Opinión
Ver día anteriorSábado 6 de marzo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los de abajo

Repudio a amenazas

A

nte la amenaza abierta de un ataque a las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), por el grupo paramilitar Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (OPDDIC), de filiación priísta y perredista, cientos de adherentes a la otra campaña se manifestaron frente a la representación del gobierno de Chiapas en el Distrito Federal.

Acompañados de grandes mantas con consignas de rechazo a la paramilitarización y militarización en Chiapas, los manifestantes, procedentes de diversos colectivos de la ciudad de México, responsabilizaron a los tres niveles de gobierno de lo que pueda suceder en contra de los pueblos zapatistas, específicamente contra los habitantes del poblado de Santo Domingo, conocido como Casa Blanca, correspondiente al caracol La Garrucha, quienes fueron advertidos que este viernes 5 de marzo se utilizarían armas de fuego y hasta bombas para desalojarlos de su comunidad. Trascendió que no se llevó a cabo el ataque, pero la amenaza continúa, al igual que la determinación anunciada por los zapatistas de defender la tierra y no permitir el desalojo.

La solidaridad y acompañamiento a los zapatistas durante la reciente escalada de violencia en su contra se manifiesta no sólo en México, sino en distintas partes del mundo. En Europa, por ejemplo, se prepara una jornada de movilizaciones el próximo 13 de marzo, con la participación de colectivos de Italia, España, Francia, Grecia, Alemania y Suiza, entre otros. Y en una respuesta casi inmediata se pronunciaron en el mismo sentido un grupo de intelectuales, como John Berger, Immanuel Wallerstein, Paulina Fernández, Fernanda Navarro, Luis Villoro, Jean Robert, Ronald Nigh, Gustavo Esteva, François Houtart y Walter Mignolo, entre otras personalidades y colectivos de solidaridad en Europa.

Durante la acción pacífica, convocada por la Red Contra la Represión y la Solidaridad, los participantes advirtieron que no permitirán que se concreten las amenazas de despojo y represión a los zapatistas, pues en el sureste mexicano se está creando una verdadera alternativa para el país. Cuestionaron a los medios de comunicación, en particular a este diario, que en el caso de la violencia en Mitzitón ha difundido que se trata de conflictos religiosos lo que en realidad es complicidad de los gobiernos federal, estatal y local, y del ejército y de los grupos paramilitares, contra comunidades indígenas que se oponen sus proyectos.

La calle de Toledo, donde se localiza la casa que representa al gobierno de Juan Sabines, fue teñida de rojo y negro con las consignas de Asesinos y Alto a la guerra, mientras la policía vigilaba la acción en actitud intimidatoria.