Cero en Conducta

María Elena Hope

En muchas escuelas predomina el callar y obedecer, el autoritarismo que se vive en el aula y que nos ha marcado en nuestra configuración sigue presente, afecta a los alumnos y también los maestros estamos sometidos por él.

Frente a esa determinación de acallar al magisterio, proponemos Cero en Conducta, es decir, discutir, opinar, actuar […]

Para quienes desde los escritorios dictan la verdad y han llevado a la educación mexicana a la peor de sus crisis, seguramente resultará intolerable que los maestros opinemos.

Como castigo nos pondrán Cero en Conducta, acusándonos de pensar y actuar.

Pero para no darles gusto, nosotros nos lo ponemos y nos comprometemos a llevar nuestro Cero en Conducta con entusiasmo y actitud crítica.

Así es como Ramiro Reyes Esparza, conocido luchador por las causas de la educación y contra los cacicazgos en el sindicalismo magisterial, explicaba las finalidades de la asociación civil educación y cambio, a.c., organización autónoma y sin fines de lucro fundada en 1985 por maestros e investigadores preocupados por la crisis de la educación pública y la ausencia de iniciativas gubernamentales para superarla.

A veinticinco años de su fundación, Cero en Conducta, su principal medio de expresión, continúa promoviendo la cultura de los maestros, impulsando el debate de los problemas educativos nacionales, particularmente de la educación básica y la formación de maestros, difundiendo propuestas y experiencias educativas innovadoras, así como la formación de educadores de acuerdo con sus principios y su misión.

Con más de 50 números publicados, Cero en Conducta no sólo analiza continuamente las políticas educativas y sus frecuentes cambios; además introduce al debate muchos temas antes eludidos, trayendo a nuestra atención los problemas y propuestas respecto de, por ejemplo, la “educación ambiental”, la educación para los derechos humanos y la paz, la educación sexual, o el papel de los medios en la educación de niños y jóvenes.

La revista además se enriquece de las acciones de educación y cambio. Actualmente la asociación promueve la creación de una red de profesores, no sólo para el intercambio de experiencias pedagógicas, sino también para “hacer oír la voz profesional del magisterio” frente a lo que consideran “uno de los peores momentos de la historia reciente de la educación pública”, producto de la subordinación del titular del ejecutivo federal a los poderes de facto y de las desafortunadas decisiones tomadas en la Secretaría de Educación Pública. Gran parte de la crisis del sistema educativo –explican en su número 54– se debe a la histórica simbiosis de las estructuras de la sep y el snte, que desplazó la tarea sustantiva de la escuela a segundo o tercer plano en las prioridades del sistema. También señalan que un amplio sector del magisterio ha sido presa del poder corruptor de los cacicazgos sindicales, cuya supremacía en el sistema “ha creado una estructura y una cultura político-laboral que tergiversa, pervierte o impide cambios sustanciales en el funcionamiento de la escuelas y en el trabajo cotidiano.” Quizá por eso, sus números más recientes abordan problemas como la evaluación a través de pisa y Enlace, la reforma de la educación secundaria o la Alianza por la Calidad de la Educación. Pero en Cero en Conducta no todo es crítica: también analizan propuestas de innovación y continúan la difusión de experiencias de maestras y maestros que muestran cómo cambiar las prácticas pedagógicas. Un ejemplo de ello lo constituyen los números recientes dedicados a la educación preescolar e inicial.

Temas centrales de los números más recientes
56. Leer y crecer con los más pequeños
55. Enlace a examen. Español
54. Los secretos de Finlandia: ¿Qué
      podemos aprender?
53. El lenguaje en preescolar y primaria
52. Evaluación y cambio educativo.
51. Educación preescolar: reforma
      pedagógica.
50. La diversidad en la escuela.
49. La formación de lectores.
48. El sentido de la escuela.

Aunque sostener la publicación ha sido un reto enorme, Cero en Conducta lo ha podido enfrentar gracias al interés de los lectores y su red de distribución, que abarca la mayor parte de las entidades del país y se conforma con profesionales de la educación que se han sumado a la asociación y que buscan contribuir al cambio educativo. No obstante la dificultad de mantener la regularidad deseada –hay años en los que se publicó un solo número–, como ya mencionamos, a la fecha son más de 50 publicados.

Es de agradecer que los editores no cesen en el esfuerzo y que tengan muchas acciones previstas, sobre todo la consolidación de la red de educadores, para profundizar su participación en el debate de los problemas educativos y en la búsqueda de alternativas para su solución. Podemos esperar que en esta tarea Cero en Conducta siga siendo referencia y medio indispensable de difusión de los conocimientos y propuestas que acrecienten la cultura educativa de nuestros profesores y de la ciudadanía.

Para saber más
www.ceroenconducta.org

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