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Directora General: CARMEN LIRA SAADE Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER Domingo 14 de marzo de 2010 Num: 784 |
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Trío de marzoTres conciertos acaparan nuestra atención estos días, comenzando hoy mismo. Al verlos juntos en cartelera, entre otras muchas opciones de pop, rock, progresivo y covers, los ánimos se levantan haciéndonos sentir que el país en general, y Ciudad de México en particular, tienen buena oferta sonora pese a la crisis y los elevados precios de sus boletos. (Tampoco para los promotores está siendo fácil el trabajo, es verdad.) Una cantante, el otro cantautor y el último pianista, todos representan géneros y geografías distintas pero una misma y alta calidad. Eugenia León, Caetano Veloso y Brad Mehldau. EUGENIA LEÓN, LA CANTANTE Hiperactiva como siempre, tras el éxito de su magnífica serie Tocando tierra para el Canal 22, Eugenia León presenta su disco Cine, homenaje a la canción del cine mexicano. Un álbum doble que incluye el DVD La transformación del cine en música y que cuenta con una pléyade variopinta de talentos. Del ensamble de percusiones Tambuco al cuarteto de saxofones Anacrusax pasando por la Banda de Música del estado de Oaxaca, la Orquesta Mexicana de Tango, el Cuarteto Latinoamericano, Enrique Neri, Fernando de la Mora y Horacio Franco, entre otros, el proyecto intenta, en palabras de la cantante, mostrar “historias que hablan de nosotros, hombres y mujeres de México. Obras que son testigos de lo que fuimos, autores de lo que somos y, acaso, creadores de lo que habremos de ser”. Y vaya que lo logra. Por ello nuestra visita al Lunario del Auditorio el próximo miércoles 17 parece insoslayable.
CAETANO VELOSO, EL CANTAUTOR Zii e zie es su nuevo disco. Minimalista pero arriesgado en su concepción rítmica y texturas sónicas, sus trece piezas dejan ver la suma del mejor Caetano. El dulce y melódico, con esa voz que se eleva a tesituras femeninas; el experimental que juega con tonos graves y provocaciones tipo Tom Zé; el que rockea elucubrando con precisión una inconformidad, una búsqueda estética; el que poetiza con conciencia social, humana y sexual. Muy en el tono del grupo con el que nos visitó la última vez promoviendo el disco Cé, imaginamos pocos músicos sobre el escenario, mucho vacío armónico y una apuesta por el poder de la voz y el discurso. Polémico por rodearse de intérpretes jóvenes ajenos al Movimiento Popular Brasileño, por dar la espalda a las dotaciones tradicionales y por abrir su proceso creativo a colegas y seguidores en internet, este disco parece correr con la misma suerte del anterior, es decir, con malas críticas y fracaso en ventas. Sin embargo, nosotros creemos que se trata de una muestra más de la congruencia de Caetano ante sus visiones e inspiraciones; un trabajo que sin duda vale la pena presenciar en directo. (De hecho puede escucharse completo en su página caetanoveloso.com.br) La cita será el viernes 19 en el Auditorio Nacional y el lunes 22 en el Teatro Diana de Guadalajara. BRAD MEHLDAU, EL PIANISTA Invitado por el Festival de México en el Centro Histórico, este pianista justificará (viernes 26 y sábado 27) por qué lleva quince años siendo uno de los más respetados compositores e intérpretes del jazz contemporáneo. Más allá de los cientos de festivales, premios y reconocimientos a su labor como líder de numerosos proyectos y colaboraciones en tríos y dúos, creemos que la razón de su éxito se debe a que, como muy pocos, Brad Mehldau supo reunir la ligereza del sonido más comercial con los juegos de la mejor vanguardia. En pocas palabras es “el Pat Metheny del piano”. (No es casualidad que dos de sus últimos discos fueran hechos, precisamente, al lado del guitarrista.) Ahora vendrá en solitario, solo frente al toro de la gran dentadura. Y gustará mucho. Estamos seguros. ¿Y SI LOS JUNTÁRAMOS? Piense el lector en una introducción libre de piano a cargo de Mehldau. En tono menor, no sólo delataría capacidad para improvisar sino para sobrevolar y aterrizar en una cadencia con cierto tumbado oculto por el cual se desplazaría la voz de Eugenia, trayendo al presente la letra de un bolero como “La historia de un amor.” Ya con el jazz y el caribe funcionando, a ellos se sumaría una fina guitarra acústica con figuras rítmicas tipo samba, cortesía de Caetano. Nada cuesta imaginar, ¿cierto? Recordamos así un viejo juego entre amigos que consistía en armar la banda de ensueño con músicos de distintas épocas y géneros, vivos o muertos, para luego describir el resultado. ¿Algún melómano interesado en hacernos llegar su dream team? En fin, mientras esto sucede o no, yendo a estos tres conciertos podríamos esperar que, aunque sea por un minuto, nos visite la inspiración y escuchemos una gran reunión en la cabeza. |
