La muerte de José Humberto Márquez Compean y la desaparición de José Adrián Lucio Barajas generaron críticas en el Senado por los alcances que ha alcanzado la lucha contra el narcotráfico.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Rosario Ibarra, dijo que el país vive una historia peor a la guerra sucia de la década de los 70 y principios de los 80, ya que el Ejército “detiene, desaparece y ahora hasta ejecuta a los detenidos”. Suponiendo, sin conceder, que las personas que detienen sean delincuentes, tienen derecho a un juicio justo.

Señaló que “el Ejército está metido hasta el copete. Está obedeciendo órdenes del comandante supremo de las fuerzas armadas, que es el Presidente. Es una atrocidad lo que están haciendo. Decir que las ejecuciones de civiles son bajas sensibles, como dijo el titular de Gobernación, Fernando Gómez Mont, no se vale”.

En tanto, la Armada de México rechazó haber participado en la muerte de Márquez Compeán y en la presunta desaparición de José Adrián Lucio Barajas o Marcelo Adrián Lugo Barajas, quienes fueron transportados en un helicóptero de la Marina el domingo pasado, luego de que personal de la dependencia acudió en apoyo de la policía de Santa Catarina, que habría sido agredida por desconocidos.

El presidente del Senado, Carlos Navarrete, anunció que ya se citó a una nueva reunión al gabinete de seguridad, con la finalidad de discutir el grave problema de los enfrentamientos en las calles, del Ejército con bandas criminales, y el fuego cruzado en el que están cayendo civiles.

El senador Fernando Castro Trenti, del PRI, sostuvo que es lamentable que en la lucha contra el crimen organizado, en la que participa el Ejército, ocurran desapariciones forzadas de personas; las autoridades están obligadas a explicar e informar qué ocurrió con los detenidos.