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Investigarán los asesinatos de Lesley A. Enriquez, Arthur H. Redelf y Jorge A. Salcido

Llegan a Ciudad Juárez equipos de FBI, DEA y otras agencias de EU

Aún no se confirma si los crímenes fueron premeditados, sostienen autoridades en Washington

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La bandera de Estados Unidos fue izada a media asta en el consulado en Ciudad JuárezFoto Rubén García
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 16 de marzo de 2010, p. 3

Nueva York, 15 de marzo. Washington envió equipos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y de otras agencias de seguridad pública para investigar los asesinatos de tres personas vinculadas con el consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, y para evaluar el nivel de seguridad para sus diplomáticos a lo largo de la frontera. Asimismo, se informó que aún no ha podido confirmarse que el atentado haya tenido el objetivo de matar a personal diplomático estadunidense.

La tragedia sólo subraya qué tan severo y significativo es el peligro que esto representa para México, Estados Unidos y el hemisferio, afirmó a los medios de comunicación P. J. Crowley, vocero del Departamento de Estado. Informó que el gobierno estadunidense evalúa la seguridad en sus instalaciones diplomáticas en la frontera y dijo que se trabajará con México para determinar si se necesita adoptar más medidas.

¿Identidad equivocada?

A la vez, el gobierno de Wa-shington aún no confirma si los atentados fueron premeditados contra su personal. Sobre si este incidente particular fue dirigido contra diplomáticos estadunidenses, creo que no estamos preparados para llegar aún a esa conclusión, dijo Crowley. Una vocera de la FBI afirmó lo mismo a medios aquí, y agregó que podría tratarse de un caso de identidad equivocada.

Crowley también informó que la decisión del Departamento de Estado para autorizar el éxodo de familiares de empleados diplomáticos estadunidenses en seis ciudades del norte de México fue tomada desde la semana pasada, ante una creciente preocupación por el deterioro de la seguridad en esa zona, y no en respuesta directa a los asesinatos del sábado anterior.

El Departamento de Estado informó que Lesley A. Enriquez trabajaba en la sección de servicios para ciudadanos estadunidenses del consulado en Juárez; ella y su esposo, Arthur H. Redelf, fueron asesinados a poca distancia del puente internacional.

El mexicano Jorge Alberto Salcido Ceniceros, esposo de una empleada mexicana en el mismo consulado, fue asesinado minutos antes en otra parte de la ciudad fronteriza, y algunos medios informaron que era integrante de la policía estatal de Chihuahua.

Según el Departamento de Estado, los tres habían asistido a la misma fiesta de cumpleaños poco antes de los incidentes, y Enriquez y Redelf iban de regreso a su residencia, en el lado estadunidense de la frontera.

Una vocera de la FBI informó a National Public Radio que cinco agencias de seguridad pública estadunidense participan en la investigación: además de la propia FBI, la DEA, la agencia de aduanas (ICE), la oficina de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF) y el departamento del alguacil de El Paso, ayudaban a la policía mexicana.

El consulado estadunidense en Juárez permaneció cerrado hoy (ayer estaba programado su cierre por ser día feriado en México) por luto. Es la segunda vez que un consulado estadunidense en la frontera cierra por violencia en este mes: el consulado en Reynosa cerró durante varios días a fines de febrero por la violencia en esa zona.

Según el analista de relaciones interamericanas Christopher Sabatino, del Consejo de las Américas, los incidentes del 13 de marzo podría llevar a que diplomáticos estadunidenses propongan una mayor presencia de agentes de seguridad pública de su país para su protección.

En entrevista con la agencia de noticias Bloomberg, Sabatino dijo que los asesinatos del sábado cambian el juego. Ahora que ciudadanos estadunidenses, claramente funcionarios del gobierno de Estados Unidos, han sido atacados, habrá menos confianza en que las autoridades mexicanas puedan hacerlo por sí mismas (brindar la debida protección a los diplomáticos).

Mientras tanto, este incidente nutre la percepción en Estados Unidos de una violencia desatada y descontrolada en México, con la consecuencia de que se verá afectada la industria turística, comentaron especialistas.

Casi todos los medios aquí que reportaron el incidente en Ciudad Juárez informaron que también sucedieron asesinatos en otras partes de México, en particular en Acapulco, ese mismo fin de semana, con saldo total de casi 50 muertes.

Por ejemplo, CBS News reportó hoy que mientras miles de jóvenes universitarios de Estados Unidos ingresan a México para sus vacaciones de primavera, este fin de semana fue uno de los más letales en la historia reciente del país, cuando ciudadanos estadunidenses fueron atrapados (en Ciudad Juárez) en el fuego cruzado de la violencia de la droga.

La cadena continuó con informes sobre asesinatos en Acapulco durante los mismos días, y resumió: “México está en las garras de bandas de drogas hiperviolentas, que combaten en las calles por el control de las rutas de tráfico al mercado de drogas de Estados Unidos… Ni la declaración de guerra del presidente Felipe Calderón, con 45 mil soldados enviados a pelear con los cárteles, ha logrado detener a los traficantes o la violencia”. Agrega que unos 200 mil estudiantes de todas partes del mundo llegan cada año a Cancún, y que MTV realiza su extravagancia del springbreak en Acapulco esta semana. Fiestas en las playas y violencia de droga, mezcla preocupante en Acapulco este año.

Con titulares como ciudadanos estadunidenses asesinados en México, los medios aquí reportaron la creciente ola de violencia; incluso señalan que reporteros abandonan algunas de las ciudades fronterizas por los niveles de amenaza y peligro, y por lo tanto también hay cada vez menos información sobre los acontecimientos.