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CLEROPEDERASTIA
La cúpula católica rompe la solemnidad para defender a Benedicto XVI

En un gesto inédito se pronunció antes de la bendición urbi et orbi

Angelo Sodano calificó las acusaciones de chismorreos

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Benedicto XVI abraza al cardenal italiano Angelo Sodano durante la misa de Pascua en la catedral de San Pedro. En un gesto inédito, fuera del protocolo religioso, Sodano habló en nombre de la jerarquía de la Iglesia católica para manifestar su respaldo incondicional al Papa, en medio de una crisis provocada por curas pederastasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de abril de 2010, p. 2

Ciudad del Vaticano, 4 de abril. La jerarquía de la Iglesia católica, salpicada por una serie de escándalos por curas pederastas, cerró filas este domingo en torno al papa Benedicto XVI, quien pronunció su tradicional mensaje de Pascua desde la basílica de San Pedro sin hacer alusión a la polémica.

En un gesto inédito, fuera de toda solemnidad religiosa, las celebraciones del domingo de Resurrección se abrieron en el Vaticano con un mensaje de solidaridad al Papa de todo el Colegio Cardenalicio. Las palabras de solidaridad fueron pronunciadas por el decano, el cardenal Angelo Sodano, tras las críticas lanzadas contra el pontífice alemán por su actitud pasiva ante las denuncias de abusos sexuales cometidos con menores por sacerdotes.

El pueblo de Dios está contigo y no se deja impresionar por los chismorreos del momento, lanzó Sodano.

Contigo los cardenales, tus colaboradores de la curia romana. Contigo los colegas obispos dispersados en el mundo, que guían las 3 mil circunscripciones eclesiásticas del planeta. Están en particular contigo en estos días los 400 mil sacerdotes que sirven generosamente al pueblo de Dios, afirmó el veterano religioso.

El Papa ha sido acusado por importantes medios de prensa alemanes y estadunidenses de haber cerrado los ojos ante los abusos cometidos por sacerdotes cuando era arzobispo de Munich, Alemania, e incluso durante los 25 años que ejerció el cargo de prefecto de la Doctrina de la Fe, entre los más influyentes del Vaticano, antes de ser elegido pontífice en 2005.

Al pronunciar la tradicional bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) desde el balcón de la basílica de San Pedro, ante miles de peregrinos provenientes de varias partes del mundo, el Papa se refirió más que todo a la crisis profunda que atraviesa la humanidad y no mencionó los escándalos que azotan a la Iglesia de Europa y Estados Unidos, causados por los curas pederastas.

En su mensaje, el Papa condenó el recrudecimiento del narcotráfico en América Latina y el Caribe, y pidió solidaridad para las poblaciones de Haití y Chile tras los devastadores terremotos de inicios del año.

Que la Pascua de Cristo represente, para aquellos países latinoamericanos y del Caribe que sufren un peligroso recrudecimiento de los crímenes relacionados con el narcotráfico, la victoria de la convivencia pacífica y del respeto al bien común, pidió.

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Benedicto XVI pronunció la tradicional bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) en la catedral de San Pedro, antes miles de peregrinos que llegaron de varias partes del mundo. En el mensaje se refirió al recrudecimientos del narcotráfico en América Latina y el Caribe, y exhortó a ser solidarios con las poblaciones de Haití y Chile. El Papa evitó mencionar los escándalos por los abusos sexuales de religiosos católicos en varios paísesFoto Ap

“Que la querida población de Haití, devastada por la terrible tragedia del terremoto, lleve a cabo su ‘éxodo’ del luto y la desesperación a una nueva esperanza, con la ayuda de la solidaridad internacional”, imploró.

Que los amados ciudadanos chilenos, asolados por otra grave catástrofe, afronten con tenacidad, y sostenidos por la fe, los trabajos de reconstrucción, clamó.

El Papa mencionó luego los conflictos en África, en particular Congo, Guinea y Nigeria, y condenó las persecuciones de cristianos en Pakistán e Irak y reiteró sus pedidos de paz para Medio Oriente.

El Papa concluyó la ceremonia con la bendición pascual en 65 lenguas, entre ellas arameo y latín.

La Semana Santa, que conmemora la muerte y resurrección de Cristo, se llevó a cabo en un momento difícil para la jerarquía de la Iglesia.

La situación es tan delicada, que el predicador del Papa, el franciscano Raniero Cantalamessa, tuvo que pedir disculpas públicas en un diario italiano por el sermón pronunciado el Viernes Santo ante el Papa, en el que comparó las acusaciones contra el pontífice y la Iglesia católica con el antisemitismo.

Hay mucha instrumentalización del fenómeno, si bien es algo grave, comentó un peregrino italiano que se identificó como Marino.

Durante la Semana Santa, los medios del Vaticano, L’Osservatore Romano y Radio Vaticano, publicaron mensajes de apoyo al Papa y condenaron la campaña de propaganda vulgar contra la mayor autoridad de los católicos.

Varios cardenales italianos han dado entrevistas este domingo a la prensa en las que reconocen el papel severo de Benedicto XVI frente a la pedofilia.

Se trata de pretextos para lanzar una campaña contra el Papa, aseguró el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia.

Benedicto XVI ha sido el que más ha hecho para limpiar las porquerías dentro de la Iglesia y hasta se ha expuesto en primera persona para ello, aseguró Scola en una entrevista a la televisión pública Rai.

El escritor estadunidense católico George Weigel, biógrafo del fallecido Juan Pablo II, sostiene que poderosas fuerzas han desatado una guerra cultural con la finalidad de destruir las enseñanzas morales de la Iglesia.

El cardenal francés Roger Etchegaray pidió que se haga limpieza dentro de la institución, pero sin dejarse intimidar ni padecer el temor de los enemigos.