Economía
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Con la modernización financiera se busca evitar otra grave crisis como la de 2008

Aprobó el Senado de EU radical ley para reformar Wall Street

Entre otras cosas crea un organismo de protección al consumidor y evita los rescates de grandes instituciones con dinero de contribuyentes

Regulación más estricta de productos derivados

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Barack Obama en la oficina Oval de la Casa Blanca. Las reformas financiera y de salud son consideradas las principales metas del mandatario en política internaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 21 de mayo de 2010, p. 22

Washington, 20 de mayo. El Senado de Estados Unidos aprobó una ley radical para reformar Wall Street, una de las prioridades del presidente Barack Obama, con lo que culminaron meses de discusiones sobre la mayor modernización a la normativa financiera desde la década de 1930.

La ley apunta a evitar que se repita la grave crisis financiera de fines de 2008 al crear, entre otras cosas, un organismo de protección del consumidor financiero en el seno de la Reserva Federal (banco central). El texto evita, además, los rescates de grandes instituciones financieras con dinero de los contribuyentes.

Prevé también una regulación más estricta del enorme mercado de productos derivados, que deberán ser comercializados en plataformas transparentes.

Si el proyecto es aprobado en la votación, deberá ser compatibilizado todavía con otro diferente aprobado el año pasado por la Cámara de Representantes. Para poner fin al debate se requerían 60 votos, que los demócratas no habían podido reunir el miércoles.

Aún tenemos trabajo por hacer, alertó Obama, e instó a los legisladores a que ignoren la presión de último momento del sector financiero, que mayormente se opone a las reformas.

Durante la votación final sobre el proyecto los demócratas requerirán solamente una mayoría simple. Los legisladores aprobaron el proyecto de ley por 59 votos contra 39, pocas horas después de una primera votación que puso fin a los debates.

Ahora el Senado y la Cámara de Representantes deben coordinar sus versiones del texto de la ley, antes de que sea enviado a la Casa Blanca para que el presidente la promulgue.

La reforma financiera, junto con la de salud, son consideradas las principales metas de Obama en política interna.

Obama quiere supervisar más fuertemente a los bancos para evitar una reiteración de las graves turbulencias ocurridas en los mercados financieros internacionales en 2008.

La legislación en el Senado incluye un monitoreo incrementado sobre sectores poco regulados de Wall Street, por ejemplo los hedge funds o fondos especulativos y los mercados de derivados, y también crea una agencia de protección financiera del consumidor dentro de la Reserva Federal.

Además, los accionistas tendrán injerencia en el pago a los directivos de los bancos y en el importe de las bonificaciones.

Anoche los legisladores republicanos habían logrado bloquear una aprobación rápida en el Senado con el apoyo de dos demócratas. Los demócratas reunieron sólo 57 votos, mientras los republicanos sumaron 42.

Esta reforma es un paso importante que reforzará nuestra economía e impedirá otra crisis a futuro, advirtió Barack Obama en breve declaración tras la votación.

Los demócratas lograron ahora sumar a tres republicanos a su causa, pero los dos demócratas, disconformes con que las reformas sean demasiado débiles, se manifestaron nuevamente en contra de limitar el debate.

El avance para la propuesta de Obama se produce luego de dos semanas de intensas negociaciones entre demócratas y republicanos, que en su mayoría continúan oponiéndose al proyecto.

La indignación pública contra los rescates financieros en Wall Street durante la crisis del año pasado presionó a ambos partidos a reunirse y asegurar que no se produzca una situación similar en el futuro.

En un reciente discurso en Nueva York, corazón del mundo financiero, Obama ejerció más presión y llamó a los lobbistas a no empujar al fracaso su reforma financiera. Al mismo tiempo, advirtió que podría repetirse la crisis que puso en jaque a la economía mundial.

El paquete final podrá ser enviado a Obama para que lo convierta en ley, algo que analistas dicen que podría ocurrir el próximo mes, pero antes deberá ser fusionado con una medida aprobada, se calcula que en diciembre, por la Cámara de Representantes.

Los cambios propuestos a ambos proyectos –impulsados por legisladores ansiosos de parecer duros ante Wall Street, de cara a las elecciones legislativas de noviembre– amenazan con limitar a la industria bancaria y reducir sus ingresos en los próximos años.

Obama aclaró que la versión final del proyecto hará responsables a las firmas financieras, pero no sofocará el libre mercado.

Durante el último año, la industria financiera ha intentado reiteradamente poner fin a esta reforma con hordas de cabilderos y millones de dólares en avisos, y cuando no pudieron matarla intentaron suavizarla (...) Hoy creo que es justo decir que estos esfuerzos han fracasado, declaró el presidente Obama.

Aún tenemos trabajo por hacer (...) la Cámara y el Senado tendrán que allanar las diferencias entre los dos proyectos. Y no hay duda de que durante ese tiempo la industria financiera y sus cabilderos seguirán peleando, acotó.

En Wall Street, el índice industrial Dow Jones cayó 3.6 por ciento el jueves, golpeado por los temores de que la crisis de deuda de Europa esté retrasando la recuperación económica mundial, pero también por la incertidumbre sobre la reforma financiera de Estados Unidos, dijeron operadores.

Barney Frank, líder de una comisión clave de la Cámara de Representantes, dijo a CNBC que es importante completar la reforma pronto, para aliviar la incertidumbre. Sostuvo que Obama podría convertir en ley el proyecto mucho antes del 4 de julio.

Frank, demócrata autor de la reforma de Wall Street en la Cámara de Representantes, delineó el jueves una posible forma de negociación antes de la conversaciones con el Senado para lograr un paquete definitivo.

En cartas enviadas a senadores demócratas de alto rango, Frank consignó que ciertas propuestas de la cámara baja sobre la normativa a firmas financieras y límites a las operaciones bancarias deben mantenerse.

El señaló que las propuestas de la cámara baja son importantes en el estado de Massachusetts y que ninguna de ellas amenaza o debilita los amplios objetivos de una reforma detallada (...) Insistiré en que se conserven en el proyecto final.

Las cartas estaban dirigidas al líder demócrata del Senado, Harry Reid, y al presidente de la comisión de banca, Christopher Dodd, demócrata autor del proyecto del Senado. Ambos posiblemente serán actores claves, junto a Frank, en las negociaciones entre ambas cámaras.

Maniobras de último minuto en el Senado eliminaron dos enmiendas controvertidas: una para endurecer las restricciones propuestas a las operaciones riesgosas de los bancos, y otra que excluía de la supervisión de un nuevo organismo de protección federal al consumidor, a los concesionarios de vehículos que no financian a los compradores de coches.