Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 25 de abril de 2010 Num: 790

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Avances de un bestiario
MIGUEL MALDONADO

El sobreviviente
TEÓFILOS D. FRANGÓPOULOS

Los dos rostros de Colombia
MARCO ANTONIO CAMPOS

El esfuerzo transfigurador como palanca del cambio
CELIA ÁLVAREZ entrevista con DAMIÁN ALCÁZAR

Gepetto o el anhelo de ser padre
RAFAEL BARAJAS EL FISGÓN

Edwidge Danticat
TANIA MOLINA RAMÍREZ

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Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGÜELLES

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Enrique López Aguilar
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Puritito amor

Me fue dado escuchar un episodio de la serie radiofónica La raza habla (en clara alusión a la frase vasconcelista que se ha convertido en lema de la UNAM), en Radio Universidad, el miércoles 31 de marzo. Ya pasaban unos segundos de las 9:30 y yo sintonizaba la banda de FM en la radio de mi coche. Me sorprendió que, al cabo de la rúbrica, la música de arranque fuera una afamada marcha nazi, Die Fahne hoch! (“¡Arriba los estandartes!”). Un poco después, se otorgó la voz a una alumna de la licenciatura en Diseño industrial (impartida en la Facultad de Arquitectura, dentro de Ciudad Universitaria), cuya intención era la de hablar acerca del sentimiento amoroso, uno de cuyos efectos puede ser “el de producir violencia”.

(Ignoro cómo se eligen los estudiantes que “hablarán” por, para, o desde la raza, ni de qué manera se proponen los temas de la raza, ni del calendario que rige la selección de lo que –supongo– será un agolpamiento estudiantil por hablar frente al micrófono, pero imagino que una parte del “concepto” que nutrió el surgimiento de esos episodios grabados fue la de ofrecer una muestra de la indudable diversidad existente en las universidades públicas.)

Destaco lo llamativo y sintomático en lo que cualquiera pudo escuchar, y lo parafraseo: “En contra de lo que uno pudiera suponer, el amor también engendra violencia: ahí está el caso de Hitler quien, por su desmedido amor a Alemania, causó la muerte de millones de personas durante la segunda guerra.” Ahí hubo una premisa “original” (la cual, por cierto, no llevó a ninguna conclusión dentro de la cápsula radiofónica): nadie había percibido que Hitler era un enamorado y que su locura de amor lo hizo provocar algunas muertes: 60 millones de cadáveres en la Europa de los alrededores de la segunda guerra deben ser vistos, entonces, como consecuencias de un extremoso acto amatorio ofrendado a la Amada Inmortal.

Si en la primera parte se habló del individuo amoroso, en la segunda le tocó su momento a la masa enamorada, capaz de destituir a malos gobernantes (algo como lo propuesto por Alberoni en Amor y enamoramiento). Según la misma alumna, el pueblo inglés ahorcó (en la cápsula se escuchó: “colgó”) a uno de sus peores reyes, para escarmien to de los siglos futuros, y bajo el impulso “revolucionario” del amor. El rey inglés de quien se habla es Enrique VIII, fundador de la Inglaterra moderna, padre de Isabel I, y quien murió en su cama al cabo de una larga agonía: se casó seis veces, mandó decapitar a dos de sus esposas, separó a Inglaterra de la influencia de la Iglesia romana y, aunque fue el antepenúltimo Tudor antes de la llegada de la dinastía de los Estuardo, tuvo un papel equivalente al de Carlos v en España. ¿No estaría confundida la estudiante de la entrevista con Carlos I, Estuardo, quien fue decapitado poco después de la revolución de Cromwell? ¿O estaría confundida con el cadáver de Cromwell, colgado en Tybum, cuando los Estuardo regresaron a Inglaterra durante el período conocido como la Restauración?

Indigestión de ideas, congestión de imágenes. ¿Detrás de estas declaraciones hubo lecturas, películas, programas de televisión, charlas, asistencia a clases, deducciones? ¿No muestran un problema de educación pública, que envía a la licenciatura a una persona capaz de producir estos dislates? Hitler, enamorado; Enrique VIII, colgado. Si los meros datos son equívocos, ¿se puede suponer alguna clase de análisis crítico y juicio personal que supere los planes de estudio de los niveles básico y medio, y la basura que ofrecen los mass media?

Las voluntades del poder panista y de la iniciativa priva da mexicana reencarrilan hoy lo que fue el proyecto nazi acerca del destino de los pueblos eslavos: desculturizarlos para, al cabo de muy pocas generaciones, convertirlos en esclavos mansos, corrompidas su memoria y su información: así era como los arios pretendían someter a las razas “inferiores”.

Ya lo apreciamos con los licenciados en el poder desde antes de 2010 (y en algunos doctores): formados en la universidad “de la vida”, saben bien cómo no hacer nada y entienden mejor los mecanismos para joder desde el poder. Y ahí ¿va México? Desde hace muchos años la patria se encuentra dañada por quienes tienen manos de estómago, pues cuanto manosean lo convierten en detritus. De seguir el cauce de lecturas confusas como las de la alumna citada –que serían apadrinadas por los jerarcas de la SEP –, eso debería ser entendido como una muestra de “amor escatológico”: imposible aplaudir tal conclusión con una frase como “ya rugiste”.