Iglesias evangélicas

y división en las comunidades

El papel que juegan en la actualidad en las comunidades indígenas las iglesias cristianas (más que las religiones propiamente dichas) resulta más relevante y complejo de lo que percibe la opinión pública en sus manifestaciones de “conflicto” y de nota roja. Los obispos católicos suelen llamar a la “tolerancia”, toda vez que frecuentemente son grupos católicos los que se supone agreden a evangélicos, presbiterianos o testigos de Jehová. 
Desde que se instaló en tierras indias la guerra de baja intensidad, el ingrediente “religioso” ha estado siempre presente en los “conflictos intercomunitarios” y ha sido una manera eficaz de diluir las evidencias de divisiones comunitarias prefabricadas y la paramilitarización en determinados casos. Muy marcadamente en Chiapas con los grupos Paz y Justicia y Máscara Roja, y ese inmenso laboratorio en tierras tsotsiles que desembocó en la masacre de Acteal.
Hoy se reedita en los municipios de San Cristóbal en las Casas, Huixtán y Chilón, con el Ejército de Dios, la Opddic y enclaves evangélicos sin identidad política definida. Curiosamente todos se manifiestan en torno a la ruta de una probable autopista muy codiciada por los empresarios y el gobierno.
Expulsiones, agresiones y castigos se suceden en comunidades de Hidalgo, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Estado de México, Yucatán, Oaxaca. Reseñados de pobre manera, proporcionan argumentos al racismo de los enemigos de los pueblo indígenas en los medios, las fuerzas represivas y la clase política. Según éstos, la “intolerancia” se debe al atraso, la ignorancia, el fanatismo, el salvajismo y la pobreza de esa gente tan manipulable a la que urge redimir para que acceda al progreso prometido por los eternos candidatos y estimulado por el Banco Mundial, el FMI, la ONU y las agencias de desarrollo estadunidenses y europeas.

El caso paradigmático de las expulsiones masivas en San Juan Chamula hacia 1980-1990, no tan paradigmático a fin de cuentas, puso en evidencia el trío poder político (PRI)-catolicismo tradicional-costmubres opresivas (machismo, alcoholismo) en esa región específica. A pesar de su significación, las interpretaciones han sido reduccionistas, parciales e interesadas. La iglesia católica progresista del área adquirió, infundadamente, un fuerte sentimiento de culpa que le ha impedido realizar un análisis realista del fenómeno. Por lo demás, la iglesia católica desempeña un papel histórico en la colonización, la reducción y el reclutamiento evangelizador de los pueblos en América.
Tampoco la academia ha profundizado lo suficiente, quedando en el registro demográfico, el recuento de daños, la descripción de viejos y nuevos usos y costumbres y ocasionalmente la reivindicación, muy fundada, de los derechos humanos y la libertad de culto.
Comienzan a elaborarse, sin embargo, estudios más puntuales sobre el papel de la evangelización cristiana no católica en medio de las guerras y la violencia en Guatemala y Colombia, y sus reflejos en Chiapas después del levantamiento zapatista, si bien el EZLN ha evitado sistemáticamente la caracterización “religiosa” de su movimiento. Un trabajo en esta dirección, aun inédito, es Las lógicas del poder de las iglesias evangélicas en tierras mayas, del investigador Miguel de León Ceto.
A continuación, Ojarasca presenta el testimonio de un caso particular en la serranía zapoteca de Oaxaca sobre el conflicto presuntamente religioso de Teotlasco. Su interés reside en que arroja luz sobre el papel desarticulador, desindianizante podría decirse, de los nuevos cultos, basados en una lectura “occidental” de la Biblia judeocristiana que impulsa valores individualistas y pone en crisis los vínculos comunitarios, mal que bien construidos a pesar de la imposición católica, con ese creativo sincretismo por adaptación y sobrevivencia que los pueblos han desarrollado para no desaparecer bajo el Estado nacional, y ahora la ofensiva global del expansionismo estadunidense.
Nos encontramos ante un debate pendiente. Es necesario ir más allá de las interpretaciones sesgadas de las iglesias y los usos militares y políticos de esta problemática. Un debate que sólo será legítimo si se fundamenta en la voz y la experiencia de los pueblos mismos, desde sus estructuras tradicionales-pero-cambiantes y la comprensión lúcida de su espiritualidad ancestral.

 

ojarasca

En Teotlasco, Oaxaca no hay intolerancia religiosa

En Teotlasco hay una agresión flagrante a las instituciones ancestrales de nuestra comunidad zapoteca por parte de algunas personas que profesan religiones protestantes, quienes se escudan en su religión para hacer una campaña de desprestigio acusándonos de intolerancia religiosa, ocultando su verdadero propósito que es destruir el sistema de cargos.
Actualmente en Teotlasco se practican las religiones: católica y dos protestantes: la llamada Arca de Noé y la denominada Iglesia de Jesucristo, además de prácticas espirituales zapotecas. Ésta es una prueba de que en Teotlasco no hay intolerancia religiosa.
La fiesta anual de nuestra comunidad es resultado del sincretismo religioso, ya que por un lado se venera a Santiago Apóstol y al mismo tiempo la fiesta nos permite convivir entre todas las personas de la comunidad y con los visitantes de las comunidades zapotecas circunvecinas, como una forma de conservar la unidad regional como pueblo zapoteca y nuestras raíces ancestrales. La fiesta es una institución que nos permite fortalecer interna y externamente nuestra comunidad y quien intente destruirla está atentando contra nuestros derechos colectivos.
Los ciudadanos y ciudadanas de la comunidad de Teotlasco que estamos conscientes de los derechos colectivos que nos protegen como pueblo y comunidad indígena alzamos hoy nuestra voz para exigir respeto a los derechos que tenemos reconocidos en la Constitución Mexicana, en la Constitución de Oaxaca y en la Ley de Derechos de los Pueblos y Comunidades Indígenas de Oaxaca, así como en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Quienes atentan contra las instituciones comunitarias están cometiendo un delito que se llama etnocidio y es importante que las comunidades indígenas hoy lo sepan para que no sigan permitiendo la destrucción de las instituciones comunitarias como el tequio, la asamblea, el sistema de cargos, la fiesta y la propiedad colectiva de la tierra, que son las instituciones que nos han permitido resistir a 500 años de colonización.
Los protestantes que hoy han ofendido a nuestra comunidad, sólo se han dedicado a decir mentiras contra nuestra comunidad y las han magnificado a través de los medios de comunicación que sin haber ido a nuestra comunidad sólo han repetido las invenciones de Jaime Hernández Martínez y Marcos Hernández García, quienes cuentan con la asesoría de Jared Jerónimo Bautista y Aarón Hernández Martínez, originarios de Teotlasco, pero que no prestan servicios a la comunidad, así como de Óscar Moha, presidente de la organización Voz de los Mártires, profesional que se dedica a la defensa de los adeptos a religiones protestantes.
La autoridad municipal de Teotlasco ha buscado en el presente año construir la unidad y la armonía de la comunidad ante la resistencia que han presentado los protestantes de realizar los cargos comunitarios que la asamblea les ha conferido. Prueba de ello es que la autoridad municipal y comunal convocaron a una mesa de diálogo para buscar la paz y la unidad de la comunidad; por esta razón es que se han realizado varias reuniones en los templos protestantes, la comunidad y en oficinas de gobierno para analizar el problema, contando con la participación de funcionarios de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de la dirección de gobierno de la secretaría general de Gobierno del estado de Oaxaca, la delegación de Gobierno de Ixtlán de Juárez y la presidencia municipal de Ixtlán de Juárez.

El pasado 18 de marzo se realizó una asamblea con la presencia de funcionarios de las instituciones antes mencionadas, donde se acordó que cada ciudadano de nuestra comunidad tiene que realizar 19 cargos al servicio de la comunidad durante su vida, mismos que serán electos en asamblea comunitaria y en el caso de los protestantes ninguno de esos cargos tendrá relación con la religión católica. A pesar de esta situación los protestantes se negaron a firmar el acta del 18 de marzo, incluso desoyeron a Óscar Moha quien los exhortó a firmarla. aunque finalmente de palabra se comprometieron a respetarla.
El pasado 11 de abril cuando la autoridad municipal les pidió a los protestantes firmar el acta del 18 de marzo, a petición de otra asamblea comunitaria, las autoridades fueron insultadas por Marcos Hernández, Luis Hernández, Jaime Hernández y Andrés Hernández; por lo que fueron encarcelados por faltas administrativas por 24 horas. Pedro Martínez que también había insultado a la autoridad el día anterior, fue encarcelado por 12 horas el día 10 de abril. Nunca se les encarceló por practicar sus religiones como ellos lo han manifestado a la opinión pública.
Es totalmente falso que a Jaime y Marcos, así como a los demás protestantes de Teotlasco se les hayan impuesto cooperaciones de mil 500 pesos para la fiesta de la comunidad, es totalmente falso que se pretenda expulsar de la comunidad a todas las personas que profesan una religión protestante, es totalmente falso que el ciudadano Maximino Manzano Martínez sea quien esté impulsando la expulsión de los protestantes, es totalmente falso que se pretenda privar de su derecho a la educación a los niños de padres protestantes. Los protestantes sólo se han dedicado a difamar con mentiras a la comunidad de Teotlasco.
Al arzobispo de Oaxaca José Luis Chávez Botello, con todo respeto le pedimos solicite información a la comunidad católica de Teotlasco antes de calificar de ilegales nuestros actos. La ilegalidad ha sido una práctica recurrente en nuestro estado y pocos se han atrevido a denunciarla. No se vale que por ser una pequeña comunidad hoy se nos quiera echar la culpa de algo que no hemos cometido. Habrá que recordar que la iglesia católica tiene una deuda no reconocida con las comunidades indígenas y que no es por nuestra causa que hoy la iglesia católica se encuentre en el desprestigio.

 Santiago Teotlasco, Ixtlán, Oaxaca, 21 de abril de 2010.

Fortino Pérez Hernández

Agente Municipal
Santiago Teotlasco

 

 

San Juan Chamula, Chiapas, 1952. Fotos: Bernice Kolko