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Belleza, juventud y punch, en busca del cetro mundial gallo

Yazmín Rivas, ama de casa y mamá, y la enfermera Zulina Muñoz se enfrentarán esta noche en el que algunos aún consideran el más viril de los deportes

 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de marzo de 2010, p. a32

Las boxeadoras mexicanas Zulina Muñoz y Yazmín Rivas pelearán esta noche. Sólo una sabrá lo que se siente ser campeona mundial. Zulina, que es enfermera, suma dos intentos fallidos; su rival duranguense lleva cuatro. Ambas quieren bajar del cuadrilátero con la faja mundial gallo femenil del Consejo Mundial de Boxeo.

Ayer, durante el pesaje para la contienda, ambas estaban optimistas porque tienen confianza en que están cerca de convertirse en monarcas. Pero esa no fue la única coincidencia durante la ceremonia de la báscula previa a la función de hoy en el Deportivo del Sindicato de los Trabajadores del Metro (entre Tezontle y Churubusco, delegación Iztacalco, a partir de las 19:30 horas). Las dos peleadoras son reconocidas por sus agallas y por su belleza.

Zulina Muñoz, apodada La Loba, subió a la báscula vestida con corpiño de encaje negro, liguero y medias negras, un hecho inédito en el boxeo femenil mexicano. Apenas se despojó del vestido entallado negro con el que llegó, los otros boxeadores que participarán en el programa se quedaron inmóviles. En silencio siguieron atentos el pesaje de las mujeres que encabezan la función denominada Monarcas en el Metro.

La duranguense, con sobrenombre de Rusita, se pesó como lo hacen casi todas sus colegas, con un cómodo top, y no necesitó quitarse los pantalones porque estuvo 500 gramos por debajo del límite de la categoría gallo (53 kilos).

Ambas de 22 años, las púgiles cuentan historias similares.

Zulina, considerada entre las boxeadoras más guapas a nivel mundial, perdió en septiembre de 2007, cuando disputó el cetro supermosca a Alesia Graf, en Alemania. Y empató en septiembre de 2008 frente a la búlgara Galina Kolena, por el campeonato gallo en Tijuana. La tercera es la vencida, expresa y, contrario a lo que estilan los varones, se muestra muy respetuosa de su rival.

“Casi estamos de la misma estatura y creo que la pelea va a estar pareja –dice la mexiquense. Lo que sí les aseguro es que la pelea va a ser muy emotiva, porque las dos ya estamos muy ansiosas de ser campeonas mundiales. Voy a dejar todo en el ring porque se trata de mi presentación ante los aficionados capitalinos, que saben mucho de boxeo y son exigentes.”

Muñoz Grajeda, originaria de San Vicente Chicoloapan, tratará de coronar con un título sus seis años de carrera en el pugilismo y mejorar su récord de 21 victorias (17 nocauts), una derrota y un empate. Sería una recompensa a tanto esfuerzo. También quiero demostrar que las mujeres tenemos capacidad para dar un buen espectáculo, igual o mejor que los hombres. He disputado dos veces el título y ya perdí y ya empaté... así que ahora me toca ganar.

Por su parte, Yazmín Rivas también evidencia tranquilidad. Ha perdido las cuatro veces que disputó un título mundial, pero aclara con orgullo: He peleado contra las mejores en su casa, lo que me ha dejado mucha experiencia.

Sus caídas han sido ante la coreana Kwang Ok Kim, en Corea del Norte; frente a la argentina Marcela Acuña, en Godoy Cruz; contra la alemana Ina Menzer, en Dusseldorf, y con la también mexicana Jackie Nava, en Aguascalientes.

“Sé que otra vez pelearé como visitante, pero también sé lo que traigo en los puños y vengo preparada para dar lo mejor de mí –señala serena, sentada en un sillón, mientras los reflectores y micrófonos apuntan a su contricante. Ella es una buena peleadora, con buen récord, pero estoy segura que saldré con la mano en alto.”

Yazmín entró al pugilismo siguiendo los pasos de su hermano Abel. “Me gustaba verlo entrenar y boxear y le heredé la profesión y el apodo, porque a él le decían Ruso.

Nacida y radicada en Gómez Palacio, recuerda que debutó profesionalmente a los 13 años de edad. Sí, ya sé que no se puede porque era una niña, pero así lo hice. Yo nunca tuve peleas amateurs, explica la gladiadora duranguense, que tiene registro de 21 triunfos, 6 por nocaut, y 6 derrotas.

Rusita está agradecida con el boxeo, porque le ha permitido conocer otros países y estar cerca de su sueño de ser campeona mundial. Sin embargo, se queja de los sueldos que reciben las mujeres.

Nos pagan mucho menos que a los varones y debería ser igual. Nuestros entrenamientos, sacrificios y riesgos son iguales, pero no hay comparación en los sueldos. Ahora vamos a ser las estelares y estamos seguras de brindar un buen espectáculo, así que esperemos que poco a poco se acabe con esta discriminación, expresó Yazmín. Confiesa que desea el cinturón de campeona para llevárselo a su hija Yazmín Daniela, de 8 meses de edad.

Soy boxeadora, ama de casa y mamá, así que debo de cambiar ese refrán y que la quinta sea la vencida, termina sonriente. Esta noche ellas serán protagonistas del que, aún hoy, algunos califican como el más viril de los deportes.