Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 18 de abril de 2010 Num: 789

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

De premios y desengaños
LUIS RAFAEL SÁNCHEZ

Poema
FRANCISCO TORRES CÓRDOVA

En la ficción no existe
el no

RICARDO YÁÑEZ entrevista con JULIETA EGURROLA

Época
JAVIER SICILIA

Guido Picelli, comandante antifascista
MATTEO DEAN

La trilogía Millennium: el límite de la inquina
JORGE GUDIÑO

Leer

Columnas:
Señales en el camino
MARCO ANTONIO CAMPOS

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Alonso Arreola
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Villazón regresa a México

Lo de Rolando Villazón es maravilloso, no sólo porque sea mexicano y esté situado en el Olimpo de los tenores contemporáneos. También lo es porque, más allá de una impecable técnica vocal y un carisma reconocidos en el mundo entero, la manera como se presenta sobre el escenario renueva por completo la tradicional imagen del intérprete operístico. Tipo delgado y bien parecido, lo suyo es ofrendarse con humildad y sin el esnobismo que tantas veces afecta al género arriba y abajo del tinglado. Ello no significa, por supuesto, que su figura carezca del glamour intrínseco a este arte total. Máxima prueba son sus colaboraciones con la soprano rusa Anna Netrebko, sea abordando arias u obras completas del repertorio clásico. Con ella ha alcanzado, probablemente, su mayor y mejor exposición. Así lo dijo la revista alemana Traumpaar: “Netre bko-Villazón son la pareja de ensueño de la ópera.” No por nada protagonizaron la versión fílmica de La Boheme en 2008. No por nada conquistaron el Palacio de Bellas Artes durante 2005, con la puesta en escena de Alejandro Chacón sobre Romeo y Julieta, en una producción de la Compañía Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes, bajo la dirección de Enrique Patrón de Rueda, acompañado por la Orquesta y Coro del Palacio de Bellas Artes.

Claro que hay quienes lo tachan de “muy pop” o “comercial” por entregarse con facilidad al circo de selecciones obvias y conciertos cliché, de ésos nacidos en la era de los Tres Tenores (Domingo, Pavarotti, Carreras); sin embargo, en su defensa decimos que es gracias a esta manera de mostrarse que audiencias más jóvenes se aproximan a la ópera, todavía vinculada –en México y muchos otros países– al maniqueo pensamiento de: “O la amas o la odias.” Una tontería cuando los montajes se vuelven cada vez más experimentales, cuando se puede seguir la historia con subtitulaje en vivo y cuando las condiciones generales de producción logran ser memorables.


Escena de Don Carlo

Ahora bien, para quien guste de bio grafías, diremos que Rolando Villazón nació en Ciudad de México hace treinta y ocho años, y que desde su debut internacional en Génova, Italia, en 1999, ha sido aclamado en foros que algo le sonarán al lector: Metropolitan Opera House de Nueva York, Ópera Nacional de París, Royal Opera House Covent Garden de Londres, Bavarian Opera de Munich, Sta atsoper de Berlín, Teatro dell'Opera de Roma, Ópera de Niza y otros más. A los once años comenzó su preparación vocal, actoral y dancística. Luego tomó clases con Arturo Nieto (quien lo introdujo en el mundo de la ópera) y entró al Conservatorio Nacional de Música para estudiar con Enrique Jaso y Gabriel Mijares. Ganó premios en México y Guanajuato y entró al Programa Merola de Ópera (San Francisco) para aprender de Joan Sutherland. Luego se hizo miembro del Programa de Artistas Jóvenes de la Ópera de Pittsburgh. Justo después de eso, en 1999, ganó el Premio del Público, el Premio Zarzuela y un segundo lugar en el Certamen Internacional Operalia, fundado por Plácido Domingo.

Ha interpretado a Renato Des Grieux (Manon Lescaut, de Puccini), Timonel (El holandés errante, de Wagner), Tristán (Tristán e Isolda, de Wagner), Rodolfo (La Boheme, de Puccini), Alfredo (La Traviata, de Verdi), Duque de Mantua (Rigoletto, de Verdi), Werther (Werther, de Massenet), Romeo (Romeo y Julieta, de Gounod) y muchos personajes más, y sigue ganando reconocimientos como Les Victoires de la Musique por Revelación Extranjera en Francia, el premio echo Classics y no minaciones de Gramaphone como Artista del Año, más el premio de la misma disquera por Grabación del Año, Best Recital Recording y el de la revista Opernwelt como Cantante del Año. Asimismo, su segunda grabación de arias francesas le otorgó una nominación al Grammy como Best Classical Vocal Performance.

Así, tras la mencionada visita de 2005 a Bellas Artes, los próximos 17, 23 y 26 de junio sonará nuevamente la voz de Rolando Villazón en Ciudad de México, Guadalajara (Auditorio Telmex) y Acapulco, respectivamente, aunque en dos de estas ciudades los lugares aún están por confirmarse. Lo anterior puede verse en la página oficial del tenor, en donde simplemente se anuncia una “serie de conciertos” en nuestro país, en medio de sus presentaciones en Londres, París, Hamburgo, Munich, Zurich, Berlín y Salzburgo. Esto nos llena de alegría, no sólo por la posibilidad de escucharlo en vivo, sino por su casi milagroso retorno al canto tras una delicada operación alrededor de la cual se especuló que tal vez ni siquiera volvería a hablar. ¡Vaya que estaban equivocados!