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Realizan segunda temporada del montaje alrededor de la vida y obra de la escritora

Llevan a escena las grandes pasiones y contrastes de Rosario Castellanos

Su narrativa y poesía trascienden el tiempo, manifestó la actriz Blanca Guerra

Foto
Escena del montaje que se presenta en la sala Xavier VillaurrutiaFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de febrero de 2010, p. 4

Más que una biografía, lo que se refleja desde diversos ángulos en la puesta en escena de Prendida de las lámparas, es la sensibilidad, las contradicciones emotivas, la inteligencia, la vulnerabilidad, pero también el genio literario de la escritora y poeta Rosario Castellanos, al combinar en la dramaturgia a manera de mosaico, distintos momentos de su vida.

Con base en fragmentos de poemas, cartas y entrevistas, con la dramaturgia de Elena Guiochins y dirección y escenografía de Alberto Lomnitz, el montaje va en su segunda temporada y cuenta con las actuaciones de Blanca Guerra, Haydeé Boetto y María Inés Pintado, quienes encarnan a la escritora chiapaneca en aquellos momentos significativos para ella, así como a los personajes que la rodearon.

Las tres actrices subrayaron la relevancia de acercarse y conocer a una de las más importantes escritoras de habla hispana, quien aquí dialoga consigo misma en un orden intrincado y no lineal, que va desde su viaje a Europa, la compleja relación amorosa que mantuvo con Ricardo Guerrra, su infancia en Comitán, Chiapas, y su condición femenina ligada a su vocación literaria.

Para Blanca Guerra, lo que se representa aquí son “las grandes pasiones de Castellanos, su forma de enfrentar el amor, lo que la marcó en su vida y cómo eso determina su comportamiento. Se puede apreciar –dice la actriz–, porque Rosario escribía de esa manera y ese tipo de poesía. Los espectadores salen muy emocionados de ver a este personaje, inteligente y conmovedor, que mediante esta puesta en escena se convierte en entrañable”.

Rosario Castellanos se compromete con su momento histórico, con las letras, con los derechos de la mujer y de los los indígenas. Asimismo, destaca en ella su capacidad de amar, abundó Guerra.

Era también una mujer con un sentido del humor bárbaro, plagado de ironía. Su obra narrativa y poética continúa vigente, porque si bien es cierto que sus novelas están ubicadas en un cierto contexto, lo que cuenta y lo que son sus preocupaciones trascienden el tiempo. Rosario más que ser localista, habla de personas.

Vida de contrastes

Rosario Castellanos, comentó Boetto, “tuvo una infancia difícil, una familia muy hermética. Un episodio que marcó su vida para siempre fue la muerte de uno de sus hermanos, cuando ambos eran pequeños y cuando sus papás todo el tiempo le dijeron que hubiera sido mejor que se muriera ella y no su hermano.

“Ella –añade la actriz– vivió sintiéndose devaluada, fea, tonta, sin talento; todo lo contrario de lo que era en realidad. Su vida fue una constante contradicción, entre lo que ella pensaba y lo que podía hacer. Siempre luchó por los derechos de la mujer, por los indígenas y, en contraste, vivía una relación amorosa patológica de la que no podía salir.”

La intención es que el espectador aprecie a una Rosario Castellanos más humana, cotidiana y sensible, y pueda interesarse por leer su extraordinaria obra literaria, destacó Pintado.

El concepto escenográfico ubica a todos los espectadores en torno a un arenero en medio del escenario, donde todo surge y se vuelve a enterrar. Donde los objetos representan momentos de la vida de Rosario Castellanos, donde lo mismo representa el desierto de Israel, país donde ella murió. Huelga añadir que la frase que la escritora repetía y que irónicamente adquirió tinte premonitorio fue: Ando prendida de las lámparas. Ella murió electrocutada al prender una lámpara en su casa en Tel-Aviv.

Las funciones de Prendida de las lámparas son jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en la sala Xavier Villaurrutia, del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional). El 19 de marzo se develará una placa conmemorativa y concluirá su segunda temporada.