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Estiman que el fallo del tribunal alemán sería adverso al reclamo de México

Fuentes españolas aseguran que el acervo Patterson volvió a su supuesto dueño

Se cree que 700 piezas pertenecen a culturas precolombinas, en particular de origen maya y mexica

No se pudo evitar la devolución a pesar de las gestiones de varios países, dice fiscal

Foto
Una de las piezas que, se presume, forman parte de la colección de Leonardo Patterson y que perteneció al peruano Raúl Apesteguía. Imagen tomada de la revista peruana 5to poder
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 26 de febrero de 2010, p. 5

Madrid, 25 de febrero. Antonio Roma, fiscal español especializado en delitos contra el patrimonio histórico, manifestó a La Jornada que las piezas de la llamada Colección Patterson incautadas en Alemania –alrededor de mil de origen prehispánico, de las que se cree que 700 son mexicanas y fueron sustraídas de ese país mediante el expolio– fueron devueltas a su supuesto dueño, el ciudadano costarricense Leonardo Patterson, conocido como uno de los principales traficantes de arte precolombino y animales exóticos.

México, que ha actuado de forma negligente a lo largo del proceso, aseguró el fiscal, está a la espera de un fallo judicial que será previsiblemente desfavorable y que incluso lo obligará a pagar las costas del proceso y los carísimos abogados contratados por el traficante, quien también posee la nacionalidad alemana.

El pasado jueves venció el plazo legal por el cual los tribunales alemanes podían tener bajo su jurisdicción las mil 30 piezas de arte precolombino que fueron incautadas en una aduana de Munich, Alemania, a finales de abril de 2008.

Pésima noticia

Antonio Roma y una fuente de la investigación policial se mostraron un tanto decepcionados ante lo que califican de pésima noticia: la devolución del patrimonio expoliado, valuado en más de 100 millones de dólares, a Leonardo Patterson, puesto que hasta la fecha no se ha logrado probar ningún delito en su contra y tiene la legislación alemana en su favor.

Esto significa que las piezas ya están de nuevo en poder de Patterson y no en un lugar desconocido de Baviera, como estaban hasta ahora. Ahora él tiene la facultad de hacer con ellas lo que quiera: sacarlas de nuevo del país o guardarlas en un lugar secreto e, incluso, venderlas, explicó el fiscal Roma, quien reconoció que no se ha podido evitar esta devolución a pesar de los intentos y denuncias presentadas por los numerosos estados afectados en este proceso, entre ellos México, España, Argentina, Costa Rica, Guatemala, Colombia Nicaragua y Venezuela.

Mención aparte merecen Perú y Ecuador, los únicos países que han logrado la devolución parcial de su patrimonio, sobre todo porque actuaron de inmediato y de forma diligente ante la justicia española.

De las más de mil piezas que permanecían ocultas en Baviera, bajo arraigo judicial, se calcula que unas 700 eran fruto del expolio perpetrado en México y Centroamérica.

Entre las obras de arte que podrían ser patrimonio de México figuran bustos de madera de origen olmeca de más de 3 mil años de antigüedad, así como máscaras, esculturas en cerámica, joyas y piedras preciosas de las culturas precolombinas, de manera destacada de origen maya y mexica.

En este caso pintan bastos (expresión coloquial utilizada en el juego de cartas, que vaticina que una situación se presenta mal), explicó de forma gráfica el fiscal español, una de las personas que mejor conocen el caso Patterson. Desde la incautación en Alemania, a cargo de la Interpol, y una vez que el caso llegó a los tribunales, todas las resoluciones han sido favorables a la causa de Patterson, explicó Antonio Roma, quien añadió que hasta la fecha se han desestimado unas 12 denuncias de varios estados afectados, y además todos ellos han sido obligados a pagar las costas del proceso.

Por ello todos los conocedores del caso son conscientes de que en esta situación, en efecto, pintan bastos, puesto que los tribunales alemanes han desestimado cada una de las querellas –una docena– con el mismo argumento jurídico: si no se puede acreditar el registro y la posesión del bien cultural reclamado con, por lo menos, un año de anterioridad, no hay delito que perseguir. Máxime cuando al parecer Patterson sí habría presentado documentos que acreditarían su supuesta propiedad.

El bloque de los países andinos afectados celebró hace unas semanas una reunión para analizar la situación, en la que llegaron a la misma conclusión del fiscal español, después de constatar que a todas y cada una de las denuncias interpuestas la justicia alemana ha dado la razón al presunto expoliador. Pese a todo no piensan renunciar a su derecho de recurrir las sucesivas sentencias.

Mero trámite

En el caso de México se prevé que en las próximas semanas se pronuncie finalmente el tribunal adscrito al caso, pero para los conocedores del proceso será un mero trámite, pues prácticamente todas las denuncias son en el mismo sentido, por lo que lo más probable es que la resolución sea idéntica: se rechazará la denuncia presentada por el Estado mexicano y se le obligará a pagar los costos del proceso.

Para atender el litigio, Leonardo Patterson contrató a una de las firmas de abogados más caras y con más prestigio en Alemania.