Sociedad y Justicia
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Critica Felipe Arizmendi los libros de texto que sólo dan información genital y olvidan valores

La invasión de erotismo socava celibato y respeto a niños: obispo

En este ambiente, es difícil para sacerdotes y para esposos mantenerse puros y fieles, dice

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El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, en conferencia de prensa durante la asamblea de la CEMFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Viernes 16 de abril de 2010, p. 35

Lago de Guadalupe, Méx., 15 de abril. Al explicar por qué la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aseguró que uno de los factores que propician la pederastia es el libertinaje y la liberalidad sexual, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, a título personal, expuso que debido a la invasión de erotismo en la sociedad no es fácil, a veces, mantenerse fiel tanto en el celibato como en el respeto a los niños.

Precisó que aunque los maestros de seminarios se esfuerzan por formar a los futuros sacerdotes de acuerdo con el evangelio, con las ciencias, la sicología y la pedagogía (...) es muy difícil que alguien se sustraiga a este ambiente erotizado, y se van disminuyendo los controles morales que tratamos de dar, no sólo en seminarios, sino a la sociedad en general.

En conferencia de prensa ofrecida durante la 89 asamblea general de la CEM, remarcó que la intención de la Iglesia no es culpar a la sociedad por la pederastia clerical, pero insistió en que en este medio ambiente contrario a la castidad y al celibato es muy difícil que alguien se mantenga puro, y no sólo los sacerdotes, sino que cualquier esposo o esposa puedan ser fieles.

Deslindar reponsabilidades

La Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (Femess) afirmó que es deplorable atribuir las prácticas de pederastia a una sociedad liberal en su ética sexual y a la educación en el rubro, centrada en la genitalidad, como hizo la CEM.

La agrupación –conformada por asociaciones que trabajan en el campo profesional de la educación sexual y la sexología clínica– emitió un pronunciamiento en el que afirma que este comentario refleja falta de autocrítica de la jerarquía eclesial en el asunto de abusos sexuales contra menores. Lejos de asumir sus responsabilidades y afrontar las consecuencias legales (por los sacerdotes infractores), sólo confunden a la opinión pública.

La Femess, presidida por el sexólogo Luis Perelman, subrayó: La promoción de la salud sexual y la educación en la materia se fundamentan en la investigación científica y promueven principios éticos respetuosos de los derechos humanos, así como tolerancia, libertad con responsabilidad, vida erótica protegida, construcción de una cultura de respeto a la diversidad y equidad de género. Nos oponemos a cualquier coerción sexual, incluidas las distintas formas del abuso hacia niños, jóvenes y adultos de cualquier orientación o preferencia sexual.

En la sede de la CEM, Arizmendi sostuvo que mantenerse firme en la castidad es muy difícil para todo ser humano, y consideró que este medio ambiente está propiciando que sea más difícil, justamente sobre la exaltación de la sexualidad. Criticó también los contenidos de los libros de texto en esta materia.

Al respecto afirmó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) debe mejorar esa información, carente de moral, pero cargada de genitalidad, lo que favorece el libertinaje sexual”.

Lamentó que en las familias no se eduque en sexualidad integral, y se deje la tarea sólo a la escuela. Asimismo, que se considere que mientras más se sabe en la materia es mejor, porque, estimó, no siempre sería así.

“Hemos insistido (la Iglesia) que ante la sexualidad debe haber una educación integral; estamos en contra de la sola información genital que tienen la mayoría de los libros de texto oficiales (...) ahí es que cada quien sepa lo que se puede hacer y mientras más sepan, mejor. Hay encuestas que revelan que quienes inciden más en el consumo de drogas son quienes sabían todo sobre la droga.

Si la SEP sólo da información genital, propicia un ambiente en el cual la persona, al saber más como hacer cosas y sus consecuencias, favorecerá el libertinaje sexual; no lo propicia directamente, pero se favorece porque no hay educación moral en los libros de texto. Debe haber formación en principios y valores para apreciar la sexualidad, que es un tesoro de Dios, no es algo malo.

Arizmendi resaltó que las relaciones sexuales en el matrimonio no son mal vistas por la Iglesia. El amor de Dios con el ser humano se compara con la relación sexual de un matrimonio, no hay cosa más sublime que la donación de totalidad en la sexualidad plena por amor de un hombre y una mujer, pero criticó la degradación erótica y la degeneración sexual, a las que contribuyen sobre todo la televisión y el cine.

Por otra parte, el director general de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual (AMSSAC), Eusebio Rubio Aurioles, rechazó el vínculo que hace la Iglesia entre homosexualidad y pedofilia, pues no tiene sustento científico.

El también presidente saliente de la Asociación Mundial para la Salud Sexual explicó que los avances científicos en el conocimiento del tema señalan que la mayoría de los pedófilos son heterosexuales y que la pedofilia, a diferencia de la homosexualidad, es una enfermedad neurobiológica.

Informó que se han detectado en pedófilos problemas en el desarrollo neurobiológico –como deficiencias del orden de 30 a 55 por ciento en el control del impulso sexual– y diferencias en estructuras cerebrales, y dijo que la explicación de la jerarquía católica a la pedofilia de algunos de sus ministros es reducida y no ayuda a la solución del problema.

Sobre esto, Arizmendi precisó que algunos expertos ligan más el fenómeno de la pederastia a la homosexualidad, pero no es una postura oficial de la Iglesia.