Una comisión de las 11 mujeres de San Salvador Atenco denunciantes de tortura sexual contra el Estado mexicano acudirá el próximo martes al penal de San José el Alto, Querétaro, para visitar a Alberta Alcántara y Teresa González, acusadas del secuestro de seis elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) durante los hechos ocurridos el 26 de marzo de 2006 en Santiago Mexquititlán.

En la visita, las activistas mexiquenses desean expresar su solidaridad a a las ñañus (otomíes) detenidas, pronunciarse en favor de su liberación y denunciar la vulnerabilidad que viven las mujeres en el sistema de justicia, en especial las indígenas pobres.

La comisión estará integrada por Bárbara Italia Méndez, Edith Rosales, Norma Jiménez y Claudia Hernández, de San Salvador Atenco, así como la representante legal Jaqueline Sáenz, coordinadora del área de defensa integral del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).

Esta visita es una iniciativa de las mujeres de Atenco para manifestarles su solidaridad y demostrar que ellas, por los delitos por los cuales se les ha perseguido, también han sido víctimas de un sistema penal injusto pero que, finalmente, hay una esperanza gracias a todo el apoyo de la gente que está afuera, comentó la abogada.

Bárbara Italia agregó: Vamos a solidarizarnos con Alberta y Teresa porque nuestros casos son similares en cuanto a la violencia ejercida por parte del Estado contra la protesta social y en nuestra condición de ser mujeres y, en su caso particular, por ser mujeres indígenas pobres.

En el encuentro, las mujeres de Atenco expondrán sus experiencias en el proceso que vivieron hasta lograr la liberación de todas las encarceladas de su movimiento, en particular la de aquellas que también fueron acusadas de secuestro equiparado.

Esta similitud abunda en el país porque es la respuesta que tiene el Estado en contra de la movilización social y la protesta, entonces usa este tipo de delitos, como el secuestro, porque son muy condenados por la sociedad.

La visita, que se iniciará a partir de las 10 de la mañana y se espera tenga una duración de dos horas, también busca ser una muestra más de presión social para que el caso de Alberta y Teresa, que en estos momentos se encuentra en la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se resuelva con su liberación.