra exposición que coordina Matos Moctezuma es la que se montará en el Museo Nacional de Antropología, en octubre próximo.

Se trata de la muestra temporal Antiguas ciudades, la cual mostrará el esplendor de cinco grandes civilizaciones que son representativas de regiones arqueológicas como Monte Albán, Palenque, El Tajín, Teotihuacán y Tenochtitlán.

Así será este fatídico año, bromea el arqueólogo al referirse a sus aniversarios y a la coordinación de las exposiciones en los museos del INAH.

De Matos Moctezuma serán publicados y presentados este este 2010 dos libros: Historia de la arqueología y La muerte en el México prehispánico.

Estoy contento por todo lo que he escrito; son tanto en libros como textos para diversas publicaciones; he escrito y dicho muchas cosas a lo largo de mi vida.

En este momento “estoy satisfecho –comparte– aunque todavía quiero ofrecer más conferencias y presentar libros de muchos de mis amigos y escritores.

Este año estaré totalmente involucrado en todo lo mencionado con anterioridad. La mejor celebración de mis 70 años y cinco décadas en el INAH es seguir produciendo.

Impulsor de la arqueología urbana

Eduardo Matos Moctezuma, quien es hijo de padre dominicano y madre mexicana, enfatiza: lo único que ya no hago es excavar, lo cual está delegado a otras personas que lo hacen mejor que yo.

–¿El apellido Moctezuma proviene del emperador mexica?

–Mira, el apellido no es común y se supone que en general los que lo llevan de alguna manera provienen de algunos hijos de Moctezuma o de Isabel. Mi madre –agrega– aseguraba que así era.

–¿Como se inició su gusto por la arqueología?

–Cuando estudiaba en la preparatoria no sabía a ciencia cierta a qué me iba a dedicar y un amigo me facilitó un libro que fue fundamental, titulado Dioses, tumbas y sabios, del cual me impactó la historia de Egipto y a la edad de 17 años me absorbió el conocimiento de esa civilización.

–¿El Proyecto Templo Mayor es su mayor logro?

–Ha sido el proyecto que más satisfacciones me ha dado. Lo empecé, marqué las directrices, busqué colaboradores y se conformó un excelente grupo. Ahora soy coordinador vitalicio, porque los que responden ante el Consejo de Arqueología son los propios arqueólogos que tienen en sus manos los proyectos de investigación.

Matos Moctezuma es considerado uno de los impulsores de la arqueología urbana y de la investigación sistemática para el conocimiento de la cultura mexica a lo largo de más de 30 años.

El investigador emérito del INAH es maestro en ciencias antropológicas, con especialidad en arqueología, por la Escuela Nacional de Antropología e Historia y la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus aportaciones más significativas se enmarcan en el diseño y coordinación en 1978 del Proyecto Templo Mayor, mediante el cual se emprendieron las tareas de excavación arqueológica de este recinto sagrado de la antigua Tenochtitlán, mismo que continúa vigente.

De modo paralelo al desarrollo de ese proyecto, en 1991 Matos Moctezuma creó el Programa de Arqueología Urbana (PAU) para profundizar en el estudio del recinto ceremonial de México-Tenochtitlán, del cual se han recuperado más de 3 mil vestigios procedentes de excavaciones efectuadas durante los trabajos de recimentación de la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, la Casa del Marqués del Apartado y la librería Porrúa, entre otros predios cercanos al Templo Mayor.

En 1987 fundó el Museo del Templo Mayor y ese mismo año impulsó el proyecto de investigación de la Zona Arqueológica de Tlatelolco.

Homenaje en la feria de Minería

Eduardo Matos también es integrante de El Colegio Nacional, la Academia Mexicana de la Historia, la Asociación de Escritores de México y la Sociedad de Antropólogos del Caribe.

Es autor de más de 37 libros y coordinador de 21 obras bibliográficas, entre los que destacan Muerte al filo de la obsidiana, Vida y muerte en el Templo Mayor Teotihuacán, La metrópoli de los dioses. Ha recibido numerosos premios y ejercido diversos cargos en el INAH, así como en excavaciones realizadas en Tula, Teotihuacán, el Templo Mayor y Tlatelolco.

Asimismo, en la Feria Internacional del Libro de Palacio de Minería, Matos Moctezuma fue objeto de un homenaje por sus 70 años y presentó su libro Piedras negadas el domingo 21.

El domingo 28, el investigador presentará en ese encuentro editorial, el volumen Montaña sagrada: Templo Mayor, del historiador Alfredo López Austin y del arqueólogo Leonardo López Luján.