Opinión
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México SA

PPE: fracaso cumplido

Otro cuento sobre el empleo

Subejercicio de 95%

M

uy contento andaba el inquilino de Los Pinos aquel 15 de enero de 2007, presume que te presume, cuando al presentar en sociedad su Programa Primer Empleo aseguraba que cumplimos con uno de los compromisos más importantes que hemos adquirido con los mexicanos (la creación de plazas laborales en el sector formal de la economía). En pomposo acto en la residencia oficial, flanqueado por el secretario del Trabajo y el director general del IMSS (a su diestra –como debe ser– Javier Lozano Alarcón, y a su siniestra –ídem– Juan Molinar Horcasitas, encargado del PPE), en aquella ocasión el susodicho dio por cumplido algo inexistente y que, por lo demás, ha sido uno de sus más rotundos fracasos a lo largo de su estancia en la ex hacienda de La Hormiga: la generación de empleo formal.

A la vuelta de tres años y pico de supuesta existencia, ha sido tal el fracaso del PPE que en 2008, 2009 y 2010 no se le asignaron recursos presupuestales, pues ni siquiera logró utilizar los originalmente asignados para su primer año (2007) de ejercicio (de 3 mil millones aplicó, cuando mucho, 90 millones). La más reciente información al respecto señala que al cierre del primer semestre del año pasado, el maravilloso programa había incorporado 18 mil empresas (de un universo cercano a 900 mil) y generado poco menos de 50 mil plazas formales (algo así como 0.4 por ciento de las registradas en el IMSS), o si se prefiere, la demanda nacional real de una quincena.

El PPE arrancó –por decirlo de alguna manera– el primer día de marzo de 2007; ante su notorio fracaso, en enero del año siguiente fue revisado y relanzado, y después de ello ni quién se acuerde, por mucho que desde antes de ponerlo en marcha Calderón presumiera ya cumplimos. Desde luego no es el único fiasco en materia de empleo, pero en su presentación en sociedad aquella bella mañana del 15 de enero de 2007 se subrayó que el PPE se inscribe en la estrategia integral del gobierno de Felipe Calderón para incentivar la creación de empleos permanentes y bien remunerados en la economía formal, junto a iniciativas como el apoyo a jóvenes emprendedores y el impulso a las pequeñas y medianas empresas. A través de este programa, apoyará a las personas físicas o morales para generar nuevos empleos permanentes, a través de un subsidio aplicado a la parte de las cuotas obrero-patronales que les corresponde pagar a los empleadores al dar de alta a los trabajadores ante el IMSS (organismo encargado de su implementación, con el impune Molinar Horcasitas como responsable).

La Auditoría Superior de la Federación precisa que “en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 (Calderón) propuso como un objetivo nacional ‘alcanzar un crecimiento económico sostenido más acelerado y generar los empleos formales que permitan a todos los mexicanos, especialmente a aquellos que viven en pobreza, tener un ingreso digno y mejorar su calidad de vida’”, lo que desde luego forma parte del abultadísimo inventario de pendientes de la actual administración pública.

Pero la ASF es aún más contundente al revisar el alcance del PPE al cierre de 2008: “no cumplió el objetivo, al no incentivar a los empleadores ni generar nuevos empleos de carácter permanente. La Auditoría Superior de la Federación considera que, en términos generales (…) el IMSS no cumplió con las disposiciones normativas aplicables a la operación del Programa Primer Empleo, ya que éste no ha sido efectivo porque no se ha logrado incentivar la participación de los empresarios en la generación de nuevos empleos. De los 3 mil millones de pesos autorizados, únicamente se ejerció 4.8 por ciento”. De hecho, el instituto utilizó 25.2 por ciento más recursos para difusión, estudios de evaluación del PPE y comisiones bancarias que para pagar subsidios para crear empleos.

No sólo eso: “de los bajos índices observados en la aplicación de recursos a subsidios en el ejercicio fiscal de 2008 (4.8 por ciento del presupuesto asignado) y en la inscripción de patrones (2.3 por ciento de un universo potencial) se desprende que no se ha logrado el objetivo de incentivar a los empleadores y de impulsar y promover la generación de nuevos empleos de carácter permanente, mediante el otorgamiento de subsidios aplicados a la parte de las cuotas obrero-patronales causadas a cargo de los patrones, en incumplimiento de la estrategia 4.3 del objetivo 4 del Eje 2 economía competitiva generadora de empleos del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, de la cual forma parte el Programa Primer Empleo, y que establece: ‘esta estrategia se apoyará en programas y acciones que incentiven a los empleadores a crear nuevos puestos de trabajo para los jóvenes que ingresan al mercado laboral’, y del artículo 1 del decreto que establece las directrices generales para dar cumplimiento al Programa Primer Empleo”.

De acuerdo con la ASF, el 18 de septiembre de 2007 el IMSS contrató una empresa para evaluar el Programa Primer Empleo, y entre los resultados destacaron: el PPE está muy por debajo de los resultados esperados, debido a que fue mínima la población objetivo inscrita al programa porque el diseño no fue el adecuado, toda vez que descansa en el supuesto de que un subsidio a la cuota obrero-patronal es factor determinante para incentivar la demanda de empresas privadas por empleos formales y permanentes de trabajadores de nuevo ingreso que tradicionalmente no acceden a esquemas de contratación permanentes a pesar de la dinámica inercial del mercado laboral.

Por si fuera poco, la debilidad del PPE se encuentra en línea con la experiencia internacional, la cual señala de manera conclusiva que estrategias que utilizan un esquema de subsidio al salario como único componente no son efectivas para lograr insertar en empleos permanentes y formales a la población vulnerable. Los programas que promueven una estrategia combinada que incluya subsidios al empleador, capacitación laboral al grupo vulnerable, servicios de información y de apoyo en la búsqueda de empleo para el trabajador son los que tienen mayor posibilidad de éxito en contextos específicos, especialmente los que incluyan servicios de información y de apoyo en la búsqueda de empleo para el trabajador.

Fracaso rotundo, pero cumplimos con uno de los compromisos más importantes que hemos adquirido con los mexicanos.

Las rebanadas del pastel

Un solidario y fuerte abrazo para los cachanillas. A echarle ganas.