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El desempeño del país, deslucido y preocupante, señala

Fragmentación del entorno laboral impide elevar la productividad: Levy
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Periódico La Jornada
Domingo 21 de marzo de 2010, p. 3

Cancún, QR, 21 de marzo. El entorno laboral de México está sumamente fragmentado y presenta grandes obstáculos para elevar su productividad, afirmó aquí el ex director general del Seguro Social Santiago Levy, ahora vicepresidente de sectores y conocimiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En conferencia de prensa, el también ex subsecretario de Hacienda apuntó que la productividad en América Latina es baja en comparación con la de Estados Unidos y otras zonas del mundo.

Y si en la región la productividad es baja, en México el desempeño de esta variable respecto de Latinoamérica es deslucida, muy desfavorable y preocupante, pues constituye un obstáculo para alcanzar mayores tasas de crecimiento.

No se trata sólo de elevar la inversión para crecer más: es necesario detonar el crecimiento de la productividad, afirmó Levy durante la presentación del estudio La era de la productividad; cómo transformar la economía desde sus cimientos, del cual es coautor junto con la investigadora del BID Carmen Pagés-Serra.

Levy agregó que aun sin la presencia de las recurrentes crisis económicas de los últimos años, América Latina y México crecerían más lentamente que el resto del mundo por la baja productividad de sus economías.

El problema va más allá de la inversión, insistió, pues los trabajadores mexicanos que aquí no son productivos, migran a Estados Unidos y ahí sí lo son.

Lo anterior ocurre porque el entorno laboral mexicano está sumamente fragmentado y presenta grandes obstáculos para elevar su productividad.

Presentado también por Pagés-Serra, el estudio –que evaluó los aumentos y las pérdidas de productividad de 76 naciones en comparación con Estados Unidos– llegó a la conclusión de que el bajo crecimiento de la productividad en la mayoría de países de América Latina y el Caribe es la principal razón por la que estas economías presentan menores tasas de expansión que las de estados similares de Asia.

De una muestra de 76 países, 17 de ellos de América Latina y el Caribe, Chile fue el único de la región que ha aumentado su productividad respecto a Estados Unidos desde 1960.

De las 20 naciones con los peores desempeños, la mitad son de esta región, y México figura dentro de este grupo en el sitio 16, con una pérdida de productividad de 31.5 por ciento, peor que la de Jamaica y Perú.

Patrocinado por el BID, el estudio señala que a pesar de que Chile fue la única nación de la zona en mejorar su productividad –18.9 por ciento, comparada con la de Estados Unidos–, sus ganancias fueron menores que las de India, Tailandia y China.

Por el lado opuesto, Nicaragua, Honduras, Venezuela y El Salvador son los países que más perdieron productividad, y su rendimiento fue inferior al de países mucho más pobres, como Argelia, Uganda y Kenia.

Como elemento central, el planteamiento de Pagés-Serra y Levy refuta la noción comúnmente aceptada de que el crecimiento de América Latina y el Caribe adolece de escasez de inversión, e intenta mostrar que la región podría acelerar su crecimiento económico y reducir la brecha de ingresos per cápita respecto de las naciones industrializadas con políticas que promueven un mejor uso de los recursos existentes en la economía.