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Rinden homenaje post mortem al poeta en el Foro Las Ciencias Sociales en Chiapas

Escritores en lenguas indígenas evocan las enseñanzas de Carlos Montemayor

Era una persona muy accesible y muy interesado en la cultura maya, dice Diego Méndez

Contribuyó a la toma de conciencia sobre el gran valor de esa literatura, indica investigador

Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 29 de mayo de 2010, p. 5

San Cristóbal de Las Casas, Chis., 28 de mayo. Los escritores en lenguas indígenas de Chiapas, con quienes Carlos Montemayor trabajó y ayudó en su formación durante 17 años, lo recordaron como un camino a seguir, como al maestro y el amigo que les decía: Las tierras para sus comunidades no son solamente un asunto de productividad: es la razón esencial de su conocimiento de la vida, es el suelo que los ata a la vida, que los une al mundo invisible y al mundo visible, que los une con la comunidad ancestral de hombres y dioses, que contiene la raíz de sus valores éticos, económicos y familiares, que es el soporte de su cultura.

En el contexto del segundo Foro Las Ciencias Sociales en Chiapas, Diego Méndez Guzmán, de Sna’ Jtz’ibajom (Casa del Escritor) lo recordó en los talleres de poesía que impartía en 1992. “Carlos era una persona muy accesible, analítico, reflexivo, muy interesado en la cultura maya y en el renacimiento de su literatura. En aquel entonces no era muy frecuente su visita, sino hasta 1994, cuando la irrupción social del zapatismo y por las causas del levantamiento que cimbró a todo México y al mundo, y con el propósito también de reunir información para escribir Chiapas, la rebelión indígena de México, un libro bastante nutrido que reúne las causas del levantamiento armado, reflexiones y puntos de vista, y abre una ventana sobre la historia de la guerrilla en México y las constantes luchas por defender sus tierras.”

Influencia del maestro

En el acto, organizado por la Universidad Intercultural de Chiapas, Andrés Medina, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, se remontó al año de 196l, cuando quería tomar conciencia de la gente y del tiempo y de la importancia de la lengua tzeltal con la que yo entré en contacto por mi propia experiencia de campo. Cuando comencé a ver materiales de la narración, me pregunté qué había de la narrativa en tzeltal y desde cuándo oímos las voces de los tzeltales, porque si bien cuando llega Carlos Montemayor a Chiapas da un impulso importante a las lenguas indígenas, ya había antes otras voces.

Recordó el trabajo de Carlo Antonio Castro, el lingüista y etnólogo que trabajó junto con Rosario Castellanos en el Instituto Nacional Indigenista, cuando se comienzan a generar los textos en las lenguas tzeltal y tzotzil.

El siguiente momento en que aparece esta preocupación por la lengua es el Congreso Indígena de 1974, que organizan el obispo Samuel Ruiz y el gobernador Manuel Velasco Suárez, en el cual se presentaron ponencias en las cuatro lenguas principales: tzotzil, tzeltal, chol y tojolabal.

En seguida se refirió a la influencia de Carlos Montemayor, cuando se reúne el grupo de escritores que daría origen a Sna’Jtz’ibajom, quienes comenzaron a generar un proceso de toma de conciencia de la importancia de la escritura. Finalmente tenemos ya una comunidad de escritores indígenas en Chiapas, y la intención ya no es recuperar textos o publicar escritos etnográficos, ya existen escritores con una creatividad propia desde su cultura, y Carlos Montemayor incide en este proceso.

El escritor José Antonio Reyes Matamoros, quien coordina en esta ciudad la escuela de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), se refirió a la ocasión en que estuvo con Montemayor en la ciudad de México, para acompañarlo en la presentación de su novela Guerra en el paraíso, y afirmó que el mejor homenaje para nuestros amigos muertos es profundizar en sus ideas, porque este México no lo hicimos nosotros, este México aberrante, esta violencia aberrante donde hoy se tiene mucho miedo a hacer, a pensar, a comprometerse, este México no lo hicimos nosotros, no lo queremos. En ese sentido, Carlos Montemayor es un ejemplo de lo que sí queremos.

Video sobre el escritor

En el acto se proyectó un video realizado por Francisco Álvarez y Roberto Chan Kin Ortega. En el principio escuchamos la profunda voz de barítono del escritor entonando la canción Lejos de ti, de Manuel M. Ponce: Lejos de ti la vida es un martirio, sin alegría, sin luz.

Lo vemos trabajando con los escritores indígenas de los Altos de Chiapas, en su visita del mes de mayo de 2009. El silencio se apoderó del auditorio de la universidad cuando escuchamos el poema que Montemayor escribió en los últimos días de enero de este año.

Dicen que mi amigo emprendió el día de ayer un largo viaje./ Sé que los poetas estamos acostumbrados a dilatadas travesías./ A veces las iniciamos desde nuestra mesa, desde la ventana, desde una página en blanco...Posiblemente estamos en la página en blanco de su viaje./ Ahí levanta los/ brazos y nos llama, somos parte de esa fiesta que no termina, parte de ese/ largo viaje que a cada uno de nosotros nos sigue buscando, nos sigue/ recibiendo./ Lo distingo allá a lo lejos./ Levanto la mano para saludarlo./ Pero sé que viaja entre nosotros.