Sociedad y Justicia
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Shri Krishna, investigador de la UNAM, llama a estar preparados y no entrar en pánico

Imposible predecir cuándo habrá un gran sismo y dónde se originará

Plantea 2 escenarios: que haya acumulación de energía en la Brecha de Guerrero o que ya se esté liberando

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Aspecto del hotel Regis luego del terremoto ocurrido el 19 de septiembre de 1985Foto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Sábado 6 de marzo de 2010, p. 30

Bajo las costas de Guerrero se ubica una franja de 250 a 300 kilómetros de longitud –conocida como Brecha de Guerrero–, que igual que una parte del Pacífico mexicano es propensa a los sismos, porque ahí pueden chocar las placas tectónicas de Cocos y Continental Norteamericana, señaló Shri Krishna Singh, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM.

En entrevista, llamó a los mexicanos a no entrar en pánico si escuchan sobre la posibilidad de que ocurran terremotos, pues si bien en esa brecha no ha habido ninguno de gran magnitud desde hace más de 90 años, México es un país donde los sismos son habituales, por lo que la ciudadanía debe conocer las medidas de protección civil que debe adoptar frente a esos fenómenos naturales.

No hay razón para el pánico. No es nada nuevo que ocurra un sismo en México; ha habido muchos y seguirá temblando. La gente debe saber que existe la posibilidad y tiene que adoptar las medidas necesarias.

Explicó que los sismos más recientes superiores a 8 grados en la escala de Richter, generados en la Brecha de Guerrero, ocurrieron en 1907, 1908, 1909 y 1912. Después hubo otros con epicentro en esa región que alcanzaron 7 grados: en 1957 –recordado por la caída del Ángel de la Independencia–, con intensidad de 7.5, y dos en 1962, de 7.1 grados.

Como dichos movimientos no han sido muy fuertes, la energía se está acumulando en esa franja y es posible que ocurra un temblor grande y un maremoto, aunque no se puede predecir cuándo ni la magnitud.

El investigador aseveró que en esa brecha pueden presentarse otras dos posibilidades extremas, pero insistió en que es imposible asegurar que sucedan. “Una es que se ha acumulando gran cantidad de energía y el contacto entre las placas tectónicas tiene una resistencia tal que las condiciones aún no son adecuadas para que se libere, pero cuando eso suceda habrá un sismo.

La otra, aunque remota debido a la historia sísmica de México, es que no se esté acumulando energía y una placa entra sobre la otra sin ningún esfuerzo, por lo que no habría terremotos grandes.

Recordó que a diferencia de Chile –azotado el sábado pasado por un sismo de 8.8 grados, o en 1960, cuando ocurrió ahí el terremoto más fuerte del mundo, de 9.5–, aquí no han ocurrido movimientos telúricos superiores a 8.4 grados Richter; el más intenso alcanzó una magnitud de 8.2, y sucedió en 1962, en Jalisco.

Desde hace tiempo esperamos un temblor en la Brecha de Guerrero. Sin embargo, han ocurrido en otros sitios, pero no ahí. Cuando se habla de que se espera un sismo en este lugar no quiere decir que es el que sigue o que se tenga que dar el próximo mes, en 10 o en 20 años; eso nadie lo sabe. Tampoco se conoce si será en esa brecha, pues el próximo terremoto podría tener epicentro en Michoacán, donde se generó el que azotó la ciudad de México en 1985.

La Brecha de Guerrero se extiende de Petatlán –cerca de Zihuatanejo– a San Marcos, antes de Pinotepa Nacional; pasa por el puerto de Acapulco y otras ciudades costeras, señaló.