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Se le alimentó por sonda y su vida se prolongó durante días, afirma el diario cubano

Granma: el opositor Orlando Zapata fue estimulado a mantener actitud suicida

El deceso del activista es consecuencia directa de la política asesina contra la isla

Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 28 de febrero de 2010, p. 23

La Habana, 27 de febrero. El diario oficial Granma aseguró hoy que Orlando Zapata Tamayo, el opositor preso que murió el martes pasado a los 42 años de edad tras una huelga de hambre, recibió alimentación por sonda y su vida se prolongó durante días con respiración artificial, pero había sido estimulado a mantener una actitud suicida.

El comentario del matutino este sábado es la primera y hasta ahora única referencia explícita al caso en los medios informativos locales.

Sin entrar en detalles, Granma afirmó que los hospitales que atendieron al prisionero no escatimaron recursos en su tratamiento y que la familia recibió información de cada paso.

Fuentes opositoras indicaron que Zapata empezó el ayuno el 3 de diciembre pasado en la Prisión Provincial de Holguín (oriente), de donde fue enviado a la cárcel de Kilo 8, en la vecina Camagüey, siempre en áreas de máximo rigor.

Estuvo en la clínica del penal de Camagüey y la semana pasada fue trasladado de urgencia al Hospital Nacional de Reclusos del Combinado del Este, en La Habana. La noche del lunes 23 llegó en estado crítico al Hospital Hermanos Ameijeiras, también en la capital, donde falleció el martes 24 en la tarde, según las mismas fuentes.

En alusión a Estados Unidos, Granma dijo que este deceso es consecuencia directa de la política asesina contra Cuba, que estimula la emigración ilegal, el desacato y la violación de las leyes y el orden establecido.

El diario añadió que toda muerte es dolorosa y lamentable, pero Zapata fue estimulado una y otra vez por sus mentores políticos a iniciar huelgas de hambre que minaron definitivamente su organismo. También en este caso, sin precisiones, el periódico agregó que el prisionero fue manipulado y de cierta forma conducido a la autodestrucción premeditadamente, para satisfacer necesidades políticas ajenas.

El recluso era fácil de convencer para que persistiera en un empeño absurdo de imposibles demandas (televisión, cocina y teléfono personales en la celda), que ninguno de los cabecillas reales tuvo la valentía de mantener, y ahora su nombre es exhibido con cinismo como trofeo colectivo, abundó Granma.

El matutino expresó que Zapata era un preso común, que había sido procesado desde 1988, sucesivamente, por violación de domicilio, heridas menores, estafa, lesiones con arma blanca, alteración del orden y desórdenes públicos. Su sentencia, de tres años en 2003, se amplió de forma considerable en los años siguientes por su conducta agresiva en prisión.

Según fuentes opositoras, Zapata comenzó su activismo político en 2002, tras lo cual fue encarcelado por los delitos de desacato, desorden público y desobediencia. Su madre, Reina Luisa Tamayo, manifestó que nuevos juicios y condenas se le acumularon en prisión por protestar por el trato que recibía y que desde 2005 se negaba a usar la ropa de reo común.

Antes de Holguín estuvo en la prisión de Guanajay (provincia La Habana, fuera de la capital) y Taco-Taco, Pinar del Río (occidente). Amnistía Internacional lo adoptó como prisionero de conciencia y el diputado francés Thierry Mariani se interesaba activamente por su caso desde 2005.